Uno de los quejigos centenarios en Naya.
De los dos gemelos que se encuentran en el centro de las campas es la ‘peque’.
Como he dicho ya al principio, el modelo de perro es Robert. Por supuesto, estoy intentando adaptar esta imagen de mi perro a la amplia gama de todos los perros que existen. Pero ¿cuáles son los verdaderos parámetros, que uso, para evaluar el grado de dificultad, o para descartar una excursión, considerándola demasiado peligrosa para el perro? Sin duda, estas decisiones son subjetivas y reclaman una explicación más detallada o, incluso, un tipo de definición.
- Primero, la gran idea detrás es:
El perro debe disfrutar, sin hacer mal a los demás animales o personas, ni a sí mismo.
- Segundo, el perro debe quedarse en terreno propio de su especie.
Por ejemplo, una gorga estrecha, el desierto o la ciudad no son terrenos propios de los perros. Allí nuestro amigo no se sentirá cómodo. Al contrario, un prado, el bosque o un río, desde luego, son terrenos adecuados.
Básicamente, se puede generalizar este punto para todas las razas y perros. Sin embargo, hay variaciones considerables debido a la raza, la educación o la experiencia. Por ejemplo, hay perros que saben bucear varios metros, y otros se aprovechan del agua sólo para mojarse la tripa.
Como la montaña nos desvía por una multitud de paisajes distintos en el camino al objetivo, a veces tenemos que aceptar unos pasos por terreno inapropiado. Por eso, hay que cotejar la intensidad (la intensidad la entiendo como el producto de la duración, la longitud y la dificultad) de un tramo por dicho terreno con la motivación para pasar este tramo. Esta motivación nos da, por ejemplo, el paraje que vamos a encontrar después o la belleza del mismo tramo. Muchas veces tenemos que pasar por un barranco estrecho para encontrar detrás un cañón abierto salpicado de pozas, o trepar una canal pendiente para hacer cima.
Según estas reflexiones descarto en el libro:
- Todos los caminos, que implican un avance con rápeles.
Un perro no disfrutaría, si le bajáramos por una pared o una cascada colgándole de una cuerda.
- Todos los tramos acuáticos a nado que superan 50m.
Normalmente, el terreno nos obliga a nadar, si la poza está encajonada entre paredes. En badinas de este tipo no hay ningún espacio en la orilla, donde el perro podría salir del agua para descansar. Cuanto más largo sea este tramo, más nervioso se pondrá el perro y más peligro correrá. Tramos largos de este tipo de terreno no son aptos para el perro. En cambio, si el perro ve una orilla en el otro lado del estrecho, nada con mucha más tranquilidad y seguridad.
Por esta razón he limitado la distancia. Dichos 50m – el número – mide la Gorga Esparraguera del Río Vero que es la badina más larga que aparecerá en el blog.
- Todos los caminos que van por carretera.
Un Buitre Leonado en el fondo del Salto de Roldán.
Las canales pendientes, los resaltes de roca, los pasos por cornisas o los barrancos estrechos, tampoco son terreno apropiado para el perro, pero son unos pasos inevitables para llegar a los objetivos de las excursiones. Por eso, no los descarto, sino los trato con la seriedad que merecen y muestro el comportamiento correcto y las medidas de seguridad adecuadas para superarlos.
Finalmente, el lector debe captar toda la información de los descripciones y decidir, si una excursión es apta para tu perro. Hay una variación tan amplia de tamaños y razas, que esta última tarea sólo la puede cumplir el amo mismo – tú.
Sé que hay perros que, incluso, están acostumbrados a hacer rápeles, otros saben bucear sin miedo por las badinas más oscuras, a otros se les puede llevar en la mochila para superar unas clavijas, y otros se dañan las patas, si corren una media hora por terreno rocoso, por falta de costumbre. He visto ya todo eso, pero sólo tú – el amo – sabrás, si tu perro está disfrutando.
Robert.
Disfrutando de las aguas del Río Vero
La Sierra de Guara, mi perro y yo 
hola!!
qué blog más bueno y más perfecto para los que nos gusta caminar y disfrutar de los perros!!!
estos próximos días teníamos pensado ir a Ordesa a hacer rutas con los perros peeeeeeeeero cual fue mi sorpresa cuando me enteré que la única opción para subir a Ordesa es ir en bus (sin perros???) o en todo caso andar 2:30 antes de empezar ninguna ruta!!! Subiremos, pero creo que explotaremos la opción B: descubrir la sierra de Guara, que por lo que acabo de ver en este blog no es mocodepavo!
Una consulta.. me he leído tu blog de cabo a rabo, pero creo que Robert es mucho más valiente que mis dos caguetas y me preguntaba si podías recomendar alguna ruta de 4-5 horas sin pasos aereos o cornisas muy estrechas, como la que Robert pasó en Mascún. Te lo agradecería y los chuchos creo qué te lo agradecerán más!
Muchas gracias, te sigo!!
Hola!! Gracias.
Cerca de Ordesa tienes muchas posibilidades sin coger el autobús:
– Desde Bujaruelo (llegarás todo el verano con el coche) al valle de Otal (1h30), al Ibon de Ordiso (3h), por el valle del Ara (hasta 3h) o al Puerto y/o los ibones de este valle (3h, extensible hasta Saradets y la Brecha (digamos 4h30)).
– El Pelopín y el pueblo abandonado de Otal desde Cotefablo es una vuelta de 3h semicircular y suave muy bonita (extensible por la cresta del Manchoya).
Si quieres visitar la Sierra de Guara, de recomiendo la visita del Río Sieste, del Coñolmundo y Morcat.
Mira la entrada. Estará bien de agua ahora. Puedes hacer sólo una parte para no tardar demasiado, como subir hasta la cabecera de la cascada. Si inicias el recorrido en el Valle de Sieste, cerca de Boltaña, el acceso con el coche no es demasiado largo.
Si vas pronto ten en cuenta que todavía hay mucha nieve. Esta y el deshielo limitan los posibilidades… Suerte y pasadlo bien.
qué bien, voy a investigar!
gracias mil!
Bobi, eres un sabio. Lo había olvidado.
Raúl!! Que alegría.
Lo has recordado mal: el sabio es Robert, yo sólo soy el usufructuario 🙂