Desde siempre siento una gran admiración por los arboles. Me dan respeto y envida sana por su resistencia, edad y tranquilidad. Mi perro los admira también, pero su afecto se manifiesta de otra manera…
Ademas, los árboles producen cierto ambiente. Por ejemplo: los quejigos, en invierno, dan un toque tenebroso a su alrededor o las carrascas me protegen con su amplia y densa copa.
El Caxico de San Úrbez
El Caxico de San Úrbez.
Milenario, impresionante… se puede trepar por el interior del tronco para llegar al fuste.
EL Quejigo de San Úrbez.
Robert también subía.
El Roble de San Úrbez.
En la penumbra en invierno – tenebroso.
EL Caxico de San Úrbez
Los Caxicos de Lorente
Los Caxicos de Lorente.
Una tarde con la familia.
Desde fuera del recinto.
Robert ha buscado la sombra.
Perspectiva desde la conejera.
Impresiones del Hayedo del Balcez
El Hayedo de Santa Marina es una curiosidad por si mismo.
En uno de mis paseos he encontrado dos hayas que se dan las manos.
Un viejo quejigo en una pedrera debajo de las Cuevas de Bagüeste.
Un haya viejo.
Parece que nos mira…
Los primeros hayas desde Santa Marina en invierno.
Caxicos de brazos muy largos.
Un gigante caído.
En la foto no se aprecia el tamaño que tiene este tronco. Me llegó hasta los hombros. Por desgracia, no encontró una muerte natural. Fue cortado hace muchos, muchos años cuando empresas de madera sacaban árboles de este bosque. Supongo que los más grandes y nobles fueron cortados con más ganas. ¿Cómo estaría este bosque, si el hombre no se hubiera interpuesto?
Colores de otoño.
La Carrasca de San Lorenzo.
En el Camping Mascún resiste este ser centenario. (Hablo del árbol, no de Robert, ni de mi hijico Yacme o mi mismo)
Un viejo quejigo cerca de la confluencia del Barranco Nazapales con el Río Flumen.
Un quejigo solitario.
Cerca de la Cueva Monrós resiste este árbol viejo.
La Carrasca de Santa María de la Nuez.
Un paseo por pista de 1 hora en total nos lleva hacia ella – buenas vistas, pero seco.
Hay que tomar en el pueblo la misma pista que lleva al Tozal de Asba, pero en vez de bajar en la primera bifurcación a la derecha, subimos por la izquierda. Hay un cartel a lado de la pista para indicar donde se esconde.
La Carrasca de Roque en Adahuesca.
Un quejigo muerto en Belsué.
Muy visible desde la carretera que baja desde el Mesón Nuevo.
El Chinebro de Chibluco.
Por la recomendación de Brusa me he ido en búsqueda de este viejo ejemplario de enebro. Le encontró a lado de una granja en la pista que conecta Chibluco con la presa del Embalse de Montearagón.
El Chinebro de Chibluco.
Dicen que es milenario.
La Carrasca de Miguel cerca de Colungo.
A esta bonita encina de varios troncos se llega por una pista a mano derecha a 3km de Colungo en dirección Somontano. Desde la carretera se ve la copa.
Un caxico cerca de Lusera.
No es el más grande, ni el más viejo, pero es muy bonito, sano y tiene una copa amplia como una carrasca.
El mismo quejigo cerca de Lusera.
Higuera cerca de la central del Vero debajo de Alquézar.
Es muy curioso como trepan las raíces por la roca.
La misma higuera cerca de la central del Vero debajo de Alquézar con la abuela Carmen para contemplar este tamaño excepcional (el del árbol).
La Pardina Villanueva en la meseta de Otín.
Dos majos árboles se encuentran en los alrededores: un quejigo y una carrasca – lado a lado. Aunque son de la misma familia (Quercus), tienen unas apariencias muy distintas. La foto la tomé en invierno.
El Barranco Cajical cerca de Nocito
Como indica el nombre: en las laderas de este barranco desconocido se encuentra un viejo bosque de robles – viejo como la misma Sierra de Guara. Antes sólo había visto ambientes como me he encontrado en él, en películas de fantasía, pero ahora sé que existen en el mundo real … y no muy lejos.
En el caso del Barranco Cajical no se trata de un ejemplar extraordinario y aislado como en San Úrbez o unos campos repletos de quejigos descomunales como en la Pardina Albás. No. Se trata de un verdadero bosque compuesto de seres antiguos – los quejigos, el musgo, la hiedra, el boj y quién sabe cuantos más.
Las siguientes imágenes estáticas no pueden describir el ambiente que domina el bosque, pero quizás animan a algunos lectores aficionados a hacerle una visita. Pero ¡cuidado! cada vez que volví, los árboles habían cambiado de sitio…
Más información se encuentra en la entrada «La Pillera total – Los bosques y las pozas en el entorno de Nocito«.
El Barranco Cajical.
Un gigante caído a lado de un hito extraordinario – en medio de ninguna parte…
El Barranco Cajical.
Boj y robles
El Barranco Cajical.
En general se puede caminar bien por este bosque, pero si hay rastros de una senda se avanza mejor.
El Barranco Cajical.
El Barranco Cajical.
El Barranco Cajical.
Lecina
La Castañeda en Lecina.
Ella y la de Becha son las encinas más viejas de la zona. Impresionante y famosa.
El caxico colgado en la Fuente Espuña.
Un caxico escondido entre los campos alrededor del pueblo.
El quejigo que se encuentra en el camino al Molino de Almazorre.
Un bonito caxico en la orilla del Formiga.
Se encuentra donde la pista de la Fueva cruza el río.
La Carrasca de Radiquero.
Este bonito árbol crece cerca de la carretera a lado de la Bodega Monclús. La llaman Carrasca de Cazcarra o de Monclús, dado que crece justo entre los campos de estas dos familias.
El impresionante olmo muerto de la Pardina Latorre.
Poco conocido, ya que sólo hay una «pista» sobre su existencia en el mapa de Editorial Pirineo. Arturo González lo está mencionando sin más descripciones (porque está fuera de la cuenca del Alcanadre…) en su libro «La montaña olvidada». Por todas maneras, el acceso a la Pardina Latorre es complicado…
La Pardina Latorre.
El olmo se ve ya desde lejos y ayuda a orientarse. Detrás se asoma la Cotiella nevada.
El viejo pino en la Sierra de Bonés.
Uno (no el mayor) de los quejigos en Naya.
Otro de los quejigos en Naya.
Este sí, es el mayor y quizás el más viejo de toda la sierra.
El mismo quejigo en Naya.
Robert parece enano en comparación.
Olivos
Primero unas fotos de los olivos famosos en los alrededores de la Sierra de Guara, como la Olivera de Nadal en Colungo, asi como unos que se encuentran en Almazorre y Asque.
Sin embargo, voy a presentar más abajo fotos de unos olivos que no tienen un tamaño especial, sino los he encontrado en lugares inesperados. Los encontré apartados de los pueblos, olvidados en campos abandonados…
La Olivera Nadal en Colungo.
Me puse contento encontrando algo más gordo que yo.
En Almazorre.
En Almazorre.
En Almazorre.
Con el bonito templo al fondo.
En Asque.
La senda que baja de Basacol a la Gran Visera del Rio Vero traspasa este campo de olivos con sus propias bordas (en ruinas). Es parte de la ruta a los Oscuros.
La Peña Bobín al fondo
La senda que baja del Huevo de Morrano a la Fuente Tamara traspasa tambíen un viejo campo de Olivos. Vuelta por los Estrechos de Tamara y el Huevo de Morrano.
Cerca de la Fuente de Tamara
Cerca de la Fuente de Tamara
Más escondido están los Olivos del Barranco Rosico entre Asque y Alquezar. Los he mencionado en esta página (Excursiones no realizadas), aunque no hay ningún buen camino que llevase a ellos.
Olivos del Barranco Rosico
Olivos del Barranco Rosico
Más quejigos de San Úrbez (menos celebres, pero también impresionantes)
¿Qué es el secreto de estos árboles tan torcidos y deformados y de troncos excepcionalmente gruesos?
Creo que el secreto hay que buscar en la vida de la gente del lugar. La leña del roble es buena y demandada – hoy como antes. Cuando los campesinos hicieron leña, la elaboraron salvando al árbol que, si siguiera vivo, podría dar leña en los siguientes inviernos también. Respetando la naturaleza de tal modo, cortaban sólo las ramas o partes de varios árboles, salvando la vida de cada uno. Por cientos de años el árbol sigue creciendo, pero adapta esta forma rara de tronco demasiado grueso en relación a sus ramas o su tamaño total.
Hoy en día resulta que aquella forma respetuosa de tratar con la naturaleza nos afecta todavía – hay pocos árboles de tanta belleza y majestuosidad en el mundo moderno.
Un quejigo en San Úrbez.
Detrás se ve el santuario.
Otro quejigo en los alrededores de San Úrbez.
Otro caxico descomunal en la zona.
Quejigos alrededor de los pueblos de la Sierra
Por algunas aldeas en la Sierra de Guara se suelen encontrar conjuntos de quejigos de gran tamaño, sin embargo, no en todos los pueblos se encuentran. Su existencia depende de la gestión del rendimiento que les sacaba la gente de la zona – el provecho que permite un árbol vivo para hacer leña, marcar terrenos o conservar lugares de sombra para que el ganado o el pastor puedan sestear.
Como ejemplo conocido sirve Otín o San Úrbez (mira arriba). Pero otros pueblos, menos conocidos, destacan con gigantes parecidos. Aquí algunos ejemplos:
Las Bellostas:
El Quejigo de Las Bellostas.
Ya circula alguna foto de este Caxico por la web, dado que se encuentra muy cerca de la carretera.
El mismo árbol.
Sólo queda viva una rama, pero esta es grande como un quejigo normal.
Un quejigo curioso de tres pies.
Otro caxico majo.
Es visible desde la carretera hacia Sarsa de Surta
Grasa – Yéspola
En el camino de Grasa a Yéspola hay varios ejemplarios viejos. Sin embargo, el más bonito se halla en los campos de la Caseta Samper…
Caxico en los campos de Yéspola.
En el camino de Grasa a Yéspola.
La Caseta Samper en Grasa.
El Caxico de la Caseta Samper.
El Caxico y la Caseta Samper
Laguarta
Caxico cerca del recinto de Lorente.
Caxico listo para un abrazo.
Se encuentra en el camino a Los Molinos.
Este quejigo encontramos entre los campos de Los Molinos.
Este se agarra a una roca, increíble.
Un caxico en el Barranco de San Salvador.
Y otro en medio de nada…
Laguarta es un paraíso para los quejigos y para los que los admiren.
Abellada
Un caxico en Abellada.
Este precioso ejemplario de quejigo nos saluda en la llegada al pueblo abandonado de Abellada.
Otro quejigo en Abellada.
Al fondo se ve el Tozal de Guara.
Abellada.
Los prados que rodean la aldea están repletos de viejos caxicos.
En los campos de Abellada.
Los dos álamos de Abellada.
Toda la zona de Abellada es un paraíso para los amantes de los árboles.
Grandes bellezas de almas distintos.
El corazón de Abellada.
La Pardina Albás
El Caxico de Fraixineto.
Se encuentra a lado de la pista que conecta con San Hipólito – una maravilla.
Quejigos marcando fronteras.
Los campos que rodean la pardina por el sur están repletos de quejigos.
Un titán caido.
No todos resisten a las amenazas del tiempo.
Uno de los caxicos más viejos.
Se encuentra en los campos al oeste de la aldea.
El mismo comiéndose a nuestra querida Marian.
Otín
El Cajigar de Otín.
En la zona donde se aleja el Sendero de la Costera del Cañón del Mascún encontramos a mano derecha un ralo bosque de viejos caxicos: el Cajigar.
Uno de los quejigos de Otín.
Otro bonito ejemplario de dos troncos en Otín.
Un quejigo con el tronco retorcido.
Bagüeste
Un quejigo descomunal en Bagüeste.
Se encuentra escondido entre las terrazas de los campos abandonados al este del pueblo en conjunto con muchos más.
Otro quejigo descomunal en Bagüeste.
Se ve que Robert sufrió por la sed, no obstante fue invierno. Una media hora más tarde estuvimos ya en el río.
El quejigo más grande en el pueblo de Bagüeste.
Se esconde entre los árboles que forman el bosque que invadió los campos abandonados.
Mi favorito.
Cerca del pueblo, en la bajada al Vado, se encuentra uno de los
caxicos más bellos de toda la sierra.
Nocito
En el Valle de Nocito se encuentran quejigos excepcionales como conchas en la playa…
En el bosque cerca de la toma de agua se hallan varios ejemplarios majos.
Este bonito quejigo se encuentra en los campos al sur del pueblo.
A lado de la pista que viene de la Pillera se encuentra un caxico enorme.
En el barrio de San Pedro cerca de la ermita marca este árbol los terrenos.
En un campo en el medio del pueblo llama la atención por su forma grotesca.
Este caxico de dos troncos retorcidos está incrustado en la valla que marca el camino que sube a San Andrés.
Pinos
No me he encontrado tantos pinos excepcionales como caxicos estos años, pero sin duda hay algunos que deben tener su rinconcito en esta pagina también. Ya hay una foto del pino de tres troncos que vi en Bonés, aquí pongo otros más:
En el Barranco de las Paúles.
En la bajada del Collado de las Paúles al Embalse de Cienfuens se traspasa un viejo pinar.
Este pino orgulloso se encuentra cerca de la senda.
En la cara sur del Pico Gratal.
Hay un prado salpicado de viejos pinos en la cara sur del Pico Gratal (no la Peña Gratal).
En la cara sur del Pico Gratal.
Muchos secos, algunos caídos y otros resistiendo.
En la cara sur del Pico Gratal.
Un gigante caído que obstruye la pista.
Cerca de la Punta del Corcurezo.
Cerca de la Punta del Corcurezo.
Cerca de la Punta del Corcurezo.
Son quizás los más destacables de todos.
Se encuentran en un pequeño pinar entre el Puerto de Petreñales y el Corcurezo. La senda pasa por medio de este grupo árboles retorcidos.
ÍNDICE DE LAS EXCURSIONES
… por duración
… por dificultad
… por temas
Hola otra vez, por lo que e visto en tu blog as visitado San Martín de la Bal d»Onsera, como veo que te gustan los grandes arboles, te informo por si no lo conoces que cerca de ese lugar en el pueblo de Chibluco se encuentra un chinebro milenario, asta que no estas entre sus ramas no puedes apreciar lo espectacular que es, te animo a que lo vayas a ver cuando puedas.
Un saludo
brusa
Muchas gracias por la información. Ya he leído algo en la pagina de Mariano Seral, pero no lo he visto en directo. Recomendaciones como la tuya siempre están bienvenidas, gracias! Un paseo nuevo está programado.
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Tienes q ver los cajicos de lorente en laguarta. En el viejo camino al barrio del molino.
Sin duda lo mas impresionante de guara q he visto en arboles es la zona entre santa marina-cueva de bagueste y el curso del balced. Necesitas buena letra y saber hacer para recorrerla pero no he visto cajicos asi nunca.
Un saludo.
Hola Aturo
¡Que gran honor tener noticias tuyas!
Los Quejigos de Lorente voy a programar para las próximas vacaciones y el Hayedo de Santa Marina ya conozco parcialmente, pero queda mucho para descubrir como deduzco de tu comentario.
¡Gracias, por tus recomendaciones!
Magnifico trabajo. Saludos. http://foto-natura-huesca-2.blogspot.com.es/
Gracias Miguel Ángel.
He topado ya varias veces con estas fotos impresionantes que expones en tu web. Que «afición» más interesante y extraordinaria. Saludos.
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Hola. Me gustaría saber donde esta el haya de la foto. La que el pie de foto pone que parece que nos mira. Enhorabuena por la página nos sirve de gran ayuda para los que no conocemos y queremos hacer rutas por la sierra de guara.
Gracias un saludo.
Hola Juan
Este Haya se encuentra en el Hayedo de Santa marina en el Cañón del Balcez. El camino que llamo «La senda por el Hayedo» te lleva allí.
En esta entrada tienes más info:
Te aviso que es un camino perdido y a veces difícil de averiguar.
Saludos, Bobi