Las pozas de las Palomeras del Flumen

El Río Flumen

El Río Flumen.
Robert en el impresionante curso de los aguas entre la Peña San Miguel y Peña Amán.

En la salida de las Palomeras del Flumen se encuentra uno de los rincones más bellos de toda la sierra. Las aguas verdes del Río Flumen buscan su paso por dentro de un inmenso desfiladero que forman las paredes verticales de la Peña San Miguel y Amán formando cascadas, resaltes y pozas espectaculares. En el paseo de hoy visitaremos el último tramo de este impresionante paraje.

Recorte Mapa Alpina

Recorte Mapa Alpina.

Como los caminos de acceso fueron limpiados hace poco tiempo, el acceso resulta fácil y proporciona un bello paseo para llegar al objetivo.

El inicio escogido arranca en los Campos del Clavero en el sur del Salto de Roldán, pero se podría realizar la excursión igualmente desde el Collado de San Miguel. En la ruta descrito tenemos que superar mucho menos desnivel, que en la variante que parte desde el collado. Además me permite presentar en esta entrada una interesante alternativa de acceso para casi todas las excursiones en el entorno de la Peña San Miguel (como la la Bozosa de San Miguel).

Preparamos todo lo que solemos llevar para pasar un rato en una poza, incluyendo la correa del perro, para descubrir el Salto de Roldán de una perspectiva totalmente distinta.

Ficha ClaveroTiempo:

Del aparcamiento a los Campos del Clavero: 20min.

De los Campos del Clavero hasta el río : 40min.

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Total:  2h, media jornada

Aparcamiento:

En el norte de Apiés parte una pista en buen estado hacia el despoblado Lienas. Desde allí seguimos por la pista que lleva a los Campos del Clavero (noreste). No confundir con la que lleva a San Julián de Banzo (este). Aparcamos el coche en una explanada a mano derecha a 1,3km de Lienas justo delante de una borda en ruinas.

Acceso:

Seguimos por la pista que salva el Barranco del Mont por una amplia lazada.

En el lugar donde la pista cruza el cauce, veremos a mano izquierda una escondida balsa que suele llevar agua y/o barro. Podemos mirar ahora el estado del agua para saber si podremos dejar bañar al perro cuando vamos a volver, ya que el coche está cerca y lo podría ensuciar de barro.

En la siguiente curva se encuentra una barriera. Como el terreno a partir da allí es privado debemos controlar al perro. Al fin la pista nos situará delante de los edificios de la hípica.

¡Debemos que controlar al perro cerca de las cabañas de los caballos!

Robert se refresca con las aguas frescas del Flumen

Robert se refresca con las aguas verdes esmeraldas del Flumen.

Nuestra senda arranca frente a la hípica y traspasa todos los Campos del Clavero hasta el otro extremo en el norte. En el descampado, terreno publico de nuevo, continua en suave descenso y nos acerca con cada paso al Salto de Roldán. La senda salva otro afluente derecho del Flumen, el Barranco de la Soga, que nos obliga a dar otra ampliar lazada. En la otra vertiente de este vallecito la senda asciende a una última loma divisoria.

Se usa esta senda como ruta BTT y resulta muy probable que nos cruzamos con ciclistas – en este tramo en pleno descenso. Debemos controlar el perro para prevenir posibles accidentes. Ya cerca de la cresta veremos a nuestra derecha un pequeño recinto en ruinas que podemos visitar.

El refugio pastoral

El coral en ruinas

El coral en ruinas.
Detrás se asoma la Peña Amán

Aunque hoy en día está muy derruido, podemos contemplar un pequeño refugio que se ubicaba dentro del recinto. Era de pequeñas dimensiones, pero suficiente para que el pastor podía pasar la noche en seco, mientras el rebaño estaba protegido de posibles depredadores dentro de los cuatro muretes.

De nuevo en el camino llegamos en seguida a la cresta. Allí hay una bifurcación. La senda que sigue subiendo por la loma llevaría al Collado de San Miguel y conectaría con otras rutas que parten de aquel aparcamiento, como la Bozosa de San Miguel. Nosotros nos concentramos en el ramal que baja a mano derecha hacia el Río Flumen, pero antes debemos aprovechar el mirador natural que se encuentra a nuestra derecha.

El mirador

El Salto de Roldán

El Salto de Roldán.

Ahora se presenta el Salto de Roldán en su totalidad. La vista a este conjunto de moldes de conglomerado sirve de imagen para una postal.

La poza que estamos buscando se encuentra entre los paredes en el centro. Todavía escondida desde nuestra ubicación pero vemos que la senda se acerca en linea recta. También podemos divisar otra senda más arriba que se arrima a la pared de la Peña San Miguel – la Bozosa de San Miguel.

Si dirigimos la mirada hacia el este, hacia la otra vertiente del Río Flumen, se nos presenta un terreno totalmente olvidado y asilvestrado. Hay un recinto abandonado en una loma y en el fondo de un barranco afluente del Flumen un juncal que revela la posible ubicación de una fuente. Incluso se puede adivinar una vieja senda que conecta aquellos dos lugares. Por desgracia, desconozco los nombres de los lugares o los caminos de acceso a aquella zona.

Volvemos al cruce. Nuestra senda baja en linea recta entre madroños acercándose más y más al cauce. En el último tramo la senda es algo expuesta, pero sigue siendo de buena trazada. Finalmente tenemos que superar (sin problemas) unos bloques de un desprendimiento para llegar al cauce justo donde halla una preciosa poza.

El Río Flumen

El Río Flumen con sus aguas verdes.
Es la poza a la cual la senda nos lleva.

El Río Flumen

El Río Flumen

El Río Flumen aguas abajo de la poza.

Podemos explorar el curso del Río Flumen. Hacia los dos lados el paraje sigue siendo muy pintoresco. Si optamos por explorar estas zonas debemos estar preparados para un avance por el lecho del río que nos obligará a veces a nadar.

Río arriba – después de varias pozas y resaltes llegamos a una cueva, pequeña pero bonita. en la orilla derecha. Más adelante una pequeña cascada que verte el agua a una badina alargada y profunda nos impide el paso.

Río abajo – después de unos últimos resaltes aumenta la vegetación y después de una  poza grande el lecho del río empieza a acumular mucho barro, lo que dificulta el avance. Es el momento para volver a la poza.

El Río Flumen

El Río Flumen.
La cascada que nos impide el paso río arriba.

Retorno:

Volvemos al coche por el mismo camino.

Lienas

La Fuente de Lienas

La fuente de Lienas.

Ya que estamos cerca, debemos bajar del coche y visitar este despoblado. Destaca la bodega de la casa más grande del pueblo, así como las ruinas de la iglesia.

Pero ante todo debemos probar las aguas que manan en la fuente del pueblo – para mi es el agua más sabroso de todas las fuentes que he llegado a conocer.

La bonita construcción se encuentra en el otro lado del barranco a lado de la pista de acceso.

 

Por los despoblados y pozas del joven Alcanadre

En la llegada a Binueste

En la llegada a Binueste.
Si prestamos atención encontraremos este señal indicativo poco usual excavado en la roca.

Ya hay una entrada sobre el joven Alcanadre que trata del trayecto de este hermoso río por la zona de Matidero. En esta ruta exploraremos la zona entre Bara y Bibán que alberga una de las pozas más bellas de toda la sierra. Además vamos a avanzar por una ruta balizada, lo que propone unas sendas limpias y claras – un detalle que facilita la orientación y sea bien venida.

El recorrido S12 parte de Bara discurre por la orilla del Alcanadre hacia Bibán, un pueblo abandonado.  Desde allí lleva por la Pardina de Bibán al despoblado Binueste y vuelve por un viejo bosque a Barra.

Recorte Mapa Sigpac

Recorte Mapa Sigpac.

Como la senda está balizada íntegramente resulta fácil seguir el itinerario propuesto. Su inicio se encuentra a lado de la bonita iglesia de Bara.

La ruta destaca en primer plano con unos preciosas pozas en el Alcanadre, en segundo plano con los despoblados Bibán, la Pardina de Bibán y Binueste, pero también vamos a disfrutar de los hermosos bosques en las laderas que rodean dichos pueblos.

Ficha Bara - Bibán - BinuestePreparamos la mochila con el agua y el almuerzo y la correa del perro. Si hemos escogido el verano para realizar la ruta, echaremos en falta también un bañador.

Tiempo:

Bara – Biban: 2h.

Biban – Binueste: 1h.

Binueste – Bara: 2h.

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Total: 5h00, jornada completa.

Aparcamiento:

Aparcamos en Bara.

Acceso:

Nos acercamos a la iglesia de Bara.

Como el itinerario es obvio y no lleva complicaciones, me concentro en los puntos claves, ya que hay muchos objetivos dignos de ver.

Puntos de interés:

El Molino de Bara y la Badina Estañero

La Badina Estañero

La Badina Estañero

Una badina francamente bonita nos ofrece la primera posibilidad para tomar un baño fresco.

Un poco más arriba se encuentra el desvío a Miz.

Nosotros no cruzamos el río y pasamos por el molino recién arreglado. Sus bancos en el bonito patio delante la puerta nos servirían para un descanso más bien en la vuelta, ya que habremos cargado las piernas con más que 10 km de marcha.

Las maravillosas pozas en el camino a Bibán

El Rio Alcanadre

El Rio Alcanadre.
Entre Bara y Bibán se encuentran pozas y cascadas de cine.

Bibán

El cementerio de Bibán

El cementerio de Bibán.

De los gigantescos olmos sólo quedan los troncos y las ramas en el suelo donde se están desintegrando.

La iglesia, adosada a otro edificio, se encuentra en el barrio alto. Ya que es una construcción ordinaria, resulta difícil averiguar de cual de las ruina se trata. Un poco más arriba se halla el cementerio.

Hay una fuente donde suele manar agua fresca durante todo el año en la salida hacia Miz (cartel). Se encuentra en la orilla del un barranco cercano del pueblo.

El Río Alcanadre

El Río Alcanadre.
Otra bonita poza en el sendero entre Bibán y Binueste.

La Pardina de Bibán

La Pardina de Binueste

La Pardina de Binueste.

Binueste

Binueste

Binueste.
Robert ha cogido carrerilla.

Situado cerca del barranco del mismo nombre el pueblo vecino de Bibán destaca con…

Como en Bibán hay también una pequeña laguna en el pueblo, pero en el barranco cercano debería llevar un mínimo de caudal durante todo el año. Allí pasaremos por una bonita poza de agua fresca en breve. Debemos tener eso en cuenta, si el perro tenga sed y el agua de la laguna está estancado.

En la foto de la cabecera se ve bien el grabado en el suelo rocoso que indica el inicio del camino a Bara. Hay otra que dice «Pardina →», si no me equivoco. Está ya muy borrado. Son detalles muy curiosos.

Volviendo a Bara

Volviendo a Bara.

La Predicadera

Vistas desde el Mirador de la Predicadera

Vistas desde el Mirador de la Predicadera.
Unos chopos revelan la ubicación de Miz.

En un punto culminante en el camino entre Binueste y Bara hay un bonito mirador sobre el curso del Alcanadre. También podemos divisar desde allí una buena parte del camino que hemos hecho para llegar a Bibán. Es un buen lugar para descansar y disfrutar de la tranquilidad.

Retorno:

Desde Binueste el sendero nos lleva a la senda de acceso cerca del molino. Resta deshacer esta para llegar al pueblo.

Pasaremos por la Badina Estañero, donde podemos disfrutar de un último baño.

El camino cerca del molino

El camino cerca del molino.
Estos peldaños aguantaban y siguen aguantando las pisadas durante siglos. Es como con cada zancada hiciéramos un viaje en el tiempo.

Used – Azpe – Bara

En el camino de Used a Bara

Volviendo a Used.
Nos saluda el Tozal de Guara.

Ya he tratado varias excursiones por la Sierra de Belarra y Aineto como «Por el Barranco de Abellada a Azpe» o «De Lusera a Ibirque«. Todas estas rutas tienen un patrón común, que es la forma tetragonal, ya que los caminos conectan siempre cuatro puntos cardinales – dos en lo alto de la sierra (que suelen ser pardinas o despoblados) y dos en el fondo del valle (que suelen ser pueblos o aparcamientos).

La ruta de hoy dibuja un triangulo. Esta forma es sorprendentemente distinta a dichas rutas «gemelas».

Recorte Mapa Alpina

Recorte Mapa Alpina.

Esta circunstancia se debe a la carencia de un pueblo en el Barranco del Cardito. Si miramos el mapa de la zona, veremos que en cada valle que forman los barrancos que surcan la cara sur de la Sierra de Belarra o Aineto, ubica las ruinas de un asentamiento en lo alto – todos menos el Barranco del Cardito.

Used

Used.
Una bonita borda con un nogal a lado.

Puede que nunca había ninguna aldea allí, o las ruinas han desaparecido ya hace mucho, mucho tiempo.

Sea como fuere, hoy en día no se ve ni rastro de despoblado, lo que conlleva una mala infraestructura de caminos por la cabecera de dicho barranco.

Especialmente para la ruta de hoy esta circunstancia impide que bajemos directamente por el trayecto del agua hasta el Salto de la Tosca donde podríamos incorporarnos al GR 1 para volver al inicio de la ruta. Sin embargo, nos obliga hacer una larga vuelta hasta el pueblo de Bara para acabar sin problemas la ruta circular. Como consecuencia la excursión es más larga y con forma de triangulo en vez de tetragonal, pero igual de bonito y entretenido como las rutas gemelas mencionadas al principio.

Ficha BaraLa ruta de hoy destaca sobre todo con las buenas vistas sobre la zona de Bara, el pueblo abandonado de Azpe y el Salto de la Tosca o de Cardito. Además podemos descubrir rincones muy idílicos en los pueblos Bara y Used.

Preparamos la mochila con el almuerzo, el agua y la correa del perro para hacer de nuevo un «viaje en el tiempo» por la cara sur de la Sierra de Aineto.

Tiempo:

Del aparcamiento a Used: 10min.

De Used a Azpe: 1h.

De Azpe a Bara: 2h15.

De Bara a Used: 2h30min.

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Total: 6h, jornada completa.

Aparcamiento:

En la carretera de Nocito a Bara, antes del desvío a Used hay un aparcamiento a mano izquierda.

Acceso:

Subimos por la pista a Used.

Used

El Templo de Used

El Templo de Used.

En la plaza con el nogal encontraremos la fuente.

Recomiendo invertir tiempo para explorar el pueblo ahora al principio de la marcha. (Volveremos, pero mucho más cansados y con menos ganas de andar adicionalmente al final de la excursión.)

Algunas de las casas fueron rehabilitadas, así que veremos detalles modernos como construcciones antiguas o ruinas – en conjunto muy interesante y bello. Además merece la pena visitar las ruinas del templo que está ubicado cerca de la cima del Puntón del Castellar, la peña que domina el pueblo. Además la cima expuesta proporciona buenas vistas sobre los alrededores.

Unos carteles indican los objetivos de los caminos que parten del pueblo. Nosotros nos ponemos en marcha siguiendo la senda hacia Azpe. ¡Cuidado! no es el GR.

El camino baja al Barranco de Used, lo cruza y empieza a ganar altura subiendo por un bosque en dirección norte. Poco antes de Azpe se acerca de nuevo al barranco y lo cruza por la presa del molino, que se encuentra en la orilla opuesta.

El Molino de Azpe

La poza del Molino de Azpe

La poza del Molino de Azpe.

Si hemos prestado atención habremos visto la preciosa poza que se encuentra debajo de la presa. Vale la pena acercarse e incluso bañarse, si la temperatura del ambiente lo permite.

Después de cruzar la presa, podemos acercarnos al molino por la antigua acequia. Por desgracia el edificio se ha derruido hace mucho tiempo.

Seguimos por la senda principal. En breve nos lleva a Azpe.

Azpe

Used

Used.
Robert en el camino recién limpiado.

El pueblo está invadido por el saúco, las zarzas y la hiedra los cuales impiden el acceso a casi todos los edificios. Sin embargo, los camino se limpiaron y nos conmoverá la típica melancolía paseando por los calles de este pueblo relativamente grande.

La atracción más llamativa, sin duda, es el templo – grande, aislado y siniestro, pero tampoco accesible. Nos podemos acercar a él por los campos a mano izquierdo de la senda que parte hacia Bara que arranca en el barrio bajo (cartel).

Después de haber explorado la aldea, seguimos por dicha senda, la que lleva a Bara, en dirección este y cruzamos en seguida de nuevo el Barranco de Used. La senda nos lleva en suave ascenso por un pinar a un collado cercano. Este collado da acceso a una faja que discurre en lo alto por una empinada ladera. Ya en el mismo collado, pero también en el trayecto por la faja, tenemos impresionantes vistas sobre el valle debajo de nosotros – el Valle de Bara – y todas las montañas que lo rodean. Un buen lugar para descansar.

La senda discurre por dicha faja para introducirse a continuación en el valle del Barranco del Cardito. Allí empieza a descender decididamente en numerosas lazadas hasta el  mismo barranco donde el perro puede refrescarse de nuevo. Por la otra orilla la senda discurre por terreno mucho menos abrupto y nos situará después de una larga marcha en el pueblo de Bara. Debemos controlar al perro, ya que siempre hay ganado por la zona y Bara es un pueblo donde todavía hay habitantes.

Bara

Bara

Bara.
Llegando del Valle de Fuinas al pueblo.

Esta idílica aldea en la orilla del Alcanadre destaca con una iglesia muy bonita situada en un pequeño montículo al norte del núcleo. Si tenemos tiempo podemos asomarnos a una preciosa poza por una senda que parte de la iglesia y remonta el río. Nos costará 5min para llegar. En 5min más llegaríamos al molino de Bara.

Otras atracciones encontramos en el mismo pueblo. La fuente está en el camino antiguo entre la iglesia y el pueblo. Hay un nogal muy viejo, de tronco grueso, a lado de uno de los huertos del pueblo. Había un hotel en el centro, que finalmente cerró ya hace años. Todavía podemos admirar el caserón rehabilitado. Hoy en día, sólo queda un refugio libre para alojar a los excursionistas que quieren pernoctar en el pueblo. Se encuentra en el lugar donde termina la carretera asfaltada que llega desde Nocito. Y justo allí tenemos que coger el GR 1 en dirección Used para encarar la ultima recta del triangulo escaleno.

El GR 1 discurre cerca de la carretera hasta un modesto collado donde la cruza. En continuación llegaremos en breve a la orilla del Barranco del Cardito lo cual es la siguiente referencia que seguir hasta topar con el bello Salto de la Tosca.

El Salto de la Tosca

El Salto de la Tosca

El Salto de la Tosca

El Salto de la Tosca desde la cabecera

El Salto de la Tosca desde la cabecera.

Se trata de una poza de tamaño considerable donde el agua cae por un salto de unos 5m.  A lado de los chorros principales hay una colada de toba y varios bloques reposan en la orilla de la badina. En la cabecera veremos en la orilla izquierda los restos de un murete. Parece que la altura del salto fue aprovechado para llevar el agua por una acequia a los campos colindantes o a un molino río abajo.

Como todavía nos quedan casi dos horas para llegar a Used, recomiendo dedicar un poco de tiempo a un buen descanso en este lugar idílico, ya que es el más apropiado de toda la excursión para este fin.

Seguimos por el GR que nos lleva después de una breve subida a un bonito pinar. Este se extiende por un alargado collado y da la impresión de ser interminable. Según las mapas se encontraba en esta amplia llanura la Pardina de Zamora. Si habían edificaciones, campos o prados, los pinos los han invadido totalmente y no queda rastro de ello cerca de la senda.

La senda de retorno

La senda de retorno que traspasa un interminable pinar.

Después de una monótona, pero bonita marcha llegaremos a un cambio de ras donde empezaremos a bajar suavemente hasta topar de nuevo con el Río de Used, ya cerca del pueblo. Después de cruzar el cauce, sólo resta una pequeña subida para volver al pueblo de Used.

Retorno:

Volvemos del pueblo por la pista al coche.

Vistas al valle de Bara

Vistas al valle de Bara.
Una impresionante perspectiva revela la mencionada faja en la senda de Used a  Bara.
El pueblo en si se esconde detrás de una colina.

La Carruaca

La Carruaca

La Carruaca.
La cascada y poza final.

En este paseo mínimo visitaremos otra joya del Valle de Belsué. En primer lugar se trata de una poza que puede servirnos simplemente como un lugar de descanso después de haber efectuada una fatigosa marcha en el valle como por ejemplo la visita del Despoblado de Ibirque, el Dolmen de la Piatra o la vuelta por la Sierra de Gabardiella.

La Carruaca o el Barranco de Lusera es un corto desfiladero. En el mundo de los barranquistas tiene fama por ser un descenso que carece de dificultades y que se ofrece para una excursión con niños o debutantes – simple, corta, acuática, entretenida y bella.Ficha CarruacaSin embargo, no recomiendo el descenso integral con el perro, ya que hay resaltes por una zona muy estrecha que no es el terreno apropiado para el perro. Más bien, recomiendo la visita de la poza final y, si hay ganas de andar, la visita de los últimos metros y/o la entrada a los Estrechos de la Carruaca.

El Río Flumen Superior, cual es el nombre que figura en los mapas, forma este breve estrecho. Este ramal del Río Flumen suele llevar un hilo de caudal durante todo el año, pero es en la primavera cuando la ultima cascada se presenta en su forma más espectacular, sin duda.

Recorte Mapa Alpina

Recorte Mapa Alpina.

La aproximación a la poza y los últimos metros de la Carruaca es muy corta y fácil. Si hay ganas de andar, podemos realizar la visita opcional de la zona que se halla antes de los estrechos. Esta también es interesante, ya que se anuncian en dicha zona los paredes que oprimen más abajo el lecho del río.

Preparamos todo lo que se suele llevar para pasar un rato en una poza, el casco – si tenemos la intención de explorar la final de la Carruaca al fondo – y la correa para el perro.

Un baño refrescante

La Carruaca.
Un baño refrescante.

Tiempo:

Aproximación a la poza: 2min.

Marcha por el interior de la Carruaca: irrelevante, max. 10min.

Aproximación opcional a la entrada del estrecho: 20 min.

Marcha por el lecho del río encima de los estrechos: irrelevante.

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Total: 30min – 2h.

Aparcamiento:

En la carretera de Belsué a Nocito, después del desvío a Lusera la carretera describe una «S». Después de estas curvas hay unos ensanches en el margen derecho donde veremos ya la ultima poza de los Estrechos de la Carruaca abajo.

Aparcamos en uno de los ensanches.

Acceso:

Bajamos por una senda obvia al lecho del río y le remontamos hasta la poza.

La Carruaca

La Carruaca

La cascada se trepa mejor por su orilla derecha. Después podemos seguir por el cauce hasta donde nos antoja. Bonitas marmitas en cadena en un entorno típico de los cañones de Guara nos compensarán el esfuerzo.

La entrada a los Estrechos de la Carruaca

La entrada a la Carruaca

La entrada a la Carruaca.
Los dos troncos que «avisan del peligro» se han desplazado durante estos últimos años y ya no están empotrados allí.

Donde hemos llegado en el acceso al lecho del río tomamos la prolongación de la senda que empieza a ascender por la loma en dirección este. Nos llevará a un collado donde desemboca de nuevo en la carretera. Antes de topar con esta giramos a la derecha y bajamos por una visible senda hasta el lecho del río.

Remontando el río encontraremos campos abandonados, bosque, un lecho de río entre vegetación molesta y rastros de senda que se pierden en las penumbras.

Al contrario, siguiendo la corriente, encontraremos un cauce abierto de caliza que es mucho más cómodo para andar. Por la derecha se va formando una pared abovedada. Por desgracia no hay ninguna poza, pero el perro puede mojarse con ganas. Podemos seguir por el cauce hasta la obvia entrada a los estrechos – el primer resalte – que sería para nosotros el punto donde tenemos que dar la vuelta.

Retorno:

Rehacemos los caminos hechos.

La entrada de la Carruaca en invierno

La entrada de la Carruaca en invierno.

Vuelta por el Monte Piacuto

El Castillo de Ordás

El Castillo de Ordás.
Un portal hacia la luz.

En la cordillera divisoria entre el Río Isuela y el Río Flumen el Piacuto es la peña más elevada en el extremo el sur. Esta situación promete muy buenas vistas sobre la Hoya de Huesca y nos da pie para planificar y realizar una buena ruta por este modesto molde.

Recorte Mapa Alpina

Recorte Mapa Alpina.

Varios pozos de nieve, pinturas rupestres, el pueblo de Santolarieta (Santa Eulalia de la Peña) y, sobre todo, el Castillo y la Ermita de Ordás proporcionan suficientes motivos para pasar un día explorando estos rincones idílicos cerca de Huesca ciudad.

La ruta presentada es básicamente una circular que lleva a la Ermita de Ordás la cual será el objetivo principal. Además podemos asomarnos a los muchos más puntos de interés durante el trayecto, si estamos dispuestos a prolongar la marcha. El tiempo invertido en la aproximación a estos objetivos adicionales varia entre 5 y 30min. Así que, si queremos visitar todo lo propuesto, llenaremos fácilmente una jornada completa.

Los caminos están relativamente bien cuidados y son obvios, ya que encontraremos carteles indicativos en casi todos los puntos claves. Sólo en la subida a las pinturas rupestres, muy cerca de Santolarieta, hay un desvío poco visible que es difícil de averiguar.

Ficha OrdásPreparamos la mochila con el almuerzo, agua y la correa para dar un entretenido paseo por el Monte Piacuto.

Tiempo:

De Santolarieta al abrigo rupestre: 30min.

Del abrigo al cruce de pistas: 30min.

Del cruce de pistas hasta la senda que baja del Pico Águila: 30min.

Descenso a la Ermita de Ordás: 30min.

De Ordás al observatorio de buitres: 30min.

Volver a Santolarieta desde el observatorio: 30min.

Objetivos adicionales:

Aproximación al Pozo de hielo Paco Lapinosa: 10min.

Aproximación al Castillo de Ordás: 5min.

Aproximación al refugio de pastores: 15min.

Aproximación al Pozo de nieve de Ordás: 5min.

Ascensión al Piacuto: 30min.

Aproximación al Pozo de hielo de las Planas: 10min.

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Total: 5h, jornada completa

Aparcamiento:

Aparcamos a lado de la iglesia de Santolarieta (Santa Eulalia de la Peña).

Acceso:

La excursión arranca en esta misma plaza.

Empezamos la marcha como indican los carteles hacia Ordás o Pico Águila. En cuando hemos salido del pueblo unos carteles marcan el desvío de la senda al abrigo rupestre o los Pozos de hielo de Paco Lapinosa. Así que, nos separemos de la pista que sigue en dirección oeste y avanzamos por una senda de menos entidad en dirección norte. A poca distancia del cartel tenemos que prestar mucha atención a no saltarnos otro desvío a la derecha, poco visible. Esta senda tuerce hacia el este y nos lleva hacia detrás del pueblo, donde se encuentra de nuevo un cartel indicativo que nos da la seguridad de estar en el camino correcto – hacia el abrigo rupestre.

(En caso de no haberlo visto, seguiríamos por la senda de cabras – más visible en este tramo – y toparíamos de nuevo con la pista más adelante. Volviendo por ella haríamos un pequeño bucle y podríamos intentar a averiguar el desvío de nuevo.)

La senda correcta nos introduce en una modesta y empinada canal que asciende en el margen oriental de Santolarieta. Por varias lazadas gana altura rápidamente y nos situará finalmente en el abrigo donde se encuentran las pinturas rupestres.

Las pinturas rupestres del Abrigo de la Raja L

Las pinturas rupestres de Santolarieta

Las pinturas rupestres de Santolarieta.

El camino pasa justo por la rejilla de metal que protege las pinturas. La vaca salta al ojo en seguida pero las otras figura hay que buscar con atención.

Seguimos por la trocha que nos lleva ahora a una zona más llana. En esta zona la senda está un poco desdibujada por la constante erosión. La senda tuerce hacia la derecha y sigue en paralelo a un lecho de un torrente hasta corona un suave collado, donde se encuentra un cartel indicativo que está a la vista ya desde lejos. En este collado por primera vez tenemos unas bonitas vistas al norte con el Pirineo como horizonte. Podemos optar por visitar el Pozo de hielo de Paco Lapinosa como indica el cartel.

El Pozo de hielo de Paco Lapinosa

El Pozo de hielo de Paco Lapinosa

El Pozo de hielo de Paco Lapinosa.
Podría haber sido un pequeño deposito para herramientas.

Como los muchos otros en la Sierra de Guara es una construcción interesante de una profundidad considerable. Además se encuentra en la misma explanada un curioso depósito/ataúd que llama la atención.

Volvemos al collado y seguimos en dirección norte. Una vez en la otra vertiente de la loma veremos con claridad el cruce de las pistas y el mole del Monte Piacuto delante. Merece la pena estudiar bien la situación de los caminos para poder orientarnos con facilitad cuando llegamos al cruce.

Hay una pista en buen estado que sube desde el Collado de San Miguel – nuestra derecha – y sigue por la cara oeste del Monte Piacuto hacia Ordás. En un collado se desvía una pista en mal estado a la izquierda para bajar por San Mamés a Santolarieta. En el mismo collado arranca también una senda que rodea el Monte Piacuto en suave ascenso por su cara este. Al principio va cruzando una linea de alta tensión. Esta es la senda que tenemos que tomar. Desde aquí vemos que empieza junto a unos carteles de dos pilones. Es importante fijarse en esto ahora, ya que estando una vez en el collado, no se aprecia fácilmente donde nace.

Las vistas a Cienfuens y el Pirineo

Las vistas a Cienfuens y el Pirineo desde la senda.

Teniendo el trayecto claro avanzamos y tomamos dicha senda que revela muy buenas vistas a los acantilados de Cienfuens y el Pirineo al fondo. Últimamente esta senda está de moda para la practica de la BBT. Como suelen usarla en el sentido descendente y por eso llegar a velocidades considerables, debemos estar preparados y controlar el perro.

Tras una larga travesía y finalmente un suave ascenso nos sitúa en un primer collado repleto de Erizón. En este punto existe una tímida senda sin señalización que baja directamente a Ordás, pero recomiendo no dejar el camino conocido, claro y bien pisado, que topa en breve con el sendero que desciende desde el Pico Águilas y lleva a Ordás también. Esta variante es un poco más larga, pero totalmente obvia y fácil de seguir en todo momento. En el cruce mencionado no hay carteles, pero obviamente tenemos que coger la nueva senda en el sentido descendente, es decir girar a la izquierda.

Después de una abrupta bajada pisaremos de nuevo la pista forestal que lleva a Ordás. La seguimos girando a la derecha y en apenas 2min. llegaremos a la ermita.

La Ermita de Ordás

La Ermita de Ordás.
Si hay agua limpia, el perro puede refrescarse en el estanque a lado de la Ermita de Ordás.

La Ermita de Ordás

La Ermita de Ordás

La Ermita de Ordás.
El detalle más llamativo de la construcción antigua: el marco.

A primera vista este lugar no tiene nada especial, ya que los obreros han dejado algunos escombros en los alrededores del pequeño templo y las instalaciones no se cuidan demasiado (2016). Además la ermita está encajonado y oculto por el refugio adosado. Así que, no extrañaría que la primera impresión que se despertase cuando llegamos a este lugar sea la decepción.

Pero cuando vemos a ciertos detalles y sobre todo los alrededores quizá nos damos cuenta de la magia y singularidad del lugar. 

Sobre todo destaca el marco del portal de la ermita. Estas piedras revelan estupendamente la historia que se esconde entre estos muros y como la autentica ermita fue tapada por construcciones más recientes. Para saber más  recomiendo una vez más la pagina de Antonio García Omedes: «La Guía digital del Arte Románico«.

Si hemos elegido bien la fecha, el perro podrá bañarse en el estanco mientras visitamos la ermita y el refugio. Después debemos dedicarnos a explorar los alrededores.

La caseta de pastores

La caseta de pastores.
Robert sigue vigilando como un buen pastor mientras me echo la siesta.

La caseta de pastores

Las vistas al Castillo de Ordás

Las vistas al Castillo de Ordás y la Hoya de Huesca.

Tras un breve descenso llegamos a esta curiosa construcción que sigue en pie e intacta. Un cartel informativo muestra algunos datos interesantes.

Ademas veremos al castillo desde una perspectiva diferente. También merece la pena asomarse a la zona detrás de la caseta donde se encuentran unos muros de apoyo que forman pequeños campos o terrazas entre las rocas; un conjunto muy curioso y bonito.

Volvemos por la misma senda a la ermita. (Por cierto, esta senda tiene continuación y conecta con un pequeño aparcamiento que se encuentra junto a la Autovía del Monrepós. Tardaríamos apenas 15min en bajar.)

 El Castillo de Ordás

El Castillo de Ordás

El Castillo de Ordás.

Es quizás la construcción más interesante con la cual topamos en la excursión de hoy, a pesar de que se trata sólo de un muro. Este muro separa la plataforma cimera de una expuesta proa de su único acceso y convierte la cimera a una zona segura.

Cerca se esconden varios cuevas en un abrigo detrás del boj – quizás se trataba de los cobijos de los asediadores.

Sea como sea, el lugar es de cine, ya que hay muy buenas vistas a la Peña Gratal y sobre la Hoya de Huesca y por eso merece la pena detenerse un rato y almorzar, si hay ganas.

Ya de nuevo en la ermita iniciamos el retorno. En la misma terraza donde se ubica el templo arranca detrás una tímida senda hacia el sur. Esta lleva en breve a la Fuente y al Pozo de nieve de Ordás

El Pozo de nieve de Ordás

El Pozo de nieve de Ordás.

La Fuente y el Pozo de nieve de Ordás

La Fuente de Ordás

La Fuente de Ordás.
Arquitectura española moderna: botella de PVC y chapa oxidada.

Pasamos directamente por la fuente que suele llevar agua todo el año y un poco más adelante un cartel indica la bajada al pozo.

Regresamos a la senda principal y seguimos en dirección sur. Tras de pasar un pinar repoblado nos deja de nuevo en la pista forestal, por la cual seguimos como indicado.

A poco distancia podemos atajar la pista de nuevo. Esta vez arranca la senda a mano izquierda y salva unas amplias lazadas. Después de una corta marcha por la senda nos encontramos de nueva con la pista y la seguimos en el sentido ascendente. Pronto llegaremos al cambio de ras donde veremos la caseta del observatorio de buitres a mano derecha y enfrente marcan dos hito la senda que asciende al Piacuto.

El Piacuto

El Piacuto

El Piacuto.
Vistas a la Peña Gratal.

En la subida hay que superar varios pasos de I, nada preocupante, pero tenemos que tener en cuenta que después debemos ser capaces de bajar por estas mismas trepadas.

En apenas 30min estamos en la cima y podemos disfrutar de las vistas a casi todo el recorrido que hemos efectuado durante la jornada de hoy. Merece la pena.

Una variante para bajar de la cima existe en la cara este de la peña. La senda está mucho menos definida, pero carece totalmente de tramos complicados. Discurre hacia el norte por la cresta hasta un suave collado. Allí tuerce a la derecha y sigue bajando entre campos abandonados hasta topar con la senda que hemos recorrido  ya antes.

De nuevo en el observatorio de buitres seguimos por la pista, ahora bajando, hasta el cruce que conocemos ya. Esta vez seguimos en dirección Santolarieta como indica el cartel. Tras una incomoda marcha por piedras sueltas al principio llegamos a un desvío donde indica un cartel el Pozo de hielo de las Planas.

El Pozo de hielo de las Planas

La Carrascas de la Plana

La Carrasca de la Plana.

En la aproximación pasamos por la Balsa de San Mamés. Recomiendo controlar al perro en este lugar, ya que el agua está rodeado por una zona de barro putrefacto. (El perro, como el amo, tendrá de nuevo agua fresca en el pueblo.)

Cerca del pozo veremos un grupo de carrascas a 100m encima de la senda. Merece la pena visitarlas, ya que hay un ejemplar bastante viejo y sus copas hacen una sombra agradable que será bienvenida para sestear un ratito antes de volver al coche.

Retorno

Volvemos a la pista y seguimos por ella hasta el pueblo que se halla ya muy cerca.

Llegando al Castillo de Ordás

Llegando al Castillo de Ordás.

La Ermita de Nuestra Señora de Sescún

La Ermita de Sescún

La Ermita de Sescún.
Los últimos metros antes de llegar a la ermita o el final de la romería.
Un momento beato y glorioso para Robert.

En la vertiente oriental de la Sierra de Gabardiello yacen las ruinas de esta ermita en una modesta explanada. Era una construcción bella y muy curiosa, teniendo similitudes obvias a las iglesias del Serrablo. También se encuentran junto a dicha ermita las ruinas de varios edificaciones anexos, campos abandonados y un importante manantial. Sin duda ninguna merece la pena una visita.

Recorte Mapa Alpina

Recorte Mapa Alpina

El acceso recomendado se efectúa desde el Puerto de Orlato, Valle de Nocito, cara norte de Guara. Cualquier otro acceso sería de mucho desnivel, menos bonito y más largo aún. Como el lugar donde se encuentra nuestro objetivo está totalmente apartado del mundo moderno o de la infraestructura circulatoria, el acceso se hace fatigoso, pero es muy bello y nos introduce en una zona salvaje, intacta y poco transitada.

El sendero está señalizado claramente en todo el recorrido. Se ha recuperado una senda, vieja y noble, que conectaba a los pueblos de la cara norte de Guara con los de la Hoya de Huesca y cuya trocha vamos a pisar durante casi todo el trayecto. Esta circunstancia se refleja en los restos del buen empedrado del camino en algunos tramos o en los muchos muretes de apoyo. Andar por esta senda es como hacer un viaje en el tiempo. Esta sensación culmina llegando a las ruinas del Mesón de Sescún, la antigua «área de servicio» en esta ruta de transito. Más al sur del mesón una pista forestal substituye el sendero y esta presencia está ensombreciendo el estado de la trocha histórica, ya que no se limpia desde años y parcialmente fue destruida por la construcción de la pista. Pero no nos molesta en esta excursión, ya que es justo en el Mesón de Sescún donde nos desviamos por otra senda en búsqueda de la ermita.

Ficha SescúnDurante todo el trayecto debemos controlar al perro, ya que traspasamos pastos donde siempre se encuentra mucho ganado que no debemos molestar o asustar.

Así que, preparamos la correa y la mochila con el almuerzo, el agua y un mapa para efectuar este viaje en el tiempo a la Ermita de Nuestra Señora de Sescún.

Tiempo:

Del coche al Mesón de Sescún: 2h15.

Del Mesón al la Ermita de Sescún: 40min.

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Total: 5h30, jornada completa

Aparcamiento:

En la carretera de Belsué a Nocito, antes de bajar a este ultimo pueblo pasamos por el Puerto de Orlato, una amplia zona de campos. A mano izquierda veremos el cartel de madera que indica el nacimiento del sendero. 20m más adelante hay una explanada en el mismo margen de la carretera donde podemos aparcar cómodamente.

Acceso:

Volvemos por la carretera los 20m al cartel mencionado.

El trayecto hasta el Mesón es largo, pero totalmente obvio en todo momento. Al principio avanzamos por una pista entre campos, pero pronto se convierte en un sendero.

A medio camino, cerca del desvío que baja al Río Guatizalema o a Nocito, un cartel indica que hay una fuente escondido en el bosque debajo de la senda. El agua mana con poco caudal y forma sólo unos charcos en el suelo. Así que no sirve para nosotros, pero es suficiente para que el perro se refresque. Si los charcos al principio del camino están secos, será la única posibilidad hasta el Mesón para que nuestro amigo pueda abrevar.

El Mesón de Sescún

El Mesón de Sescún

El Mesón de Sescún.

Está ubicado en un lugar privilegiado: soleado, acogedor y rodeado por viejos prados. Además pasa cerca un torrente – el Barranco del Mesón – que suele llevar por lo menos un hilo de agua. Todavía se pueden observar las bordas y el recinto donde guardaban el ganado y la terraza donde los viajeros podían tomar algo después de un viaje, largo y fatigoso; todo derrumbado, sin embargo, con alguna imaginación las ruinas recuerdan al funcionamiento de los refugios de montaña existentes.

Recomiendo explorar a los alrededores. A parte de las aguas frescas del riachuelo, encontraremos unas bonitas carrascas, un caxico bien majo y en particular el viejo nogal que ha sobrevivido a lado del mesón desplomado.

La Ermita de Nuestra Señora de Sescún

La Ermita de Sescún

La Ermita de Sescún.

Para saber más detalles sobre la construcción y su arte recomiendo la pagina de Antonio García Omedes: «La Guía digital del Arte Románico«. Las ruinas y el entorno son francamente bonito, pero para nuestro perro lo más importante será el manantial.

Un acceso relativamente cómodo a una de las varias fuentes se encuentra un poco más abajo de las ruinas. En el ultimo cartel que indica la ermita veremos un pastizal húmedo justo delante que se convierte en una empinada canal. Por el margen izquierdo podemos descender hasta donde el agua sale a la superficie. Según la estación hay que bajar más o menos, pero suele manar agua por lo menos en la canal que sigue.

Retorno:

Volvemos por el mismo recorrido.

Volviendo por la noble senda

Volviendo por la noble senda.

 La Pardina de Orlato

La Pardina de Orlato

La Pardina de Orlato.
El único edificio que sigue en pie y sirve ahora de refugio pastoral.

En el otro lado de la carretera se encuentran a poca distancia las ruinas de dicha pardina. Si sobran fuerzas, podemos ir a explorar este lugar. Los más bonito del conjunto son los amplios campos que la rodean.

Si es necesario encontrar agua, nos podemos dirigir por estos mismos campos hacia el norte hasta topar con el GR1. Este sendero nos llevara al Barranco de Orlato que suele tener caudal permanente.

Vuelta por la Sierra de Gabardiella

El Gabardiella

El Gabardiella.
Disfrutando de las vistas mientras conquistamos la cima.

El Gabardiella es la peña más elevada en la divisoria que separa la cuenca del Río Flumen a la del Gutizalema. Además es la cima norte de esta cordillera. Hechos que prometen muy buenas vistas al Pirineo. La cresta de la Sierra de Gabardiella es relativamente cómoda para recorrer y no propone ningún obstáculo para nuestro perro o nosotros. Sin embargo, hay tramos curiosos como buitreras, hayas o acantilados, y según avanzamos, se abren las vistas a nuevos terrenos de la cuenca del Guatizalema y la zona de Sescún que se observan únicamente de aquellos lugares.

Ficha GabardiellaDado a estas características, hay mucha información sobre esta circular en las guías y Internet. Además la ruta esta bien trazada y marcada durante todo el trayecto de casi 7h.

Recorte Mapa Alpina

Recorte Mapa Alpina

Encontraremos agua en las cercanías del coche, al principio y final de la excursión. Durante la marcha pasaremos por una balsa en un pequeño collado, la cual veremos llena, si elegimos bien la fecha, pero se suele secar con facilitad.

El inicio de la excursión se encuentra en la carretera entre Belsue y Nocito. Hay un espacioso campo colindante a mano derecha de la carretera donde se encuentra un cartel indicativo. Este aparcamiento se encuentra antes del segundo zig-zag después del desvío a Lusera. La senda cruza por un vado o el Barranco de Lusera  que suele llevar agua en esta zona.

Colores de otoño

Colores de otoño.
La tomé en la bonita senda que baja a Cienfuens.

Si hay demasiado caudal debemos aparcar un zig-zag antes, cerca del desvío a Lusera. Allí hay carteles indicativos sobre la zona Cienfuens y podemos cruzar el río por un puente. Girando a la izquierda después del puente anclamos con la senda de ascensión en breve.

Puntos claves

La basa mencionada

La basa mencionada.
En aquella excursion en otoño la encontré seca.

La balsa se encuentra un collado antes de llegar al amplio Collado de Paúles. En este colladito nos tenemos que dirigir hacia la izquierda y en seguida aparecerá la pequeña balsa.

En el mencionado Collado de Paúles tenemos que girar a la derecha y seguir por el medio de los prados. (Cuidado allí con el ganado.)

En la zona herbosa no se divisa la pista, pero más adelante veremos que estábamos todo el rato siguiéndola.

Así se presentan los paredones de Cienfuens en la vuelta

Así se presentan los paredones de Cienfuens en la vuelta.

Más adelante, en un punto determinado y obvio dejamos la pista y seguimos bajando por una senda. Últimamente esta senda está muy de moda para la practica del BTT. Por eso debemos controlar al pero toda esta parte empinada, donde las bicis cogen velocidad y no pueden frenar como uno desea.

El viento levanta las orejas

El viento levanta las orejas…

Paseo por el joven Guarga

Robert bañándose en el joven Guarga

Robert bañándose en el joven Guarga.

Ya conocemos el paseo que nos lleva a los Caxicos de Lorente.

Croquis Mapa Sigpac

Croquis Mapa Sigpac.

En esta entrada presento un paseo por las mismas tierras que rodean estos árboles, pero más amplio llegando hasta unas bonitas pozas en el Río Guarga. Nos movemos durante todo la ruta por un terreno de antiguos campos que reflejan melancólicamente el mucho trabajo y la vida dura que tuve la gente del lugar. Otro objetivo de la excursión es la aldea de Los Molinos, antiguo barrio de Laguarta en la orilla del río, hoy en día abandonada.

Toda la zona es suave, los desniveles son pocos y el terreno resulta fácil de recorrer. Ademas es relativamente simple para orientarse, ya que nos encontramos en una ladera entre el río y la carretera, dos topes muy claros. Esto nos permite investigar también fuera de la senda o pista sin correr peligro de perdernos. Sin embargo hay que prestar atención al ganado suelto, que siempre se encuentra por estos prados.

Ficha LlorentePreparamos la mochila con el almuerzo y el agua, cogemos la correa del perro y visitamos los enigmáticos campos que componen el alrededor de Larguarta.

Tiempo:

Del coche al Campo Lorente: 15min.

De Lorente a Los Molinos: 30min.

De los Molinos a las pozas: 30min.

Volver al coche: 30min.

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Total: 1h45, media jornada.

Aparcamiento:

En la carretera de la Guagera A-1604 aparcamos en la ultima curva a la izquierda (km 26,5) antes de entrar en el pueblo. A mano izquierda se ven los cipreses del cementerio y a mano derecha hay una pista que describe un semicírculo. En esta pista hay sitio para dejar varios coches.

Acceso:

Buscamos un sendero entre muretes de piedras que nace unos pocos metros antes del desvío a la pista.

Bajamos por el sendero al Campo Lorente.

Los Caxicos de Lorente

Los Caxicos de Lorente

Los Caxicos de Lorente.

Siguen impresionando.

Para buscar la senda que sigue bajando al río y a la aldea Los Molinos debemos buscar un quejigo monumental y característico cerca de la entrada al recinto de Lorente. La senda original pasa justo por él bajando derecho hacia el río. La trocha se identifica fácil, pero en muchos tramos está invadida por la vegetación y tenemos que optar por un itinerario menos molesto por los campos colindantes, sin perder de vista al camino original.

El camino hacia Los Molinos

El camino hacia Los Molinos.
La senda sigue siendo flanqueada por quejigos monumentales.

Más abajo penetramos un pinar de repoblación donde la senda original se pierde y debemos seguir andando por sendas de ganado manteniendo la dirección hacia el río. El bosque desaparece y llegamos a una zona de amplios campos. Al fondo se divisan las primeras ruinas de Los Molinos.

Los Molinos

Los Molinos

Los Molinos.
Detalle de un dintel de la Casa Albas.

Eras, campos y ruinas.

Ya no sigue nada en pie, pero el lugar es encantador. Podemos ver las dos casas y la borda principal. La aldea está rodeada por eras y campos que bajan al río formando terrazas. Allí se esconden otros edificaciones o construcciones pequeños.

Además encontraremos un fácil acceso al río donde el perro puede refrescarse.

Para seguir nuestro paseo debemos ir por la orilla río arriba. Podemos elegir una senda próximo al río, umbrío pero con alguna molestia por la vegetación, o optar por las sendas de ganado que discurren por el extremo sur de los amplios campos, siempre paralelo al río.

Casa Albas en Los Molinos

Casa Albas en Los Molinos.

Sea como sea, llegaremos a un vado de una pista que da paso a la orilla opuesta que se compone en este lugar de amplias losas de conglomerado. Las pozas ya están cerca.

Las Pozas de Laguarta

La poza grande de Laguarta

La poza grande de Laguarta.
El agua está un poco turbio por la tormenta del día anterior. La losa mencionada está en la sombra.

Hay una poza encima del vado y hay dos pozas río abajo. La de arriba está próxima al vado y a las otras dos nos acercamos mejor por las losas mencionadas en la orilla opuesta. Nos situarán en la cabecera de la cascada que separa las dos badinas.

Allí encontraremos una piedra plana en la sombra de un caxico – un lugar idílico y tranquilo, ideal para sestear.

A la poza grande se accede destrepando por la misma cascada y la segunda, una perfecta marmita, tenemos delante y en ella nos bañamos con más facilidad. El agua suele estar fresco.

La poza marmita de Laguarta

La poza marmita de Laguarta.

Volvemos a la orilla opuesta y avanzamos por la pista que parte del vado en suave ascenso. Antes de que cruzar un barranco, veremos muros a mano derecha donde unos hitos marcan el inicio de la senda antigua que sube al pueblo. Nosotros nos quedamos en la pista.

Los tres caxicos

Los tres caxicos por cuya sombra discurre la pista.

En breve llegamos a un campo. Allí la pista, poco visible, discurre por debajo de tres caxicos descomunales en linea. En continuación resulta fácil seguirla hasta llegar al coche. En el camino veremos más árboles excepcionales, algunas construcciones pastorales como muretes de apoyo.

Nota personal:

Como he mencionado al principio, el terreno no propone muchos obstáculos, si optamos ir por libre. Hay un camino antiguo que sube al pueblo (lo mencioné antes). Merece la pena meterse por él a la zona de los campos que llega hasta Laguarta. Desde este camino se puede salir a los campos y explorar todo lo que se encuentra en ellos: refugios pastorales o casetas de herramientas, los muros que moldean las terrazas o simplemente rocas de forma rara que tenían alguna función en su tiempo y, sobre todo, más quejigos descomunales. Tenemos que seguir atentos a no asustar a los caballos, vacas o cabras.

Vale la pena perderse por estos campos.

Si subimos hasta el pueblo, podemos recargar las pilas en la casa rural «El Señor», pero después tenemos que volver al coche por la carretera. Por eso he elegido el retorno por la pista, aunque no es tan bonita como la senda antigua.

Retorno:

La pista topa con la carretera justo en el aparcamiento, donde hemos dejado el coche.

Una caseta de piedra incrustada en el muro de apoyo

Una caseta de piedra incrustada en el muro de apoyo.
Como el espacio interior es mínimo, parece que se trata de un guarda-herramientas con un dintel sobre-dimensionado.

La Pardina de Bail y el Dolmen de Ibirque

Robert y la Caseta de las Brujas

Robert y la Caseta de las Brujas.

EL Dolmen de Ibirque es un objetivo bien conocido para los excursionistas. La Pardina de Bail, al contrario, no ss conoce y está poco frecuentada por los humanos por todas maneras.  Son dos paseos distintos, sin embargo, les trato en un sólo articulo, ya que están muy cerca y el desplazamiento en el coche entre los dos paseos es mínimo.

Ficha BailAsí que, sobre el dolmen no perderé más palabras. Es fácil de encontrar.

Recorte Mapa Alpina

Recorte Mapa Alpina

Lo atractivo de la pardina es, aparte de las edificaciones y ruinas, los bonitos prados que la rodean. Mientras no hay ganado presente, el perro puede jugar y correr sin restricciones ningunas por estas suaves hierbas.

No hace falta que preparemos la mochila, ya que se trata de paseos muy cortos. Sólo cogemos la correa para explorar otro rincón olvidado de la Sierra de Guara.

Tiempo:

Desde el coche al Dolmen de Ibirque: 15min.

Desde el coche a la Pardina de Bail: 1omin.

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Total: 1h, calculando el desplazamiento del coche.

 

Aparcamiento:

Los dos aparcamientos se encuentran en la carretera que conecta Nocito con la Guargera.

El Dolmen de Ibirque: En el mismo Collado de Bail. Hay carteles y espacio.

La Pardina de Bail: Es algo más difícil. Tenemos que bajar desde el Collado Bail hacia Nocito. La primera pista a mano izquierda ignoramos, pero la segunda es la que lleva a la pardina. Esta a 600m del collado. Por desgracia, está muy rota y casi borrada. Hay que estar muy atento. Hay un pequeño ensanche donde cabe un coche.

Acceso:

Los paseos empiezan en los aparcamientos.

El Dolmen de Ibirque:

Seguimos por la pista como indican los carteles. Debemos acercarnos también en cualquier momento a la cresta para disfrutar de las vistas al Pirineo.

Buenas vistas a la Collarada

Buenas vistas.
En este angulo desde la Collarada a la Telera.

La Pardina de Bail:

En los prados de la Pardina de Bail.

En los prados de la Pardina de Bail.

Marchamos por la pista. No hay carteles, ni balizas. Pronto salimos del bosque a las praderas y topamos con la borda de la pardina.

Ruinas entre el boj

Ruinas entre el boj.
No se decir que función tenia este edificio.

A la do está la casa principal, monumental como un castillo. Se compone de dos edificios adosados, la cuadra y la residencia de la familia. Esta ultima está ya hundida y impide el paso al segundo piso de la cuadra que tiene un aspecto estable.

Hacia el este encontramos entre el boj otras ruinas de edificios más pequeños, terrenos derechos y estrechos que recuerdan a una pista muy antigua y prados donde el perro puede disfrutar.

Mirando hacia el noroeste veremos la silueta del dolmen. Lógico, ya que hemos visto antes desde allí la pardina.

La Pardina de Bail

La Pardina de Bail

Retorno:

Volvemos al coche por los mismos caminos respectivamente.

Robert posando como una Esfinge encima del dolmen

Robert posando como la Esfinge encima del dolmen.

La Piedra de los Moros

La Piedra de los Moros

La Piedra de los Moros.
Al fondo se ve la vieja acequia que viene de Vadiello.

Una buena excusa para un romántico paseo por la cuenca del Guatizalema en la Hoya de Huesca nos da la Piedra de los Moros. Se trata de un conjunto de bloques de arenisco que fue adaptado por el humano como almacén, refugio o esculturas religiosas. Estaban en «funcionamiento» hace muchos años, hoy en día encontramos los bloques de estas curiosas formas dentro de un pequeño carrascal como unas reliquias que recuerdan de una época olvidada y lejana.

Merecen una visita sin duda.

Recorte Mapa Alpina

Recorte Mapa Alpina.

Para hacer el paseo mas atractivo para el perro propongo un vuelta circular que pasa por la bonita poza del Azud de Sipán. Otra atracción que veremos son las ruinas de la Ermita de San Esteban y si nos quedan ganas y tiempo podemos prolongar la ruta hasta el Puente de Sipán.

Para no aburrirse en las pista que vamos a recorrer sería una buena jugada plantear este paseo en primavera – cuando los campos son verdes, las pistas flanqueadas por flores y el calor del día todavía es aguantable.

Preparamos la mochila con agua y un pequeño almuerzo, no nos olvidamos de la correa y damos este paseo por un terreno sin acantilados, cumbres o gorgas, pero sin embargo entretenido, curioso y bonito.

Ficha Piedra de MorosTiempo:

Desde Ayera a la Piedra de los Moros: 30min.

De la Piedra al Azud de Sipán: 30min.

Volver por Sipán: 1h

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Total: 2h30, media jornada

Visita adicional del puente y pueblo de Sipán (ida y vuelta): 1h

Aparcamiento:

Vamos hacia Almunia del Romeral por la HU-V-3314.

Antes de entrar en el pueblo tomamos una pista a mano derecha que lleva a la Ermita de San Esteban. Allí aparcamos el coche.

Acceso:

Buscamos la subida a la ermita.

La Ermita de San Esteban

La Ermita de San Estebán

La Ermita de San Esteban.

Entre la ermita, el cementerio y el curioso montículo donde se ubica se trata de un lugar muy interesante. Un panel explicativo nos informa sobre los detalles.

En la cara norte se pueden todavía contemplar los restos de unos silos que fueron escavados y pulidos en la roca.

Muy curiosa me parece la carrasca que crece por una grieta en un bloque. Se encuentra a lado del camino de acceso que fue empotrado en el arenisco igual.

Vamos por la pista indicada hasta el punto donde parte la senda a la Piedra de los Moros, también indicada.

La Piedra de los Moros

Uno de los bloques del conjunto de la Piedra del Moro

Uno de los bloques del conjunto de la Piedra del Moro.
Aquí vemos a Robert, pero si posaría Papa Pitufo tampoco estañaría.

Un panel indicativo nos habla de la edad, la funcionamiento y la leyenda que rodea este curioso lugar.

Volvemos a la pista y la seguimos en dirección norte. En el próximo cruce tomamos la pista que lleva a Sipán (indicada). Nos quedamos en la pista principal y en una bifurcación aguda tomamos el ramal izquierdo. Este topa en seguida con una pista que está flanqueada por unos hitos de cemento en los cuales está escrito «prohibido pastado». (Parece que la maleza está reservada para las abejas.) Giramos a la izquierda y bajamos al Río Guatizalema. Pronto veremos la poza del Azud de Sipán.

El Azud de Sipán

La Poza del Azud se Sipán

La Poza del Azud se Sipán.

Hay una senda, pendiente pero obvia, que baja a la orilla.

Este lado del río muchas veces está tocado de las crecidas y lleno de barro. Para llegar a la otra orilla opuesta podemos cruzar el río con cuidado por la presa. Nos mojaremos hasta los tobillos.

Volvemos por la pista a la zona de los hitos y seguimos por ella recto. Así avanzamos por esta larga pista derecha y ignoramos varios desvíos siempre tirando en linea recta. Finalmente llegamos a un cruce donde unos carteles indican que podríamos optar por bajar al pueblo de Sipán. Pero si queremos volver a Ayera debemos girar a la derecha y seguir por la pista que se aleja hacia el oeste.

El pueblo de Sipán

El Puente de Sipán

El Puente de Sipán.
Idílico puente sobre el Guatizalema; detrás se ve la iglesia del pueblo.

El pueblo con su bonito núcleo está a menos de 10min.

Si queremos andar un poco más podemos visitar el puente románico que está a 15min del pueblo. Allí el perro podrá bañarse de nuevo.

Debemos controlar al perro por el pueblo, ya que hay varios machos y en la bajada al puente tenemos cruzar la carretera.

De nuevo en el cruce encima del pueblo tomamos rumbo al oeste para llegar a Ayera. No hay ningún cartel que lo indique, pero el camino es obvio.

Retorno:

Volvemos por la pista mencionada hasta el coche.

Una carrasca valiente

La carrasca valiente cerca de la Ermita de San Esteban.