La Ermita de Nuestra Señora de Sescún

La Ermita de Sescún

La Ermita de Sescún.
Los últimos metros antes de llegar a la ermita o el final de la romería.
Un momento beato y glorioso para Robert.

En la vertiente oriental de la Sierra de Gabardiello yacen las ruinas de esta ermita en una modesta explanada. Era una construcción bella y muy curiosa, teniendo similitudes obvias a las iglesias del Serrablo. También se encuentran junto a dicha ermita las ruinas de varios edificaciones anexos, campos abandonados y un importante manantial. Sin duda ninguna merece la pena una visita.

Recorte Mapa Alpina

Recorte Mapa Alpina

El acceso recomendado se efectúa desde el Puerto de Orlato, Valle de Nocito, cara norte de Guara. Cualquier otro acceso sería de mucho desnivel, menos bonito y más largo aún. Como el lugar donde se encuentra nuestro objetivo está totalmente apartado del mundo moderno o de la infraestructura circulatoria, el acceso se hace fatigoso, pero es muy bello y nos introduce en una zona salvaje, intacta y poco transitada.

El sendero está señalizado claramente en todo el recorrido. Se ha recuperado una senda, vieja y noble, que conectaba a los pueblos de la cara norte de Guara con los de la Hoya de Huesca y cuya trocha vamos a pisar durante casi todo el trayecto. Esta circunstancia se refleja en los restos del buen empedrado del camino en algunos tramos o en los muchos muretes de apoyo. Andar por esta senda es como hacer un viaje en el tiempo. Esta sensación culmina llegando a las ruinas del Mesón de Sescún, la antigua «área de servicio» en esta ruta de transito. Más al sur del mesón una pista forestal substituye el sendero y esta presencia está ensombreciendo el estado de la trocha histórica, ya que no se limpia desde años y parcialmente fue destruida por la construcción de la pista. Pero no nos molesta en esta excursión, ya que es justo en el Mesón de Sescún donde nos desviamos por otra senda en búsqueda de la ermita.

Ficha SescúnDurante todo el trayecto debemos controlar al perro, ya que traspasamos pastos donde siempre se encuentra mucho ganado que no debemos molestar o asustar.

Así que, preparamos la correa y la mochila con el almuerzo, el agua y un mapa para efectuar este viaje en el tiempo a la Ermita de Nuestra Señora de Sescún.

Tiempo:

Del coche al Mesón de Sescún: 2h15.

Del Mesón al la Ermita de Sescún: 40min.

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Total: 5h30, jornada completa

Aparcamiento:

En la carretera de Belsué a Nocito, antes de bajar a este ultimo pueblo pasamos por el Puerto de Orlato, una amplia zona de campos. A mano izquierda veremos el cartel de madera que indica el nacimiento del sendero. 20m más adelante hay una explanada en el mismo margen de la carretera donde podemos aparcar cómodamente.

Acceso:

Volvemos por la carretera los 20m al cartel mencionado.

El trayecto hasta el Mesón es largo, pero totalmente obvio en todo momento. Al principio avanzamos por una pista entre campos, pero pronto se convierte en un sendero.

A medio camino, cerca del desvío que baja al Río Guatizalema o a Nocito, un cartel indica que hay una fuente escondido en el bosque debajo de la senda. El agua mana con poco caudal y forma sólo unos charcos en el suelo. Así que no sirve para nosotros, pero es suficiente para que el perro se refresque. Si los charcos al principio del camino están secos, será la única posibilidad hasta el Mesón para que nuestro amigo pueda abrevar.

El Mesón de Sescún

El Mesón de Sescún

El Mesón de Sescún.

Está ubicado en un lugar privilegiado: soleado, acogedor y rodeado por viejos prados. Además pasa cerca un torrente – el Barranco del Mesón – que suele llevar por lo menos un hilo de agua. Todavía se pueden observar las bordas y el recinto donde guardaban el ganado y la terraza donde los viajeros podían tomar algo después de un viaje, largo y fatigoso; todo derrumbado, sin embargo, con alguna imaginación las ruinas recuerdan al funcionamiento de los refugios de montaña existentes.

Recomiendo explorar a los alrededores. A parte de las aguas frescas del riachuelo, encontraremos unas bonitas carrascas, un caxico bien majo y en particular el viejo nogal que ha sobrevivido a lado del mesón desplomado.

La Ermita de Nuestra Señora de Sescún

La Ermita de Sescún

La Ermita de Sescún.

Para saber más detalles sobre la construcción y su arte recomiendo la pagina de Antonio García Omedes: «La Guía digital del Arte Románico«. Las ruinas y el entorno son francamente bonito, pero para nuestro perro lo más importante será el manantial.

Un acceso relativamente cómodo a una de las varias fuentes se encuentra un poco más abajo de las ruinas. En el ultimo cartel que indica la ermita veremos un pastizal húmedo justo delante que se convierte en una empinada canal. Por el margen izquierdo podemos descender hasta donde el agua sale a la superficie. Según la estación hay que bajar más o menos, pero suele manar agua por lo menos en la canal que sigue.

Retorno:

Volvemos por el mismo recorrido.

Volviendo por la noble senda

Volviendo por la noble senda.

 La Pardina de Orlato

La Pardina de Orlato

La Pardina de Orlato.
El único edificio que sigue en pie y sirve ahora de refugio pastoral.

En el otro lado de la carretera se encuentran a poca distancia las ruinas de dicha pardina. Si sobran fuerzas, podemos ir a explorar este lugar. Los más bonito del conjunto son los amplios campos que la rodean.

Si es necesario encontrar agua, nos podemos dirigir por estos mismos campos hacia el norte hasta topar con el GR1. Este sendero nos llevara al Barranco de Orlato que suele tener caudal permanente.