Ascensión al Pico de Mondinero

El Pico de Mondinero

El Pico de Mondinero.
Las vistas al Cuello Lizana en invierno.

Esta ascensión es una excursión relativamente popular. Hay descripciones en varias guías como en la de Enrique Salamero, Oscar Ballarín (las dos muchas veces citadas), Manuel López Sarrión (una guía editada por Penthalón en el año 1990) o Juanjo Alonso (esta se llama «Excursiones en la sierra y cañones de Guara» editada por Desnivel y lo describe como retorno de la Cresta de la Ronera).

Sin embargo, opto por tratarla en el blog de manera detallada y presentar una versión que es más apta para nuestro perro. Esta variante circular por el Cuello Lizana y las Gargantas de Fabana no es ningún invento nuevo, pero poco mencionada en las guías y los mapas de Guara.

Recorte Mapa Alpina

Recorte Mapa Alpina

Si planteamos la ruta de este modo encontraremos agua en la vuelta, lo que nos agradecerá nuestro perro, ya que la subida al pico por la cara sur es muy calurosa, intensa y carece de agua.

La desventaja es que la senda que baja desde la cima al Cuello Lizana es delicada. Hay pasos de II y la trocha resulta a veces difícil de identificar. Sin embargo es apta para los perros y nos introduce en un viejo bosque de gran belleza.

Así que, preparamos la mochila con un buen almuerzo, abundante agua y la correa para coronar el Pico de Mondinero.

Ficha MondineroTiempo:

Acension al Pico de Mondinero: 2h.

Bajada al Cuello Lizana: 30min.

Regreso por la Garganta de Fabana a la Tejería: 1h.

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Total: 3h30, media jornada

Aparcamiento:

En la carretera A-1227 entre Aguas y Cscullano hay un desvío bien indicado hacia San Cosme o la presa del Embalse de Guara/Calcón. Seguimos por esta carretera hasta una rotonda. Allí tomamos la pista que lleva a San Cosme. Más adelante, en un cruce de cuatro pistas hay un aparcamiento declarado. El lugar se llama la Tejería.

Acceso:

Seguimos por la pista de San Cosme (carteles). Marchando por ella nos entretenemos por las buenas vistas sobre la zona. Justo cuando la pista empieza a bajar y torcerse hacia la izquierda hay un desvío. Tomamos la pista a mano derecha que sigue discurriendo por la loma y no pierde altura. (En dicha bifurcación arranca también una senda que lleva a la Ermita de Fabana (y Nocito). Esta senda está señalizada. Nosotros ignoramos estos carteles y avanzamos por dicha pista.) La seguimos hasta llegar al cauce.

Vistas al Mondinero desde la pista de acceso

Vistas al Mondinero desde la pista de acceso.
El itinerario: La pista pasa por las dos carrascas características (en realidad son tres). Justo antes de llegar por ella al cauce del barranco que vemos a mano derecha nace la senda. Esta sube al Bolo, el gran bloque redondo en medio de la foto. Sigue en zigzag por las pedreras de la canal entre los acantilados en la margen izquierda. Saliendo de la canal continua de este mismo modo hasta la cima.

La Predicadera

La Predicadera

La Predicadera.

El gran mole blanco, escarpado y vistoso a mano derecha se llama «la Predicadera». Hay varias vías de escalada por su vertical cara sur e incluso se esconden entre las grietas y bóvedas unos barrancos. Especialmente él que esta en el extremo oeste y baja hacia la gran canal que tenemos delante es relativamente interesante, ya que su final es un rapél volado de 56m de altura.

Nuestra senda arranca justo antes de que la pista llega al cauce del barranco. Se acerca directamente al gran bloque redondeado.

El Bolo o el Pito

El Bolo

Debajo del Bolo.
Los restos del refugio de piedra seca.

Una vez debajo de esta gigantesca roca nos damos cuenta de la inmensidad de la misma. Pastores instalaron un refugio mínimo en la bóveda que forma con el suelo.

En algunos libros figura el bloque como «El Bolo» en otros como «El Pito». Los mapas llaman así al mallo occidental de la Predicadera. Según el comentario de Jesús, a las canicas llaman por la zona  «pitos»; chugar a pitos. Así que las dos denominaciones son validas y describen claramente la perfecta y curiosa forma de este bloque.

La senda deja al Bolo a mano derecha y empieza a subir por las pedreras de la canal. La subida es empinada y fatigosa. Hay que prestar atención a los hitos y a la traza para no perder el camino.

Pronto nos lleva a las paredes de los mallos de la izquierda y sigue cerca de ellas hasta la altura de los moles rocosos de los dos lados. A partir de aquí el terreno se suaviza un poco, pero la senda sigue sin tregua en zigzag hasta la cima. Se pierde muy fácil en esta zona, ya que parece que hay varios itinerarios. Para evitar zonas de Erizón lo mejor posible debemos prestar mucha atención a a los hitos. Finalmente lograremos coronar y podremos descansar disfrutando de las estupendas vistas.

Nota personal:

Por toda la zona no se encuentran fuentes, pero en días después de lluvias hay dos puntos cercanos donde puede que haya agua, aunque será poca cantidad.

1. En el Barranco de las Canaletas podemos encontrar un hilo de agua. Si hay, se escuchan las gotas que caen por las cascadas finales desde lejos. Este barranco discurre por la base de la Predicadera y se alcanza por una tímida senda que arranca en la pista de acceso unos 20m más allá de nuestro camino y discurre incómodamente por media ladera.

2. En la subida por el embudo topamos en un punto con la pared del acantilado izquierdo. Si nos fijamos bien veremos un barranco colgado que gotea al boj debajo. No hay ninguna poza, pero el rincón puede ser bien húmedo y refrescante.

La cara oeste de la Predicadera

La cara oeste de la Predicadera vista durante la subida por la canal.
La grieta es el ultimo salto del Barranco de la Predicadera.

La bajada al collado por la cara norte es la parte más delicada de la excursión, aunque se trata de un recorrido relativamente corto.

En general la senda discurre por la vertiente oeste de la cresta. El inicio se encuentra a unos tres metros a mano izquierda del mismo pico. En seguida nos hace destrepar por unos pequeños resaltes y nos lleva a una cercana plataforma herbosa que hemos vistos ya desde arriba. Allí tuerce a la izquierda y discurre por el borde de un resalte hasta un paso evidente. Más abajo llegamos al escalón más alto donde una cuerda facilita el avance. Para evitar otras dificultades la senda hace una amplia lazada a la izquierda, cruza unas pequeñas pedreras y se acerca finalmente al Cuello Lizana desde el oeste. En todo este tramo hemos perdido tanta altura que finalmente tenemos que subir un poco para llegar al collado.

El Cuello Lizana

Uno de los caxicos cerca del Cuello Lizana

Uno de los caxicos cerca del Cuello Lizana.

Ya en la bajada hemos podido contemplar pinos y caxicos bien majos. El bosque que rodea el collado herboso es viejo y hacemos bien, si nos acercamos a los árboles más destacados alrededor.

La senda que desciende a las Gargantas de Fabana se inicia en el extremo sureste del collado; en una zona de magas rojizas y bloques de toba. Aunque no hay balizas, resulta fácil identificar. El ambiente sigue igual y nos sorprenderá con algún pino y quejigo mágico.

Pronto llegaremos al Río Calcón que a estas alturas no es nada más que un arroyo. Seguimos como indican ahora los carteles río abajo y en seguida nos encontraremos entre los paredes que forman las Gargantas de Fabana.

Las Gargantas de Fabana

En la parte alta de las Gargantas de Fabana

En la parte alta de las Gargantas de Fabana.

En este tramo el camino discurre por el mismo lecho del barranco. En circunstancias normales referente al caudal, no nos mojaremos los pies.

El paisaje es espectacular y el perro disfruta por la presencia de agua. Dos razones para ir lento, con los ojos bien abiertos y atentos. Debemos tomar el siguiente tramo con tranquilidad.

En una zona de toba el agua desaparece por un agujero para aparecer unos 50m más abajo de nuevo – el Solencio de Fabana. Una de las singularidades de esta garganta.

Saliendo del barranco encontramos una pista que discurre paralelo al río. En una bifurcación tomamos el ramal que lleva a la Ermita de Fabana y la Tejera (indicada).

El sendero por las Gargantas de Fabana en invierno

El sendero por las Gargantas de Fabana en invierno.

La Ermita de Fabana

La Ermita de Fabana

La Ermita de Fabana.
Vistas al Embalse del Calcón.

Situada en un claro de la boscosa vertiente derecha del Calcón la ermita parece un poco perdida. Hoy en tiempo lo es, pero antaño fue habitada y rodeada por campos cultivos.

Más testigos de una vida rural antigua por esta zona encontraríamos en el bosque que se halla entre la Ermita y las orillas del Río Calcón, en forma de terrazas, muros y viejos caxicos, pero nuestro camino empieza a subir por un pinar de repoblación hacia la Tejería.

Retorno:

Seguimos por el sendero que lleva a la Tejería. Queda ya poco.

Vistas desde la Cima del Pico de Mondinero

Vistas desde la Cima del Pico de Mondinero en un día nubosos.

Además…

Otra vez en el coche y regresando por la pista de acceso debemos parar en un cartel que indica la senda al Horno de los Mozos que nace a mano izquierda. Está justo después del tramo pendiente y en un ensanche enfrente al cartel cabe un coche.

El Horno de los Mozos

Las vistas desde el Horno de los Mozos al Pico de Mondinero

Las vistas desde el Horno de los Mozos al Pico de Mondinero.
Unos Cipreses marcan el lugar donde hemos dejado el coche – la Tejería.

La senda nos lleva en apenas 15min a la cumbre escarpada de un montículo. Se trata de un muy buen mirador sobre toda la zona – desde los Mallos de Ligüerri hasta el Embalse del Calcón. Especialmente veremos gran parte del recorrido del cual hemos disfrutado esta media jornada. Supongo que el nombre se deduzca del pequeño mallo que se encuentra cerca del mirador, ya que podría ser una chimenea de un horno…

Sea como sea, este lugar merece una visita. 

Paseo por la Peña Foratata

En la senda que lleva a la Peña Foratata

En la senda que lleva a la Peña Foratata.
Estamos rodeados por el típico paisaje de esta zona – acantilados de conglomerado.

La Peña Foratata es un pequeño pico en la zona de Vadiello y constantemente ignorado de las guías de senderismo. Sólo en las de los barrancos se menciona, debido a un impresionante barranco que termina en una cascada de 150m en la cara noreste, donde se ubica también en el pie del molde la Ermita San Chinés.

No obstante, la ascensión a dicha peña es un paseo recomendable: muy poco desnivel, alucinante y lleno de sorpresas. Para que sea también agradable, debemos elegir días después de lluvias fuertes para asegurar que las pozas del Barranco de la Foratata lleven agua limpia.

Ficha Foratata

Las únicas dificultades encontraremos justo antes de coronar la cima en un paso de II. Pero con un poco de practica lo superaremos, el perro y nosotros, sin pasar miedo, ya que no es expuesto y el conglomerado ofrece buenos pedruscos para agarrarse.

Recorte Mapa Editorial Alpina

Recorte Mapa Alpina.

Para los que no quieren parar, se ofrece la posibilidad de realizar también la ascensión al Matapaños y extender la excursión a todo un día. ¡Pero cuidado! Será todo un día por una zona donde escasamente se encuentra agua.

Así que, preparamos la mochila con la correa, el almuerzo y una extra ración de agua para disfrutar de otra perspectiva de los macizos de Aliana y Ligüerri.

Tiempo:

Del coche al inicio de la senda: 20min.

Por la senda a la loma de la Peña Foratata: 20min.

Itinerario hacia la cima: irrelevante

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Total: irrelevante, 2h, media jornada

Ascensión opcional al matapalos: 1h30

Aparcamiento:

Nos dirigimos a Santa Eulalia la Mayor. En lo alto del pueblo parte una pista hacia el Cuello Bail y Vadiello. La pista está en buenas condiciones (2016) y la podemos seguir varios kilómetros hacia el Cuello Bail. En el aviso de una barrera en 200m podemos aparcar cómodamente.

Acceso:

Andamos por la misma pista hasta que encontramos en la primera curva pronunciada el inicio del sendero a la Matosa. Hay un cartel.

Después de una breve subida el sendero topa con una crestería de caliza blanca. Es un punto de cierta importancia, ya que aquí parte la senda que lleva al Matapaños. Nosotros seguimos por la senda bien marcada que traspasa el pinar horizontalmente. En cuando salimos del bosque y legamos a una loma rocosa se abren la primera vez las vistas a la Peña Foratata y el terreno que vamos a recorrer. Es un buen momento para orientarse.

La Peña Foratata desde el acceso

La Peña Foratata desde el acceso.
Itinerario para llegar a la cima.

Aguantamos por el mismo sendero hasta que nos sitúa en la ultima cresta del molde de la Peña Foratata. Se trata de la cresta que dibuja el borde noreste de la peña; mirando hacia abajo – nuestra izquierda. Allí dejamos el sendero y bajamos entre el matorral. Unos cuantos metros más abajo se forma de nuevo una tímida senda que facilita el avance y nos da seguridad para avanzar por dicha cresta.

Será el momento en el cual se dibujará una amplia sonrisa en nuestra cara, porque este «paseo» que nos introduce en el mundo del los acantilados de conglomerado es simplemente asombroso. A nuestra izquierda el abismo y las vistas a los Mallos de Aliana, los Pepes, Lazas y Ligüerri. A nuestra derecha el molde de la peña que queremos conquistar con toda su fauna y flora. Seguro que haya unas cabras y buitres que nos están observando.

Según bajamos veremos los ventanales a mano derecha. Cuando estamos en una loma, lisa y rocosa, justo enfrente de esta cueva, debemos acercarnos, bajando por las zonas más lisas, evitando piedras sueltas. Más abajo cruzamos el barranco, donde nuestro perro encontrará agua, si hemos elegido bien la fecha.

Los Ventanales O Puente:

O Puente

O Puente.

Es el refugio principal de esta zona y por eso está lleno de excrementos de cabras que desprenden un olor intenso. Definitivamente no es el lugar para el almuerzo, aunque encontramos la fresca allí dentro en la sombra.

Su nombre O Puente – a pesar de se trata de un puente de roca – podría proceder del simple hecho que da paso a la otra vertiente de la peña y de este hecho nos aprovechamos…

El paso de II

El paso de II, visto desde arriba.
No es muy difícil. Robert baja sin ayuda ninguna.

Seguimos por los campos abandonados en la otra vertiente hasta que encontramos un paso fácil para acceder a la cresta principal de la peña unos 100m más al este. Desde allí nos acercamos a la cima por una senda de cabras que discurre por dicha cresta central.

Al fin y al cabo tenemos que trepar unos 2m para hacer cima.

Ahora estamos en un lugar donde apetece almorzar y disfrutar de las vistas: los Pepes, el Fragineto y el Tozal en perfecta alineación.

Vistas desde la Peña Foratata

Vistas desde la Peña Foratata.

Ascensión al Matapaños:

Las vistas desde el Matapaños

Las vistas desde el Matapaños.
Casi todos los picos occidentales de la Sierra.

Si decidimos ascender a continuación a este pico panorámico, debemos regresar al inicio de la senda, a la crestería que cruzamos después de haber abandonado la pista.

Uno de los buitres

Uno de los buitres.

Debemos subir por la misma crestería hasta topar de nuevo con la pista la cual por su parte dibuja varias lazadas a nuestra izquierda para finalmente coronar el Cuello Bail igual como nuestra vía rocosa. En dicho collado encontraremos carteles indicativos que anuncian el camino al Matapaños y la ubicación de los Pozos de Nieve. A partir de aquí toca superar una ladera, expuesta al sol y empinada, por la cual llegaremos a una suave cresta. Después de este tramo fatigoso la parte que queda es pan comido, tenemos el pico ya a la vista.

Como mencionado al principio, el Matapaños es un pico de vistas estupendas. Veremos gran parte del Pirineo y casi todos los picos importantes desde la Peña Gratal hasta el Cubilars, así como la Hoya de Huesca con el Moncayo dibujando el horizonte.

Sin embargo recomiendo acercarse sin camino obvio a una primera crestería a 50m de la cima al oeste. Desde este balcón tenemos impresionantes vistas, íntimas y del la cima ocultas, al Valle de la Onsera.

Retorno:

Volvemos por el mismo camino en una 1h.

Robert y los acantilados

Robert y los acantilados de Guara.

El Azud del Molino en Novales

El Azud del Molino

El Azud del Molino.

Novales es un pueblo que se encuentra en las orillas del Guatizalema en la Hoya de Huesca rozando ya con los Monegros. Desde Siétamo se llega en apenas 15min, desde Huesca tarda un poco más, pero si – está en el entorno de la Sierra de Guara.

El pueblo es típico para la zona y destaca con varias atracciones en el curso del río cercano: El Azud, el Galacho y el puente medieval. Entre ellos recomiendo sobre todo la visita del azud, que forma a sus pies una preciosa poza.

Tiempo:

Se baja al merendero desde el aparcamiento en menos de 5min.

Aparcamiento:

Vamos en coche por la carretera desde Novales hacia Siétamo. Tenemos que estar atentos a una pequeña pista a mano derecha que aparece en 600m después del pueblo. Esta nos lleva en poca distancia a un campo vallado, visible desde la carretera. En la explanada delante de la valla hay sitio para aparcar y un cartel indica la bajada al azud.

El Azud del Molino en Novales

El Azud del Molino en Novales.

El ayuntamiento de Novales ha instalado un merendero en las orillas con buenas vistas a las cascadas de la presa. También podemos bajar a la poza. Debido al barro que lleva el río en esta zona, el agua no es tan transparente como kilómetros más arriba en la misma Sierra, pero no me parece contaminado y un baño es igual de refrescante que en una poza cerca de Nocito.

El Galacho

El Galacho de Navales

El Galacho de Navales.

Si estamos dispuesto desplazar nos con el coche de nuevo, podemos visitar esta curiosa formación rocosa que oprime el lecho del río unos cientos metros más al sur. Aparcamos en el pueblo cerca de las piscinas y buscamos el puente medieval. Por el nos lleva una pista al Galacho. Todo está indicado.

También está indicado el camino hacia el molino, pero no lo recomiendo, ya que el edificio se encuentra en propiedad privada y no se puede visitar.

Debo mencionar también las dos fuentes. Una se encuentra cerca del puente, orilla derecha y aguas arriba, y la otra cerca del molino. En las dos brota el agua con poco caudal y no darán para llenar la cantimplora, pero a nosotros nos pueden servir de excusa para prolongar el paseo.

Espero que el ayuntamiento se preocupa del mantenimiento necesario de estos lugares. Si los encontramos limpios y en buen estado, se convierten en objetivos a los cuales apetece volver.

El Azud del Molino

El Azud del Molino.

La Ascensión a la Cruz del Santo

En el bonito camino que sube a la Peña del Santo

En el bonito camino que sube a la Peña del Santo.
(No es la Cruz del Santo.)

Esta pequeña, pero bonita excursión nos lleva a un mirador natural sobre la zona del Monasterio de San Úrbez, en la Peña del Santo. Se puede iniciar la marcha en el mismo monasterio o, como lo describo aquí, desde el pueblo de Nocito y llenar de esta manera una media jornada.

Ficha Santos

Recorte Mapa Alpina

Recorte Mapa Alpina

El camino está señalizado y fácil de perseguir. Los objetivos principales son el mismo recinto del monasterio y el mirador en la Peña del Santo. Todo eso lo encontraremos adornado por un paisaje de primera y robles centenarios, incluso milenarios.

Hacemos bien, si elegimos un día fuera de la temporada de calor, ya que no encontraremos agua en el camino, sólo en Nocito de bajo del puente que salva el Río Guatizalema.

Tiempo:

De Nocito a San Úrbez: 30min

De San Úrbez a la Cruz del Santo: 45min

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Total: 2h 30, media jornada

Aparcamiento:

Aparcamos en Nocito.

Acceso:

Nos dirigimos hacia el este del pueblo, siguiendo las instrucciones de los carteles del GR1 hacia San Úrbez.

Vamos por el GR a San Úrbez. En aproximadamente 20min cruzaremos la carretera, justo después de un viejo quejigo. Debemos controlar el perro en este punto. Así que llegamos al monasterio.

San Úrbez

El Qujigo de San Urbez

El Quejigo de San Úrbez da mucha sombra.

Está el refugio donde podemos consumir algo en la temporada alta.

El centro de la atracción es, sin duda, el mismo monasterio y la persona San Úrbez lo que incluye las celebraciones, tradiciones y leyendas que le rodean. Más historias sobre este personaje se encuentran en los libros «El Camino de San Úrbez» y «… a pies descalzos» de Óscar Ballarín y Arturo González.

No debemos pasar por este lugar sin visitar el gran caxico y sus hermanos «pequeños» que se encuentran en los campos al norte de las edificaciones. Algunas imágenes están expuestas en la pagina «Árboles«.

Se inicia la ascensión

Se inicia el ascenso.

El sendero del ascenso arranca en al zona por la cual hemos accedido al recinto. Se adentra a un pinar y empieza a ganar altura. En una  de las lazada a la izquierda hay un desvió que está bloqueado por ramas cortadas. Se trata de un viejo camino que sube a la Pardina Latorre. Hoy seguimos la traza, limpia y clara, que nos lleva en breve a la cruz.

Desde la plataforma donde se encuentra hay muy buenas vistas sobre el recinto del monasterio.

La Cruz del Santo

La Cruz del Santo.

Retorno:

Volvemos por el mismo camino.

Vistas sobre San Úrbez y el Valle de Nocito

Vistas sobre San Úrbez y el Valle de Nocito.
San André y el Tozal al fondo.

Por el Barranco de Abellada a Azpe

El Barranco de Abellada

El Barranco de Abellada.
Robert posa en el caos debajo de la primera cascada.

Arturo González menciona está ruta en su maravilloso libro «La montaña olvidada», pero no describe más detalles, dado que el Barranco de Abellada no desagua en el Alcanadre y por lo tanto, queda fuera de los limites de dicho libro.

Oscar Ballarín ofrece en su guía «Sierra de Guara – Excursiones, Ascensiones y Travesías» una parte de esta ruta, pero deja de lado el Barranco de Abellada que es para mi el motivo principal para realizar esta excursión.

Ficha Abellada - Azpe

Recorte Mapa Alpina

Recorte Mapa Alpina.

Pues, nosotros planteamos la ruta de hoy siguiendo las pistas que nos da Arturo, para encontrar fabulosas pozas en el entorno de unos pueblos, árboles y montañas olvidadas. Debemos elegir la primavera como fecha, ya que el Barranco de Abellada se puede secar en verano perdiendo todo el encanto.

Preparamos la mochila con el almuerzo, el agua, el mapa y la correa del perro para introducirnos en un mundo de antaño, como otras veces por esta zona de la Sierra de Guara.

Tiempo:

Bentué – Abellada: irrelevante, por lo menos 1h 30

Abellada – Azpe: 30min

Azpe – Used: 1h

Used – Bentué: 30min

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Total: irrelevante, 4h, media jornada. Si nos entretenemos en las pozas y pueblos, podemos extender la marcha a una jornada completa sin resentimiento.

Aparcamiento:

Dejamos el coche en una explanada enfrente de la subida restringida a Bentué de Nocito.

Acceso:

Subimos al pueblo a las cercanías de la iglesia. Allí nos indica un cartel el arrance de la senda a Abellada.

Bentué de Nocito:

La iglesia de Bentué de Nocito

La iglesia de Bentué de Nocito.

Hay varios rincones idílicos en el pueblo y algunos detalles llaman la atención. Por desgracia, las ruinas de la bonita iglesia están a punto de derrumbarse. Esta, el cementerio y los cipreses fueron un conjunto muy bonito. En la plaza se encuentra la fuente del pueblo donde brota agua deliciosa.

La senda a Abellada está bien pisada, clara y balizada por hitos. Después de una media hora por terreno seco se adentra al barranco y allí es donde empiezan las maravillas.

El Barranco de Abellada

El Barranco de Abellada.
Un baño por la madrugada.

Podemos acercarnos a muchas de las cascadas y pozas, si aceptamos meternos por caminos de jabalís por el boj. Especialmente el caos debajo del primer salto me parece muy curioso y merece una visita. Más adelante, en una zona abierta, llegaremos al Molino de Abellada.

El Barranco de Abellada

El Barranco de Abellada.
Pozas como en el paraíso.

El Molino de Abellada

El Molino de Abellada

El Molino de Abellada.

Quedan sólo ruinas, pero podemos darnos una vuelta por los bonitos campos alrededor. Siguiendo el curso inverso del riachuelo que viene de mano derecha – el Barranco de Abellada – nos acercamos en seguida a una maravillosa poza debajo de una cascada. Como el terreno es abierto y la poza tiene césped en la orilla invita a descansar cerca de sus aguas cristalinas.

El Barranco de Abellada

El Barranco de Abellada.
Robert sestea en la poza cerca del molino después de un refrescante baño en invierno.

Desde la poza queda poco para llegar al pueblo.

Abellada

Una borda en Abellada

Una borda en Abellada.
Es curioso el canalón tallado en la roca.

Está situada en un suave repecho con buenas vistas hacia el Tozal. Los edificios están ruinosos, pero todavía se encuentran rincones que nos gustarán. Los campos que rodean la aldea están repletos de viejos quejigos, parecidos a él que hemos visto en la entrada al pueblo. Es obligatorio un paseo por estos campos.

Nota personal – El Olmo de la Pardina Latorre:

Por los campos al oeste del pueblo se forma la senda que lleva a la Pardina Latorre. Por desgracia, está perdida y cuesta mucho seguirla por aquel terreno seco. La Pardina Latorre destaca con el «esqueleto» del olmo más alto que conozco y merece, sin ninguna duda, una visita, ya que no se sabe cuanto más se mantendrá de pie. Algunas imágenes del olmo se encuentran en el capítulo de fotos: «Árboles«.

Dado que la senda es complicada y por terreno muy hostil, dicha visita queda sólo mencionada aquí, sin más descripciones – reservada para personas que se preparan las excursiones detalladamente y tienen costumbre en moverse por aquellas tierras.

Los alrededores de Abellada

Los alrededores de Abellada.
Al fondo se ve el Tozal de Guara.

Para llegar a Azpe podemos ir por una pista obvia o, mejor por una senda que se inicia en un visible collado encima de los campos al este de la aldea. Para llegar allí subimos por la ladera, fraccionada por muchos campos, sin ningún camino definido contemplando de nuevo otros ejemplarios de Quercus excepcionales. No hay perdida, ya que el collado está siempre a la vista y la pista se encuentra cerca a nuestra izquierda. A partir del collado el camino está definido y nos llevará en breve a la aldea de Azpe.

Azpe

El Templo de Azpe

El Templo de Azpe.

Cerca del pueblo encontraremos de nuevo agua en el Barranco de Used, pero la atracción más llamativa es el templo. Grande, aislado y siniestro.

En un campo en el norte del pueble yacen unas curiosas piedras, segmentos que forman un circulo. Lo describe Arturo González en su libro «La montaña olvidada» al detalle.

Nota personal:

Según él, el uso de estas piedras no está de todo claro – y leyendo eso es el momento cuando mi fantasía empieza a trabajar a tope proyectando a mi mente las imágenes de unas cruces sujetadas por dichas piedras donde quemaban brujas o crucificaban a las personas que no iban conforme con el catolicismo.

Como he mencionado antes: siniestro, pero este tipo de historias encajan a la perfección con el entorno de la montaña olvidada.

Río abajo, en el camino hacia Used se encuentra el molino que merece una visita también.

Bajamos por la senda balizada a Used. El camino se aleja del barranco, pero en las cercanías del próximo pueblo encuentra de nuevo la orilla y unas pozas para que el perro se pueda bañar. En esta zona topamos con el GR 1 que nos llevará al pueblo.

Used

Una borda maravillosa en Used

Una borda fabulosa en Used.

La civilización no se ha olvidado de esta aldea. Encontraremos gente y casas que sirven todavía (o de nuevo) de vivienda. La iglesia que se parece a la de Azpe, está en ruinas. Además destaca con una casafuerte con un bonito patio, una maravillosa borda y el pozo para visitar.

La poza cerca de la pasarela del Barranco de Abellada

La poza cerca de la pasarela del Barranco de Abellada.

Seguimos por el GR a Bentué.

Antes de cruzar la pasarela del Barranco de Avellada podemos bajar pocos metros por el río para tomar un último baño en una bonita poza. Después, bien refrescados, continuamos por el GR hasta Bentué.

Retorno:

Sólo tenemos que bajar la carretera restringida hasta el coche.

Cerca de Bentué de Nocito

Cerca de Bentué de Nocito.
Robert  en una roca de forma de seta.