Gymkana por el Mascún

La Cuca de Bellostas

La Cuca de Bellostas

No hace falta presentar en la introducción el paisaje por donde discurren las sendas de esta excursión. El Cañón del Mascún es muy conocido y considerado como el Corazón de Guara. En la ruta de hoy vamos a explorar el tramo del barranco cerca de Rodellar que destaca con una multitud de atracciones. Tantas que merece la pena prepararse con una buena lectura antes de enfrentarse a las maravillas. (Quizás es comparable con una visita de una catedral. Si nos preparamos y entendemos un poco de la historia, cultura y arquitectura que la afectan, la visita será más interesante.)

El mejor sitio para informarse encontramos en Internet, el blog: «El Valle de Rodellar«.

Es de Enrique Salamero y da informaciones muy, muy interesantes sobre esta zona de la Sierra de Guara. Merece la peña surfear por sus entradas y aprender sobre la toponimia, la vida, la cultura y naturaleza del Valle de Rodellar. Recomiendo: Los Huertos del Mascún, La CiudadelaEl Picón del Cuervo, Las Pinturas Rupestres o La Fuente Mascún. Cinco entradas que tratan con puntos de interés de la gymkana. No obstante, hay mucho más en lo que se puede enfrascar.

Ficha MascúnEl Mascún es uno de los primeros barrancos importantes en secarse al final de la primavera. Por eso debemos elegir bien la fecha de la visita. En primavera encontraremos el cañón con las pozas de aguas cristalinos y una vegetación verde, en una palabra: hermoso. Pero el avance por el lecho del río resultará más fatigoso y lento. Más fácil resultará la excursión en otoño cuando se puede ir cómodamente por el cauce seco. Las incontables veces que cruzamos el río ya no resultarán molestas y incluso podríamos ir en zapatos de trekking. Aunque encontraremos al río seco, el perro no sufrirá sed, ya que se encuentra agua en varios puntos durante el trayecto.

Recorte Mapa Alpina

Recorte Mapa Alpina.

El verano no es recomendable para esta excursión por el exceso de gente que visitan el cañón. Es un paraíso de escalada reconocido en todo el mundo. Seguramente encontramos escaladores durante la excursión en cualquier época del año, pero en verano ya no hay tranquilidad por tantos turistas, escaladores, barranquistas y senderistas.

Siempre tenemos que controlar al perro cuando pasamos por un grupo de escaladores, especialmente a los machos, ya que tienden a mear en las bolsas y mochilas que están guardados en el suelo.

Nunca estamos obligados a nadar, sólo nos mojaremos hasta las rodillas. Los limites del recorrido por el barranco nos dan dos pozas profundas fáciles de identificar, ya que están flanqueados en los dos lados por paredes verticales. Con estos limites nunca estamos obligados a mojarnos más que las piernas.

En el norte topamos con la badina de la Fuente del Onso. Hay una senda que supera la badina, pero esta dejamos para otro día cuando queremos hacer la Senda del Turmo por ejemplo.

En el sur topamos con un estrecho hundido justo debajo de la Cueva de los Cazadores. Se trata de dos badinas que siempre llevan agua. Si las pasásemos a nado, podríamos asomarnos hasta el Puente Coda que se encuentra un poco más río abajo.

En la badina de la Cueva de los Cazadores

En la badina de la Cueva de los Cazadores.
No hay que quien frena a este perro, quiere explorar más. Siempre hay agua, pero en primavera se llena más como indican las marcas en las rocas.

Dentro de estos dos extremos podremos explorar un largo tramo del Mascún. La parte más al norte se llama «Mascún real», la del medio «Mascún inferior» y la que se encuentra río abajo de Rodellar han bautizado modernamente con el nombre «Petit Mascún», no obstante una gran parte de este tramo ocupa un caos denominado «Los Bozos de Palomera».

Después de haber disfrutado de la lectura sólo hace falta preparar la mochila (acuática según la época), las sandalias, el almuerzo y la correa del perro para investigar este impresionante paisaje de pozas, agujas y cuevas.

Tiempo:

Irrelevante y muy relativo.

Llenamos tranquilamente una jornada completa. Tenemos 5 accesos/retornos desde Rodellar que tardan más o menos igual:

Bajada: 15min.

Subida: 30min.

Aparcamiento:

Rodellar

Acceso:

Conozco a cinco caminos que bajan al barranco desde Rodellar, aunque quizás haya más. Del norte al sur:

    1. El PR hacia Otín que arranca en el Barrio de la Honguera.
    1. Una senda que baja a plomo desde el Barrio de la Honguera.
    1. Una que lleva por una faja del extremo oeste del pueblo al gran meandro debajo del Picón del Cuervo.
    1. Una senda que desciende por una canal al inicio de los Bozos de Palomera. Arranca en el extremo oeste de la pista que nace en el Barrio de la Iglesia y está indicado como «Gradón de Palomera» (aunque este nombre está equivocado según Enrique Salamero).
  1. La senda que lleva al Puente Coda. Se toma en la misma pista un poco antes que la senda del Gradón de Palomera y está indicado como «Puente de las Cabras».

El 2. y 3. acceso nos dejaría en la mitad del recorrido por el barranco y nos puede servir de «escape». El de la Puente Coda, el cuarto, nos lleva a fuera de los limites.

Así que, para la gymkana propuesta encaja perfectamente si bajemos por el PR a Otín y volvamos por el Camino Palomera.

Una vez en el cauce del Mascún tenemos que seguir río arriba para llegar al limite de la Fuente del Onso. Ya veremos varios de los «tesoros», pero voy a alistarlos en el sentido de la corriente empezando con el limite en el norte.

Los paredes en la orilla derecha cerca de la Fuente del Onso

Los paredes en la orilla derecha cerca de la Fuente del Onso.

La Badina de la Fuente del Onso

Una de las pozas cerca de la Fuente del Onso

Una de las pozas cerca de la Fuente del Onso (No es la badina limite).
Markus salta al agua fresco.

Como mencionado en la introducción esta badina es un pasillo hundido. Debido a dicha fuente siempre lleva agua, normalmente limpio y frío. En la orilla derecha, nuestra izquierda, se ve la senda que sube por una empinada losa y lleva al otro extremo de la badina donde se encuentra el Caos del Onso y la desembocadura del Barranco de Otín. Singularidades que podemos visitar otro día.

Iniciamos la gymkana en el sentido de la corriente, hacia el sur, entre paredes, agujas y cuevas en lo alto – un paisaje espectacular.

La Pipa

En la orilla derecha vemos esta curiosa escultura rocosa que tiene forma de un zapato o una pipa. Debajo se forma una bonita poza, si hay agua.

A poca distancia llegamos a una zona plana en la orilla izquierda, donde se halla el siguiente tesoro.

El Bolo del Real

O Bolo d'o Real

O Bolo d’o Real.

Poco a poco nos acercamos a una aguja afilada.

La Cuca de Bellostas

Entre la Cuca y la Cuidadela

Entre la Cuca y la Cuidadela.

Para acercarnos a la aguja más celebre de la Sierra de Guara tenemos que remontar una pedrera muy empinada. Esta pedrera baja desde la base de la Cuca hasta el mismo cauce, bastante obvio y identificable. La subida resulta delicada y muy incomoda. Para pisar más seguro deberíamos llevar botas de montaña. Si esto no es el caso, será mejor conformarse con la perspectiva desde el lecho del río.

Con buen calzado podemos acercarnos a los covachos de la izquierda de la aguja, entre la Cuca y la Cuidadela o subir hasta la base más elevado por donde se inicia la vía de escalada. Sin duda una perspectiva poco conocido, pero sobrecogedora, y merece las gotas gordas que hemos sudado subiendo por la pedrera.

La Cuidadela

La Cuca de Bellostas y la Ciudadela

La Cuca de Bellostas y la Ciudadela.

Se trata de la peña junta a la Cuca de Bellostas, originalmente llamada Puntal d’a Costera. El conjunto de covachos, ventanales y agujas es una de las imágenes más vistosas y vistas de toda la Sierra. Un poco apartado hacia el sur destaca otro monolito denominado «La Torre de Santiago».

Las Puntas de Cagatés

Enfrente de la Ciudadela, en la vertiente izquierda, vemos otro conjunto de torres y agujas que forman una cresta. Como puntos más elevados podemos observar dos torres gemelos, las Puntas de Cagatés. Estas y la Ciudadela son el portal hacia una zona más amplia y, más adelante, al Mascún inferior.

En lo alto de los dos «monumentos» mencionados hay caminos. En un lado, el PR hacia Otín pasa justo encima de la Ciudadela y en el otro pasa el viejo camino que conecta Cheto con Bagüeste. Dos miradores excepcionales sobre el Mascún Real.

Avanzamos hacia el sur por una zona donde hay más vegetación hasta que topamos con una baliza del PR de Otín que baja de lo alto por la Costera – la fuerte pendiente que sube hasta detrás de la cima de la Ciudadela. Seguimos por el curso del Mascún.

El Delfín

El Delfín

El Delfín.
Robert toma un baño fresquito en la poza que mana la Fuente Mascún.

Delante en lo alto aparece un agujero en la pared que tiene la silueta de un delfín. Memorizamos este ventanal, porque más adelante podemos subir y incluso sentarnos en la sombra del mismo. Vamos a descubrir que se trata de dos inmensos agujeros en la roca. Sólo de esta perspectiva ahora tiene esta curiosa silueta.

Debajo del Delfín llegamos de nuevo a una bifurcación. A mano derecha sube la senda que lleva a la Pardina Seral, al Barrasil o a la Losa Mora. A la izquierda está la base de la Vía Ferrata que asciende a la Ermita de la Virgen del Castillo. Será un buen reto algún día que vamos sin perro. Nos quedamos en el cauce del del río y llegamos a una zona que siempre lleva agua, debido a la potente Fuente Mascún.

La Fuente Mascún

La Fuente Mascún

La Fuente Mascún por la madrugada.

A partir de la fuente empieza una parte distinta a la anterior ya que este sector del el río se llama «Mascún inferior». Con la apariencia del agua cambia mucho el aspecto del entorno inmediato. Encontraremos campos, muros de apoyo, pasarelas o acequias, por desgracia todo en estado desolado y abandonado. También aumenta la presencia de los humanos. Siempre hay escaladores o gente que pasa una tarde en la orilla de una poza. De estas, las pozas, encontraremos muy bonitas durante este próximo tramo.

Debemos controlar al perro en todo este siguiente tramo.

La poza del Barranco de la Virgen

La poza del Barranco de la Virgen.
Al fondo se adivina la desembcocadura.

El primer tesoro que debemos buscar es una desembocadura en la orilla izquierda.

EL Barranco de la Virgen

El Barranco de la Virgen

El Barranco de la Virgen.
Robert me espera debajo del último resalte.

Los últimos resaltes de este barranco seco son muy bonitas: un estrecho por roca caliza, blanca y pulida. El primer escalón de un metro y medio podemos trepar y destrepar, para ver el segundo, más alto de formas más curiosas.

La poza en la desembocadura es muy bella. También hay una pasarela (con algunas piedras descolocadas y arrastradas), que nos facilita el acceso al barranco.

Los Ventanales del Mascún

Casi enfrente del barranco arranca una senda que asciende por una ladera en la vertiente derecha, empinada, calurosa y fatigosa. Nos situará en apenas 20min. en los ventanales que hemos identificado hace poco como el Delfín. El último tramo para llegar es un paso de I; no demasiado difícil, pero expuesto como todo este lugar.

Vemos buena parte del recorrido, la Ermita de la Virgen del Castillo y Rodellar. Es un mirador espectacular, no sólo por las vistas. Si tenemos suerte podemos observar unos escaladores que desafían sus habilidades en estos paredes y bóvedas de vías bastantes difíciles.

Los Ventanales del Mascún

Los Ventanales del Mascún.

Pasamos de largo del PR por el cual hemos bajado del pueblo y seguimos avanzando por los caminos que discurren por los campos en la orilla del río. Este sigue dibujando meandros flanqueados por inmensas paredes abovedadas. En un giro del río de 180º hacia derecha hay un camino a mano derecha que sube al pueblo y otro, a mano izquierda, a las Lobarts, la loma divisoria entre el Mascún y el Barrasil. Avanzando por el curso del río pasamos por una chopera. Allí hay otra posibilidad de ascender al pueblo por un sendero. Seguimos por el curso del río. Más adelante vemos otra torre sobresaliente.

El Picón del Cuervo y la Cueva Pacencia

El Picón del Cuervo

El Picón del Cuervo.

En la zona donde se ubica este monolito encontramos bóvedas y cuevas aptas para la escalada. En una de las cuevas podemos encontrar pinturas rupestres. Se trata de la inmensa Cueva Pacencia que se halla en la orilla derecha en el gran meandro de bajo del Picón. También podemos descubrir varios lugares singulares en la orilla donde se ofrece que hagamos una parada para almorzar o tomar un baño.

Según avanzamos el agua va desapareciendo y a menudo se seca el lecho del río totalmente en este tramo.

A poca distancia aparecen los primeros bloques del caos «Los Bozos de Palomera». Allí hay un camino a mano izquierda que sube al pueblo, pero nos quedamos todavía en el fondo del barranco para explorar el caos y este último tramo espectacular.

Los Bozos de Palomera

Los Bozos de Palomera

Los Bozos de Palomera.
Rocas apilados nos indican la presencia de un verdadero caos. Menos mal que no resulta demasiado difícil de resolver y superar.

Entre los bloques hay maravillosas pozas y cascadas como es típico para los caos en la Sierra de Guara.

Salvando los bloques tenemos que superar alguna destrepada, una por un paso de II. El itinerario discurre al principio por la orilla izquierda hasta que llega a una curiosa cascada interior que cae a una poza de grandes dimensiones. Encima de la cascada debemos cruzar el cauce y seguir por una senda que traspasa el boj en la orilla opuesta. Seguimos por este caminito a cierta altura hasta que baja por las raíces de una encina. Este paso no es  expuesto pero incomodo, ya que el perro no puede usar las maderas como peldaños. Si no podemos alzar el perro, debería buscar una bajada por la vegetación que rodea el paso. De nuevo en el cauce encontramos más cascadas y pozas hasta que el lecho del río se suaviza.

Los Bozos de Palomera

Los Bozos de Palomera.
Una poza que invita a bañarse.

A poca distancia se suaviza también la vertiente izquierda del barranco y da acceso a una inmensa cueva en lo alto.

La Cueva de los Cazadores

La Cueva de los Cazadores

La Cueva de los Cazadores.

O Cueva del Palomarón, segun Enrique Salamero.

Una senda asciende hasta el interior de la cueva. Hay varios segmentos (covachos), dentro de la gran bóveda. A algunos de ellos sólo se llega escalando, de hecho vemos los rastros de los escaladores por todas partes. Mirando hacia el río podemos observar que nos encontramos en un gran circo o rincón, bien protegido por las paredes verticales. No extrañaría, si en la prehistoria este lugar hubiese servido de hábitat. En la ladera herbosa que baja hasta el lecho hubieran podido plantar cultivos y el agua imprescindible también está cerca. Las pinturas rupestres que están cerca, refirma esta teoría.

Las badinas de la Cueva de los Cazadores

En la salida de este precioso rincón el río pasa por un estrecho que siempre está hundido. Es la poza limite de nuestra excursión. Se podría pasar a nado las dos pozas y legar al Puente Coda desde donde sube una senda al pueblo.

El paso de II

El paso de II.

Nosotros vamos a buscar el Camino Palomera para volver al pueblo. Para conseguir eso usaremos una senda que discurre por lo alto de la vertiente izquierda del cañón. Su inicio se encuentra muy cerca de la cueva.

Antes de llegar a ella debemos cruzar una losa inclinada que da acceso a un paso de trepada donde hay una cuerda instalada para facilitar el avance. Es un paso de II que no resulta muy difícil, sólo tenemos que ayudar al pero subir el primer escalón. Después seguimos por una senda que discurre por lo alto encima de los Bozos de Palomera. En algún punto hay muy buenas vistas sobre el barranco debajo. Nos situará en apenas 15min. cerca del abrigo donde se encuentran las pinturas.

Las Pinturas rupestres del Abrigo de Palomera

Las pinturas rupestres del Abrigo de PalomeraLas pinturas rupestres del Abrigo de Palomera

Las pinturas rupestres del Abrigo de Palomera.

Debido a la reja que protege las pinturas, encontramos fácilmente su ubicación. Sólo resta subir la escalera para verlas.

Para terminar la ruta debemos seguir por la senda horizontal en el mismo sentido un poco más. Pronto encontraremos la canal por la cual sube el buen camino. La canal que se encuentra inmediato al abrigo tiene un paso de escalada que no es recomendable para nosotros. El camino correcto nos lleva al extremo oeste de Rodellar justo donde hay un bar con terraza que aparece de golpe delante nosotros. Eso es bueno, pero debemos controlar al perro.

Retorno:

Cruzamos el pueblo hasta el coche.

Los Bozos de Palomera

Los Bozos de Palomera.

San Cosme total – La otra orilla de Vadiello

En la orilla izquierda del Embalse de Vadiello.

En la orilla izquierda del Embalse de Vadiello.
Otras perspectivas, pero la misma belleza y el contraste entre agua y roca.

 Esta ruta es intensa y necesita una buena preparación.

  • La primera parte nos lleva a un mirador natural sobre la zona de Penz donde se halla el Mallo Loco. También visitaremos la Cueva de los Murciélagos. Dado que el camino hacia ellos está invadido de la vegetación, tendremos que llevar pantalones largos para no sufrir por las zarzas.
  • La segunda parte nos lleva a la Peña San Cosme por el Paso de Natersa – el paso de senderismo más expuesto de toda la sierra. Los que no tienen mucha confianza deberían preparar un arnés para asegurarse en la sirga. El retorno realizaremos a nado travesando el Embalse de Vadiello que requiere la preparación de una mochila acuática y el neopreno, ya que los aguas del embalse suelen ser fríos. También recomiendo unas alforjas flotantes para el perro, para asegurarnos que el perro queda en la superficie bajo cualquier circunstancia.

Ficha San CosmeYa se ve que la preparación del material es importante nada menos que la preparación física, del amo y del perro. Después de una jornada completa de caminar tendremos que ser suficientemente en forma para superar unos 300m a nado por aguas profundos.

Las vistas desde el Paso de Natersa hacia la presa de Vadiello

Las vistas desde el Paso de Natersa hacia la presa de Vadiello.
Es como va recompensando la excursión nuestros esfuerzos durante todo el día.

Si parece demasiada actividad para un día, se puede recortar la ruta y realizar sólo la primera (aprox. 4h) o la secunda parte (aprox. 5h) respectivamente. El atajo se toma por la pista que conecta la presa de Vadiello con la Cruz Cubierta.

Recorte Mapa Alpina

Recorte Mapa Alpina.

La motivación para meterse en dichos líos es en primer lugar el paisaje espectacular de Vadiello y San Cosme: parajes olvidados, torres de roca, aguas cristalinas, cuevas en el conglomerado… Y en segundo lugar podemos asegurarnos de este modo que nuestro perro tenga suficiente agua corriendo tanto tiempo por este terreno rocoso, caluroso y seco.

Así que preparamos la ropa de senderismo para la primera parte, un arnés con dos cabos de vida (si nos parece necesario), el traje de neopreno, el bañador y las alforjas flotantes para la segunda parte – todo dentro de una mochila acuática con el bidón. Además necesitaremos un frontal para visitar la cueva, el almuerzo, el agua y la correa del perro.

Todo esto para reinventar la visita de la zona del Monasterio de San Cosme y San Damián y experimentar de este modo un día completo y inolvidable.

Tiempo:

Vadiello a la Cueva de los Murciélagos: 1h

De la Cueva al Mirador de Peña Pipre: 1h

Del Mirador a la Cruz Blanca: 30min.

De la Cruz Blanca a la Cruz Cubierta: 1h

De la Cruz Cubierta a los Huertos de San Cosme: 30min.

De los Huertos al Huevo de San Cosme: 1h

Del Huevo a la Peña San Cosme: 1h

De la Peña a la orilla del embalse: 1h

Trayecto a nado: relativo, 20min.

Vuelta restante al coche: 10min.

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Total: irrelevante, hasta 10h, jornada completa.

Aparcamiento:

Dejamos el coche en el primer aparcamiento a la derecha entre Vadiello y la presa.

Acceso:

Retrocedemos por la carretera hasta que vemos una pista asfaltada a mano izquierda donde una señal de trafico prohíbe el paso. Bajamos y en un desvío cogemos el ramal izquierdo que nos sitúa en una explanada donde se hallan unos huertos. Junto a la valla se encuentra una bajada al Río Guatizalema.

Allí empiezan las molestias que nos perseguirán un buen rato en esta primera parte de la excursión: la vegetación que pincha. Tenemos que cruzar el río que está flanqueado por zarzas. Dado que nos mojaremos hasta las rodillas tenemos que remangar el pantalón, lo que nos hace más «vulnerables» en lo que se refiere a los pinchazos.

En la otra orilla encontramos los rastros de una senda que seguimos en el sentido de la corriente. Todavía molesta la vegetación y en muchos tramos el camino está borrado. Cruzamos una pedrera por su base y entramos en un pinar en la orilla del Guatizalema (a 10min desde el vado). Nada más entrando en el pequeño bosque veremos una senda a mano izquierda que sube decidida entre los árboles. Este sendero está en mejores condiciones y nos aleja en seguida del río ganando altura. Debemos asegurarnos que el perro este bien fresco y sin sed, porque ahora empieza un tramo largo sin agua.

Según avanzamos la senda aparece más vestido y en menos que una hora nos acerca a la cresta. Unos 50m antes pasamos por un grupo de carrascas. Si prestamos atención veremos una senda que nos lleva a la boca de la Cueva de los Murciélagos que se ubica muy cerca en el resalte rocoso que tenemos a mano izquierda.

La Cueva de los Murciélagos

La Cueva de los Murciélagos

La Cueva de los Murciélagos.

Los primeros metros de la cueva podemos explorar fácilmente, sin preocupaciones, ya que es la parte donde entra de vez en cuando algún rayo de sol. Según nos introducimos, el terreno se inclina más y más y desaparece en la oscuridad. Con un frontal podemos destrepar hasta donde nos permite la prudencia, ya que debemos tener en cuenta que el perro se puede perder en oscuridad.

Es más, perros impetuosos debemos controlar con todo detalle.

La Cueva de los Murciélagos

La Cueva de los Murciélagos.
La zona cerca de la boca. En esta ocasión iluminada por el sol (Noviembre por el mediodía).

De nuevo en el camino llegamos en seguida a la loma crestera donde topamos con un sendero. Si le seguimos hacia la izquierda, hacia abajo, nos lleva en breve a una plataforma rocosa con muy buenas vistas sobre los Mallos de Ligüerri.

Nuestra ruta sigue hacia la derecha. El sendero se convierte en un pista y esta topa más adelante con otra de mayor categoría. Si giramos a la derecha, podemos visitar el Mirador natural de la Peña Pipre.

La Peña Pipre

Las vistas sobre Penz

Las vistas sobre Penz, el Mallo Loco y la Peña Pipre.
El único rastro de humanos que andaban por allí recientemente es el hito que posicionaron los escaladores en el mallo.

La pista discurre por un pinar hacia el sur. Más adelante cruza un cortafuego. Por este podemos bajar – sin camino, pero cómodo – hasta el precipicio que bordea los campos abandonados de Penz. Tenemos que tener mucho cuidado cuando nos acercamos al borde, ya que el terreno empieza a inclinarse considerablemente.

El paraje que tenemos delante se llama, según los mapas, Penz. Veremos bordas, fincas, campos y caminos, todos abandonados. Justo debajo de nosotros están dos mallos. Supongo que se trata del Mallo Loco – el más pequeño – y la Peña Pipre, pero no estoy de todo seguro. (Tambien podría ser que nos encontramos en la Peña Pipre y el Mallo Loco es la aguja más grande… Los libro, mapas o Internet no lo explican suficiente, y no hay mucha gente por allí que podría explicar.)

La Cruz Blanca

La Cruz Blanca.

Rehacemos el camino hasta el cruce de antes y seguimos ahora por la pista en el otro sentido. Sin complicaciones nos lleva a la Cruz Blanca.

Allí tomamos la pista que baja a mano izquierda. Se introduce en un bosque y traspasa este dibujando amplias lazadas. Nos quedamos siempre en la pista principal. En una primera bifurcación tomamos la pista izquierda y en una segunda la de la derecha. Después de este tramo, fresco y bonito pero monótono, llegamos a la Cuz Cubierta donde se inicia la segunda parte de nuestra excursión.

La Cruz Cubierta

La Cruz Cubierta

Llegando a la Cruz Cubierta.
Detrás vemos la Peña Cosme y el Paso de Natersa.

Podemos descansar en la sombra de la pequeña caseta y tomar un tentempié. Delante de nosotros se eleva la Peña Cosme, la cima que queremos coronar. La cornisa que se puede interpretar como la prolongación del llano de la derecha es el Paso de Natersa. Debajo de los acantilados se ubica el monasterio que da nombre a toda la zona.

Si avanzamos unos veinte metros por el PR que lleva hacia él, veremos un panel explicativo sobre esta institución católica y sus santos. Es un buen momento para observar el monasterio, ya que de cerca no podremos verlo. Siendo particular está vallado y los turistas no podemos entrar. (Es una decepción, pero más adelante vamos a entender muy bien porque prohíben el paso. Veremos el vandalismo que sufren las fachadas de las capillas libres de visitar…)

Ahora el PR hacia el Huevo de San Cosme nos guía y le podemos seguir sin preocupaciones. Pero a poca distancia, en el vallecito que cruzamos para llegar al monasterio, merece la pena desviarnos para acercarnos a la Fuente del Huerto de San Cosme y sobre todo a la cola del embalse. Allí se acabará el largo trayecto árido y seco, y nuestro pero podrá disfrutar de agua fresco y limpio.

La Fuente del Huerto

El ambiente en los campos abandonados del Monasterio de San Cosme es tenebroso

El ambiente en los campos abandonados del Monasterio de San Cosme es tenebroso.

La mejor manera de visitar este lugar es coger un camino, poco visible, que baja junto al cauce del barranco que cruzamos en el fondo del valle. Discurre por la orilla derecha muy cerca del lecho seco. Después de traspasar un carrascal tenebroso nos sitúa en unos campos. Allí se encuentra la fuente. Más adelante, en un bosque poco denso, hallan bloques inmensos cubiertos de hiedra y después llegamos ya a la cola del embalse y las curiosas paredes que se caen verticalmente al agua. Toda esta zona es muy curiosa y bonita, debido a los contrastes entre la roca y el agua o la naturaleza y los rastros de cultivos (como la presa de la fuente o los muretes de soporte).

Estamos apenas a 15min de uno de los senderos más visitados de la Sierra de Guara, pero nos está tomando posesión un sentimiento, intenso y omnipresente, de ser aislado y apartado del mundo moderno; otro de los contrastes mencionado antes.

¡Cuidado en la cercanía de los acantilados! Se caen constantemente piedras desde las zonas por donde andan las cabras. (Aunque hay una pequeña senda que lleva hasta las paredes, nunca me he atrevido acercarme. Se escuchan demasiadas piedras que chocan con el agua o el suelo…)

Podemos volver al PR por una senda que está en mejores condiciones y arranca justo en la salida del campo. La habremos visto antes ya.

La cola del Embalse de Vadiello hacia San Cosme

La cola del Embalse de Vadiello hacia San Cosme.
Un rincón desconocido, bello, curioso y tétrico.

De nuevo en el PR seguimos en la misma dirección que antes. Pasamos por el monasterio y seguimos por una pista hacia el Huevo de San Cosme. En la pista no debemos pasar de largo de la Ermita Fuensanta.

La Ermita de Fuensanta

El Merendero de Fuensanta

El merendero de Fuensanta.

Detrás de la ermita se encuentra un bonito y umbrío merendero con una fuente donde brota el agua todo el año. Otro buen sitio para un tentempié.

Seguimos por la pista que dibuja amplias lazadas entre las ermitas hasta que vemos a mano izquierda un sendero y un cartel que indica «Huevo de San Cosme».

El sendero sube a un carrascal muy bonito en un llano encima del monasterio. Una vez dentro del bosque cambiará el clima y disfrutaremos de la caminata más que en el tramo caluroso de la pista.

En el bosque debemos controlar al perro, porque alberga muchas cabras salvajes. En un cartel en medio del carrascal se bifurca el sendero. Primero debemos visitar el Huevo de San Cosme.

El Huevo de San Cosme

El Huevo de San Cosme

El Huevo de San Cosme.
Visto desde la plataforma rocosa descrita. El Borón se esconde detrás de una nube.

Hacemos caso al cartel y cogemos el ramal derecho. Hay varios puntos donde se ve a este monolito más celebre de la Sierra de Guara.

  1. En un momento cuando el sendero empieza a perder altura más decidido veremos a mano derecha una plataforma rocosa entre los árboles a una distancia de unos 30m. Allí se ve el Huevo muy bien. Además debemos darnos la vuelta, asomarnos al otro extremo de la losa y contemplar los acantilados blancos de Karst que caen del Mondindero, y los primeros tramos del Barranco del Huevo que nace allí. Más lejos está la Predicadera una formación rocosa parecida y un paraíso para escaladores.
  2. Más adelante, en el momento donde termina el PR. Lo señaliza un cartel.
  3. Aún más adelante, donde alguien colocó unas piedras en el suelo que forman la palabra «AQUÍ». (Mejor lugar que el segundo)
  4. Siguiendo la senda – ahora en peor estado – hacia abajo llegaremos a la primera cascada del tramo del Barranco del Huevo donde se practica el descenso deportivo. En la bajada tendremos otras vistas al Huevo y, sobre todo, habrá un hilo de agua en la cabecera de dicha cascada.

Después de haber visto el Huevo desde distintos ángulos volvemos al cartel de antes y seguimos por el ramal izquierdo que nos acerca en seguida al extremo sur del bosque. No hay ninguna baliza que indicase esta dirección. La senda toma dirección al oeste y discurre por el borde del carrascal. Ya adivinamos el abismo cerca y cuando salimos del bosque está totalmente presente. Es el momento para controlar al perro aun más decidido. Si se va detrás de una cabra en este terreno tan abrupto puede despeñarse fácilmente.

La senda se introduce a la pared por una cornisa ancha. Según avanzamos se estrecha hasta que se minimiza angostamente en el Paso de Natersa.

El Paso de Natersa

El Paso de Natersa

El Paso de Natersa.
Vista de la cornisa superior. Al fondo el Monasterio de San Cosme.

Meterse en este terreno, cuando la roca está mojado, sería una gran imprudencia. Esto tenemos que tener muy claro. Ya en la introducción he mencionado que es un paso muy estrecho y expuesto.

Curiosamente no es ningún obstáculo para el perro. Mientras los humanos tenemos que aprovechar el pasamanos de cuerda que asegura la parte angustiosa, al perro podemos alzar a una cornisa superior por la cual puede andar cómodamente, ya que no se estrecha tan extremamente. Esta cornisa es más reducida en altura, pero más ancha. Los humanos sólo podríamos traspasarla a gatas.

Así que podemos ir con el perro en paralelo – incluso con la correa puesta: nosotros por el verdadero Paso de Natersa y él por la cornisa que se encuentra a la altura de nuestros hombros. Después las dos trayectorias se unen en una faja más ancha.

En la cornisa superior al Paso de Natersa

En la cornisa superior al Paso de Natersa.
La del verdadero paso vemos debajo de Robert. El tramo angustioso y estrecho está más cerca – fuera de la imagen – donde empieza la vegetación.

Aunque debemos estar atentos y concentrados en este tramo expuesto veremos que las vistas son sobrecogedoras. Por eso debemos tener muy presente que debemos parar quietos, si queremos gozar del paisaje.

Siempre quito las alforjas al perro en este tramo, ya que a veces choca con ellas por el poco habitual aumento de anchura.

Una vez pasado por el paso de Natersa seguimos avanzando por la misma faja en horizontal hasta que unos hitos indican el inicio de la ascensión a la cima. Como nos movemos por roca solida de conglomerado no vemos ninguna trocha de camino, pero si nos fijamos bien en los hitos podemos subir a la Peña de San Cosme sin ningún paso delicado más.

La Peña San Cosme

Las vistas desde la punta oriental de la Peña San Cosme

Las vistas desde la punta oriental de la Peña San Cosme.

Tiene dos cimas, una en el este y la otra más bien en medio de la cresta la cual es la más alta. Merece la pena visitar las dos por el cambio de la perspectiva del Huevo de San Cosme que se encuentra ahora justo debajo de nosotros. En la cima verdadera tenemos una panorámica de 360º de la cual podemos gozar mientras almorzamos.

La cara oeste de la Peña San Cosme

La loma del descenso.
Delante vemos la loma por donde descendemos. A la derecha vemos el cauce seco del Barranco de las Cuevas de la Reina y a la izquierda se encuentran las paredes que se caen vertical al embalse. Al fondo está la carrasca donde el itinerario se tuerce hacia la izquierda.

Empieza la fatigosa, pendiente y larga bajada por la cara oeste de la peña. Antes de marchar deberíamos situarnos bien y ver por donde desciende el itinerario.

Por la cara oeste de la peña bajan dos barrancos. Nosotros tenemos que avanzar por la loma izquierda. La que está flanqueado a la izquierda por el abismo y a la derecha por el Barranco de las Cuevas de la Reina. ¡NO DEBEMOS AVANZAR POR LA LOMA ENTRE LOS DOS BARRANCOS! Por la loma correcta debemos bajar hasta una carrasca al fondo, solitaria y característica. Allí encontraremos de nuevo hitos que nos indican los pasos más fáciles. Donde se ubica la carrasca el itinerario gira a la izquierda para encontrar mucho más abajo un collado que conecta otra loma de menor entidad con la Peña San Cosme. Por la cresta de dicha loma llegamos al punto más al oeste del macizo que da con el agua del embalse.

El paso más difícil de la bajada

El paso más difícil de la bajada.
Se supera bien sentado, arrastrándose.

En la bajada tenemos que evitar las piedras sueltas y pisar siempre el conglomerado solido. Si vamos con prudencia, despacio y con cabeza encontraremos algunos pasos de I, pero ninguno más delicado, por no hablar de escalada.

Este itinerario descrito es el acceso inverso para los barranquistas que descienden el Barranco de las Cuevas de la Reina.

Durante todo el descenso tenemos impresionantes vistas del Embalse de Vadiello que recompensan la monotonía de este fatigoso y árido tramo. Al fin llegamos a la orilla del embalse en el punto más al oeste del macizo y nos tenemos que preparar para el último obstáculo de la excursión:

La travesía del Embalse de Vadiello a nado

Las vistas al Embalse de Vadiello

Las vistas al Embalse de Vadiello.

La orilla opuesta no está lejos, pero no nos debemos dirigir hacia el punto más cercano, sino hacia la zona cerca del puente, un poco más a la izquierda. Este puente vemos bien desde el principio y nos sirve de punto de referencia durante todo el trayecto.

Cruzando el Embalse de Vadiello

Cruzando el Embalse de Vadiello.
Robert ha tomado rumbo al puente, siempre más rápido que yo.

Al perro pongo sus alforjas rellenadas con botellas de plástico vacías. Eso le da flotabilidad suficiente para que no se hunde. Para los humanos es recomendable ponerse el traje de neopreno que protege del frío y nos da también más flotabilidad.

Estos dos medidas de seguridad nos darán suficiente confianza para disfrutar de este ultimo tramo tan extraordinario – nadar entre paredes verticales y por aguas limpios y cristalinos no es una actividad que se hace todos los días.

Nota personal – ¿Legalidad?

Está prohibido bañarse en el Embalse de Vadiello.

Lo que estamos haciendo nosotros no es tomar un baño, sino lo interpretamos más bien como una travesía a nado para terminar la excursión.

Es el mismo argumento en el cual se amparan los barranquistas para que esta actividad sea legal por esta zona. (Hay tres barrancos – entre ellos el de las Cuevas de la Reina – a los cuales se accede o de los cuales se retorna a nado por el embalse.)

Una vez en la otra orilla encontramos el PR  cerca de la orilla que llega desde el puente.

Retorno:

Seguimos por el PR hacia el sur. Cruzamos el puente y los túneles hasta el aparcamiento.

Las vistas a los Mallos de Ligüerrii desde la zona de la Cueva de los Murciélagos

Las vistas a los Mallos de Ligüerri desde la plataforma rocosa cerca de la Cueva de los Murciélagos.

El tramo olvidado del Flumen o «la Poza Olímpica»

Pozas olvidadas

Pozas olvidadas, vírgenes y inmensas.
Bajo la lluvia salen las criaturas más salvajes de sus escondites

El Salto de Roldán, Cienfuens, el nacimiento en la Sierra de Bonés… todos estos tramos del Río Flumen se conocen, más o menos. Al contrario, el curso que toma entre las desembocaduras del Barranco Nazapales y del Barranco Barón, cerca del Puerto de Monrepós, no figura en ninguna guía de montaña de la zona. Quizás es justo la cercanía de la autovía lo que protege esta zona de la exploración turística. De hecho todos los caminos que llevan allí están invadidos de la vegetación y perdidos, incluso algunas de las pistas. Por eso he clasificado la excursión como difícil **. Así que, durante toda la excursión hay que prestar mucha atención para no perder el camino y en ocasiones tendremos que atravesar la maleza para seguir nuestro camino – en aquellos tramos oculto.

Ficha olímpicaLo atractivo que ofrece el Río Flumen en dicho trayecto son las pozas. Allí hallan las pozas más grandes de toda la Sierra de Guara. (He comparado tamaños en el Google Earth y, sin duda, ganan a las pozas grandes como la de la Presa de Bierge, la Ballena, la de Villacantal, las del Guatizalema, las de Sieste…)

Recorte Mapa Alpina

Recorte Mapa Alpina

Especialmente uno de ellos asombra por su tamaño y forma redonda: la Poza Olímpica. (El nombre surge partiendo de la base que esta piscina natural perece cumplir con las normativas olímpicas de tamaño y profundidad; según mi amigo Javier Casasús.)

A causa de falta de información sobre la toponimia de esta zona en cualquier mapa y guía de montaña o barrancos, voy a tomarme la libertad y usar esta denominación, junto con otra para una poza que he bautizado «Poza del Salto».

En dicho tramo hay varias pozas gigantescas y la única manera de visitar a todas, es plantear la excursión como un descenso de barranco. Como nunca se encajona el río, el cauce está bastante vestido y hay un largo acceso y retorno, el descenso no sería demasiado satisfactorio. Creo que tiene más sentido ir en búsqueda de un par de pozas selectas y disfrutar de ellas. Según este planteamiento he preseleccionado la Poza Olímpica y la Poza del Salto para incrustarlas en una maravillosa excursión de medio día. El resto de las atracciones sólo voy a bosquejar.

Croquis sobre el recorte de Sigpac

Croquis sobre el recorte de Sigpac.

A la zona se puede acceder desde el Monrepós por el Barranco Nazapales, por una pista que baja desde el viejo Puente de Cubils y el Túnel de la Manzanera o por una senda que viene de Belsué. Para la ruta descrita he elegido el último de dichos accesos, ya que hay poco desnivel, es muy bonito y se puede combinar cómodamente con la excursión descrita en la entrada «Por las pozas de la Pardina Ascaso» .

Pues, preparamos la mochila con el almuerzo, el agua, la correa y una cuerda de unos 5m de longitud (que nos ayudará salir de la Poza Olímpica más fácil) para descubrir sendas perdidas, edificaciones derrumbadas y las maravillosas pozas del tramo olvidado del Flumen.

Tiempo:

Desde el aparcamiento a la desembocadura del Barranco Barón: 40min.

Desde la desembocadura del Barranco Barón hasta el desvió a la Poza Olímpica: 15min

Desde la desembocadura del Barranco Barón hasta el desvió a la Poza del Salto: 30min

Desde la desembocadura del Barranco Barón hasta el campo grande: 1h

_______________

Total: irrelevante, 3h 30, media jornada

Aparcamiento:

Justo antes de llegar a Belsué la carretera gira casi 180º a la derecha. En esta curva hay a mano izquierda una explanada donde se puede aparcar. Allí iniciamos la ruta.

Acceso:

Desde la curva seguimos por una pista en muy mal estado, casi irreconocible. En apenas 10min llegamos a un cruce de caminos que es poco visible, aunque se encuentra un hito en medio. Dejamos la pista y seguimos por la senda a mano izquierda. Esta senda nos lleva a la confluencia del Flumen con el Barranco Barón, donde nos adentramos finalmente al tramo olvidado.

Si nos saltamos el desvió, llegaremos a la Pardina Ascaso. Desde allí podemos llegar igual a dicha desembocadura. La manera de reencontrar el camino está explicado en la entrada «Por las pozas de la Pardina Ascaso«

La Poza del Flumen cerca de la confluencia

La Poza del Flumen cerca de la confluencia.
Robert toma su primer baño.

Cruzando el Río Flumen – no el Barranco Barón – la senda nos lleva en pocos metros a un pinar a lado de la orilla. Si seguiríamos la trocha que está bien marcada y empieza a subir en seguida, nos llevaría a la Pardina Ubsieto por el Barranco Barón (Más información en la entrada “Vuelta por el Tozal de Lusera“). NOSOTROS NO SEGUIMOS POR ESTA SENDA. Tenemos que tomar un desvió hacia la izquierda, poco visible, que nos lleva más adentro del pinar. Hay que prestar mucha atención en este tramo, ya que la senda es poco transitada y invadida por la vegetación.

En cuando salimos del bosque y la senda empieza a ganar un poco de altura, la trocha se distingue mejor. Allí vemos un desvió hacia la izquierda que baja en 10min al río donde forma una pequeña poza.

Aunque vestida la senda aparece ahora claramente y la seguimos ganando altura. Más adelante llegamos a un claro en el bosque donde se inicia la bajada a la Poza Olímpica. Este claro podemos identificar por varias señales: es el claro más grande que hemos pasado hasta ahora, hay un muro de apoyo en su margen izquierdo y justo de bajo de este pasa una senda que desciende al río.

La Poza Olímpica

La Poza Olímpica

La Poza Olímpica.

La senda, muy vestida, baja en zigzag al cauce un poco río arriba de la poza. Los últimos metros tendremos que avanzar bosque a través o por el mismo lecho del río, si vamos equipados para realizar trayectos por el agua. Llegaremos a la poza en apenas 10min.

La poza mismo se ha formado de bajo de un resalte de roca de unos 3m de altura. Para bañarse se puede entrar y salir del agua por la zona llana, compartiendo las hierbas con las arañas y culebras. Otra posibilidad es preparar una cuerda que facilita la escalada por el resalte de roca y no tocar la zona pantanosa.

La Poza Olímpica

La Poza Olímpica.
Sesteamos en la sombra de los árboles.

De nuevo en la senda principal continuamos en dirección oeste hasta que llegamos en 15min a una bifurcación. Si tomamos la senda que baja a la izquierda llegaremos en 10min al cauce justo en la desembocadura del Barranco del Puyasieto.

La Poza del Salto

La Poza del Salto

La Poza del Salto.

La poza se encuentra unos 100m río arriba de la confluencia. Podemos ir por el mismo lecho del río, si estamos equipados, o más bien, por el bosque. El avance es más facil, si retrocedemos unos 20m por el camino de acceso y seguimos a esta distancia al cauce por un bosque menos denso hasta que encontramos una bajada directamente a la poza.

La poza se halla debajo de un bonito salto de unos 8m de altura. Aunque la poza es más pequeño que la Olímpica, el conjunto con el salto es muy, muy bonito y merece una visita. Cerca, 100m más al oeste, se encuentra otra poza grande (la del caracol de la primera imagen), cuyo acceso es aun más fastidioso e incomodo. Por eso sólo queda mencionado sin más detalles.

La Poza del Salto

La Poza del Salto.
Contemplando la cascada con mucho caudal en un maravilloso día de invierno.

Otra vez en la senda principal podemos optar por seguirla más hacia el oeste antes de volver al coche. Aquí un breve resumen de lo que se puede visitar.

Hasta el Barranco Nazapales

Siguiendo por la senda cruzamos el Barranco del Puyasieto y más adelante llegamos a una fuente donde el perro se podrá refrescar en un charco. A partir de dicha fuente el camino es más ancha, debido a una pista que substituía a la senda hace tiempo. En algunos tramos se divisa todavía la trocha original de la senda. En la loma que tenemos justo delante vemos la copa de un viejo quejigo que supera en altura todos los demás. En la cercanía de este árbol se pueden observar viejos muros derrumbados que cuentan de un uso destinado al cultivo de estas tierras hace tiempo.

La pista rodea la loma en suave descenso. Pasamos por otra factible bajada al río que lleva a una poza de menor encanto y después desaparece en un campo grande en la orilla del Río Flumen. Es el lugar donde se pierde la continuidad de la senda que originalmente subía hacia Monrepós.

En el otro lado del campo se identifica fácilmente la pista que sube hacia el Puente Cubils. Pero para encontrar dicha senda es mejor ir en búsqueda de un campo característico que se encuentra río arriba cerca de la desembocadura del Barranco Nazapales. Este bonito campo está ubicado entre una roca y la orilla. Además termina en un muro en un lado. Es quizás el punto más singular para reencontrar esta senda perdida, si queremos subir hacia el Puerto de Monrepós; todo eso por terreno difícil de avanzar.

Retorno:

Volvemos al coche por el camino de acceso.

En el camino de acceso

En el camino de acceso por la mañana.

El Azud del Molino en Novales

El Azud del Molino

El Azud del Molino.

Novales es un pueblo que se encuentra en las orillas del Guatizalema en la Hoya de Huesca rozando ya con los Monegros. Desde Siétamo se llega en apenas 15min, desde Huesca tarda un poco más, pero si – está en el entorno de la Sierra de Guara.

El pueblo es típico para la zona y destaca con varias atracciones en el curso del río cercano: El Azud, el Galacho y el puente medieval. Entre ellos recomiendo sobre todo la visita del azud, que forma a sus pies una preciosa poza.

Tiempo:

Se baja al merendero desde el aparcamiento en menos de 5min.

Aparcamiento:

Vamos en coche por la carretera desde Novales hacia Siétamo. Tenemos que estar atentos a una pequeña pista a mano derecha que aparece en 600m después del pueblo. Esta nos lleva en poca distancia a un campo vallado, visible desde la carretera. En la explanada delante de la valla hay sitio para aparcar y un cartel indica la bajada al azud.

El Azud del Molino en Novales

El Azud del Molino en Novales.

El ayuntamiento de Novales ha instalado un merendero en las orillas con buenas vistas a las cascadas de la presa. También podemos bajar a la poza. Debido al barro que lleva el río en esta zona, el agua no es tan transparente como kilómetros más arriba en la misma Sierra, pero no me parece contaminado y un baño es igual de refrescante que en una poza cerca de Nocito.

El Galacho

El Galacho de Navales

El Galacho de Navales.

Si estamos dispuesto desplazar nos con el coche de nuevo, podemos visitar esta curiosa formación rocosa que oprime el lecho del río unos cientos metros más al sur. Aparcamos en el pueblo cerca de las piscinas y buscamos el puente medieval. Por el nos lleva una pista al Galacho. Todo está indicado.

También está indicado el camino hacia el molino, pero no lo recomiendo, ya que el edificio se encuentra en propiedad privada y no se puede visitar.

Debo mencionar también las dos fuentes. Una se encuentra cerca del puente, orilla derecha y aguas arriba, y la otra cerca del molino. En las dos brota el agua con poco caudal y no darán para llenar la cantimplora, pero a nosotros nos pueden servir de excusa para prolongar el paseo.

Espero que el ayuntamiento se preocupa del mantenimiento necesario de estos lugares. Si los encontramos limpios y en buen estado, se convierten en objetivos a los cuales apetece volver.

El Azud del Molino

El Azud del Molino.

El Azud de Sipán

La Poza del Azud de Sipán

La Poza del Azud de Sipán.
El arenisco liso en la orilla puede servir para tomar el sol o saltar al agua desde una altura considerable.

Este viejo azud retiene las aguas frescas del Río Guatizalema que forma una poza, bonita y grande. Es un buen sitio para merendar y pasar la tarde, ya que los bloques, planos y lisos, en la orilla están diseñados para hacer un picnic o para simplemente sestear encima de ellos, gozando del calor que emiten.

La carretera está muy cerca y el acceso es fácil.

Tiempo:

Desde el coche a la poza: 5 min.

Aparcamiento:

Vamos hacia Almunia del Romeral.

Una vez pasado por Los Molinos encontraremos la Ermita de Santa Lucia a mano derecha y a poca distancia veremos a mano izquierda una pequeña nave con una explanada de grava delante. Hay sito para aparcar varios coche.

Acceso:

Bajamos desde la nave por una de las sendas al Río Guatizalema.

Saltar, sestear, merendar, bañar… es un buen sitio para que disfrute toda la familia. El agua siempre está fría, dado que procede del Embalse de Vadiello. Es quizás la poza más cercana desde Huesca y a menudo se encuentra gente disfrutando de él por las tardes en verano. Por eso debemos controlar nuestro perro y respectar la presencia de otras personas.

¡Recoger la basura …y la de los demás! (Es la triste verdad.)

Retorno:

Volvemos a la nave por una de las sendas de acceso.

La poza que provoca el Azud de Sipán

La poza que provoca el Azud de Sipán.
Robert y yo disfrutamos de las frías aguas después de una excursión extrema por la zona de Penz por un día muy nublado.

Gymkana por el Cañón de San Martín

La Fajeta L'Ordio

La Fajeta del Ordio.
Robert disfruta de las vistas.

El Cañón de San Martín es una parte del Alcanadre en el tramo río abajo de San Saturnino que llaman «Peonera superior». Se trata de un gran cañón clavado en la caliza que ofrece como sus hermanos mayores – el Cañón del Vero o del Balcez – maravillosas pozas incluidas en un entorno de paredes verticales, cuevas y proas. El corazón de este paraje es la pequeña ermita que da nombre a toda la zona. Llegan tres sendas de acceso al río, dos desde el este – los accesos populares – y uno – más largo y menos transitado – desde el oeste.

La Ermita de San Martín

La Ermita de San Martín.
En esta perspectiva se divisa en el extremo derecho debajo de la inmensa pared, denominada «La Piedra de San Martín».

Descripciones de esta magnifica excursión circular se encuentran en casi todas las guías y mapas de la Sierra de Guara, pero él que mejor la describe es Enrique Salamero en su libro «22 itinerarios a pie». Adjunta un buen esquema para identificar más fácil las sendas por las fajas y detalla las etapas y complicaciones. La presenta como una excursión de medio día, pero si exploramos intensamente el curso del río con sus maravillosos rincones, se puede extender a una de una jornada completa, ya que las pozas de aguas cristalinas invitan a sestear en sus orillas. Ademas hay que tener en cuenta que el retorno es una fatigosa subida por la cara oeste donde pega el sol por la tarde. Así que merece la pena disfrutar cerca del agua hasta que disminuya el calor del día.

Ficha San MartínAunque hay sirgas y clavijas en los accesos descritos en el libro, ninguno resulta complicado para el perro.

  • La senda por la Fajeta del Ordio discurre por una cornisa de 2m de anchura como mínimo, que impresiona sin ser demasiado expuesta o peligrosa.
  • La Senda de los Gradones es más pendiente y confusa, donde tendremos que superar algún paso de trepada.
  • La senda por la Fajana Martín Juan es muy pendiente, especialmente en las cercanías del río. Como arranca en una zona muy apartada de las infraestructuras en el este del cañón, no es un acceso usual.

En los tres casos hay carteles, balizas o hitos que nos guiaran.

Así que voy a concentrarme en describir algunos de los rincones singulares – los tesoros de la Gymkana – que se pueden visitar durante el día, empezando río arriba.

Aunque no hay ningún paso a nado, debemos estar preparados para mojarnos completamente, debido a que algunas de las atracciones requieren un baño obligatorio para una exploración perfecta.

El Río Alcanadre

El Río Alcanadre.
Que alegría llegar finalmente a las pozas.

El Caos de la Fuente Conciatas

Poza interior del Caos de la Fuente Conciatas

La  fabulosa poza interior del Caos de la Fuente Conciatas.

Este caos, situado en el final de un estrecho oprima el lecho del río de tal manera que no vamos a ser capaces de pasar por él. Así que se trata de nuestro limite de la excursión hacia el norte, río arriba.

El Caos de la Fuente Conciatas

El Caos de la Fuente Conciatas.
Los tres bloques empotrados, vistos desde el estrecho río arriba (donde no llegaremos).

Para encontrar la poza interior es mejor dejarse guiar por el ruido de la cascada que alimenta la poza y destrepar por las rocas hacia el agua. La poza es una gozada y un baño en estas aguas frescas será un momento inolvidable.

En los dos lados del caos se inician dos cornisas que discurren por las paredes hacia el sur. La de la orilla derecha, la más extensa, tiene un acceso difícil de escalada por los mismos bloques del caos, pero la de la izquierda es fácil de recorrer y ofrece unos bonitos covachos en la zona más elevada. Ademas es el único punto de nuestra excursión desde donde podemos ver los tres bloques empotrados, tan ilustres y conocidos, que se encuentran escondidos en otro extremo del caos.

La Fuente Conciatas

La poza de la Fuente Conciatas

La poza de la Fuente Conciatas.

A poca distancia río abajo del caos se encuentra dicho manantial. Se trata de una maravillosa poza en cuya orilla, rocosa y vertical, mana el agua por varios agujeros. En días calurosos vale la pena acercarse (a nado) y beberla directamente desde donde brota.

Cerca de la poza, río abajo arranca la senda de la Fajeta de Ordio. Esta sube los primeros metros al lado de una crestería agreste donde se encuentra una pequeña cueva. La cavidad no tiene dimensiones  suficientes para introducirse, pero siempre emite una corriente fresca que sea bienvenido en días de calor. Además, según Enrique Salamero esta curiosidad tiene nombre: Aujero l’Aire, lo que indica que para la gente del lugar (o un excursionista) tiene cierto interés.

La Fajana Martín Juan

La Piedra de San Martín

La Piedra de San Martín.
No es necesario mencionar que nos tenemos que acercarnos con mucho cuidado y controlar al perro. Hay un patio de más de 350m.

Siguiendo el curso del río pasamos por varias pozas. Escondido en un bosquecillo en la orilla derecha arranca la senda por la Fajanta Martín Juan, balizado con un cartel «Costera de Naya 2h». La subida es fatigosa, pero nos situará en el mejor mirador sobre el cañón justo en el borde del precipicio de la Piedra de San Martín. No obstante, hay buenas vistas durante todo el ascenso.

Más adelante se divisa ya el puente sobre la Badina Quejigo, el punto central de nuestra excursión.

La Cueva, Ermita y Piedra de San Martín del Alcanadre

La Ermita de San Martín del Alcanadre

La Ermita de San Martín del Alcanadre.
La foto la tomé desde la Senda de los Gradones.

En dicho puente podemos subir hacia el este por la Senda de los Gradones para salir del cañón o visitar la ermita subiendo hacia el oeste.

Esta está ubicada a pie de una inmensa pared abovedada denominada «Piedra de San Martín» y – de verdad – el lugar es sobrecogedor. Nos podemos acercar al centro del margen inferior de la pared, sentarnos e inspirar toda la energía que refleja y focaliza este «espejo parabólico del universo». Además, si tenemos suerte, podemos observar una pareja de alimoches que anida en la parte superior.

Encima de la ermita hay una cueva que se puede alcanzar trepando con la ayuda de alguna piedra y madera detrás del edificio.

La Cueva de San Martín

La Cueva de San Martín.
Al pie de la pared que tenemos enfrente se encuentra un covacho con un recinto pastoral que se puede visitar desde la Senda de los Gradones.

La Badina del Quejigo podemos pasar a nado, o más bien, salvarla por una senda por el margen derecho. Río abajo nos esperan más pozas hasta que el cauce se estrecha.

El Estrecho de Lacarra

El inicio del Estrecho de Lacarra

El inicio del Estrecho de Lacarra

Ya avisa el nombre: los paredes verticales nos cierren el paso. Así que esta gorga es el tope austral de nuestra excursión. Podemos aprovechar las aguas profundas para refrescarnos con un baño, pero el siguiente tramo del Alcanadre es una secuencia de pozas profundas encadenadas, oprimidas por paredes verticales y no es del todo apto para el perro*.

Resta volver al coche por uno de los caminos mencionados.

La Badina del Quejigo

La Badina del Quejigo.
Se ve de donde procede el nombre. Aunque el árbol está muerto, se mantiene de pie.

*Nota personal

Podemos convertir la gymkana a una autentica aventura – una excursión seria de una jornada completa, si estamos dispuesto a traspasar el Estrecho de Lacarra.

Este tramo es muy acuático, con badinas largas y profundas. Ademas hay que resolver un caos y destrepar varios resaltes. Por estas razones, no lo he elegido para esta entrada principalmente, sino que lo anoto como «anécdota personal».

El Caos de Lacarra

El Caos de Lacarra.
Detalle del caos que tenemos que resolver.

Pues, para los nadadores buenos y conocedores de la zona (hombres y perros) en días soleados de caudal reducido:

– Bajar por la Senda de los Gradones

– Visitar la ermita

– Traspasar los Estrechos de Lacarra (1-2h)

– Salir del barranco en la Badina Cebollero (15min)

– Subir a la Costera de Naya (1h15)

– Bajar por la Fajana de Martín Juan (45min)

– Visitar el caos de la Fuente Conciatas

– Subir por la Fajeta del Ordio

En el Estrecho de Lacarra no hay que instalar rapeles, pero tendremos que destrepar en varios ocasiones y pasar a nado por pasos muy estrechos entre paredes de roca.

Después del caos llegamos a la Badina Cebollero donde se encuentra la salida del barranco, descrito en la entrada «Vuelta por los Estrechos de Tamara y el Huevo de Morrano».

La Fajana de Martín Juan

La Fajana de Martín Juan.
Las vistas al Cañón de San Martín. Se reflejan los paredes opuestas en el agua.

La Ermita de San Martín

La Ermita de San Martín

En la pista nos dirigimos hacia la derecha. Después de otra bifurcación, donde seguimos otra vez por el ramal derecho, ascendemos hasta que un cartel nos indica la bajada a San Martín. Este tramo es caluroso, fatigoso y poco atractivo, pero nos compensan las vistas excepcionales mencionadas antes.

Un recorrido muy entretenido y relativamente delicado para toda una jornada que no nos decepcionará.

El Cañón de San Martín

El Cañón de San Martín por la tarde desde la Fajeta del Ordio.
Al fondo se divisa el Huevo de Morrano.

Visita al joven Guatizalema

Para empezar, no estoy seguro, si el barranco que visitamos es parte del mismo Guatizalema o su nombre es Río Bail y cambia la denominación a partir de Nocito. Los mapas y libros se contradicen. Sea como fuere, la poza es preciosa y merece una visita, aunque el acceso está invadido totalmente por la vegetación y no sirve para el disfrute.

Ficha joven GuatizalemaLa zona donde se halla es un escondite entre campos abandonados y olvidados. Los únicos testigos de que había gente pasando por allí son los viejos muros de sujeción, el perdido camino de acceso y una vieja tubería de plástico que cogía agua para el riego.(Nadie se siente responsable para recogerla, y por eso sigue allí pudriéndose.)

Tiempo:

Del coche a la poza 15min.

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Total: 45min.

Aparcamiento:

Dejamos el coche en un ensanche de la carretera que sube de Nocito al collado de Bail (hacia la Guagera) en la primera pista a mano derecha. Hay sitio para un vehículo.

Acceso:

Bajamos por la pista, intransitable y llena de vegetación, hasta una torre de alta tensión. A partir de aquí tenemos que avanzar sin camino obvio.

Lo mejor es seguir en la misma dirección hasta que llegamos a un campo colgado encima de la cascada, donde vemos bien por donde podemos realizar la bajada.

Así que retrocedemos unos metros y bajamos a una zona de roca sin vegetación. (En esta «zingla» podemos encontrar los rastros del camino de acceso que procede desde el sendero que conecta Nocito con Ibirque.) Del extremo de la zingla más cerca del barranco podemos destrepar (paso de I) a un bosquecillo por le cual tenemos acceso a la poza.

La poza y la cascada

En la cueva debajo de la cascada

En la cueva debajo de la cascada.
Robert está vigilando la mochila.

Por su orientación al sur y una perfecta piedra plana podemos descansar y tomar el sol en las orillas de la poza sin ningunas molestias. El agua es limpia, cristalina y invita a un baño. En un lado de la cascada se encuentra una curiosa cueva a la cual podemos introducirnos nadando. Encima de la cascada está muy presente el muro que sujeta el campo que hemos visitado antes.

Retorno:

Volvemos al coche rehaciendo el camino de acceso.

El Tozal de Guara y Nocito

El Tozal de Guara y Nocito desde el aparcamiento.

La Pillera total – Los bosques y las pozas en el entorno de Nocito

El Barranco Cuello

El Barranco Cuello.
Robert disfruta de las vistas al Tozal de Guara mientras descansamos en una maravillosa poza.

El Barranco de la Pillera es bien conocido, ya que se accede por un paseo fácil, apto para toda la familia, que destaca con casi todas las atracciones que nos ofrecen los grandes cañones de Guara. Además le habita una vegetación distinta y más prospera que la del lado sur de la sierra. Todas las guías mandan a los excursionistas por la pista de acceso al barranco para reseñar allí una vuelta más o menos extensa. Por desgracia esta pista es fea, llena de polvo, y libre para la circulación de coches.

Ficha PilleraPara librarnos de este tramo de mal gusto en nuestra ruta haremos una vuelta por el Barranco Cajical – unos campos abandonados dentro de un caxical de gran belleza. Dado que sólo cazadores y campesinos visitan esta zona, el camino – en su tiempo noble y importante  – está medio perdido. Resulta muy difícil de averiguar su trocha y sólo identificar su inicio parecerá un atrevimiento.

La Badina Estañonero

La Badina Estañonero.
El objetivo más llamativo y famoso de la ruta de hoy.

Debido a este primer tramo de la ruta y a un paso de trepada en el acceso al Barranco Cuello he clasificado la excursión como muy difícil (***). Si una persona no está acostumbrada a orientarse en la montaña sin camino obvio y resolver pequeñas trepadas, debería reducir la excursión a los tramos fáciles por el Barranco de la Pillera y el Río Guatizalema y aprovechar en coche la pista de acceso que lleva a la confluencia.

Recorte Mapa Alpina

Recorte Mapa Alpina.

Durante todo el día vamos a gozar de las pozas y los bosques que podrían valer como escenario para una película de fantasía y cuentos – con los quejigos del Barranco Cajical, el Dolmen de Palomar, la Badina Estañonero, el Brazo del Mar, el Barranco del Cuello y la Ermita de San Andrés como objetivos principales.

Para pasar de este modo un día de cine, preparamos la mochila con las sandalias, el almuerzo y el agua, cogemos la correa del perro y reinventamos la visita del Barranco de la Pillera.

Tiempo:

De Nocito al collado del Barranco Cajical: 1h

Del collado al Dolmen de Palomar: 1h30

Del dolmen a la poza del Guatizalema: 30min

Opcional:

Vuelta por el Río Guatizalema hasta la pasarela: irrelevante, mas o menos 1h

De la poza a la Badina Estañonero: 1h

(si nos entretenemos en la Pillera hasta 2h30)

Remontar el Barranco Cuello: irrelevante, 1h

Vuelta a Nocito por el bosque: 30min

Opcional:

Subida a San Andrés: 45min

El tiempo descrito desde Nocito al dolmen es muy relativo. Debemos contar que gastaremos tiempo en buscar el camino en algún punto.

_______________

Total: irrelevante, hasta 9h, jornada completa

Aparcamiento:

Aparcamos en la entrada del pueblo en Nocito, donde parte el GR 1 hacia Lusera.

Acceso:

La ruta empieza cuando ponemos el primer pie en las bonitas tierras de Nocito.

Tenemos que prestar mucha atención en el primer tramo, ante todo para encontrar el camino y después para seguirlo, ya que no hay carteles o hitos que lo podrían indicar. Ademas está perdido, poco transitado y invadido por la vegetación. En muchas partes tenemos que desviarnos por los campos colindantes, sin perder de vista el camino autentico.

Sin embargo, era importante y transitado en su tiempo, lo que podemos observar en muchos elementos los cuales también nos facilitarán identificar su trocha: al principio está flanqueado por dos muros que traspasan los campos que le rodean, más adelante veremos muretes de apoyo en algunos tramos y en otros todavía se distinguen las losas que servían de empedrado.

Una borda en Nocito

Una borda en Nocito a lado del GR 1.

Iniciamos la marcha por el GR 1 hacia Lusera. En seguida llegamos a un punto donde una pista cruza el sendero. ALLÍ PARAMOS Y NO SEGUIMOS POR EL GR, NI POR LA PISTA.

A mano izquierda está el extremo de un largo muro que se extiende hacia el terreno delante de nosotros. Se trata del muro que marca nuestro camino. Así que debemos avanzar por el terreno que está entre el muro y el GR siguiendo esta linea de piedras. Quizás tenemos que saltar una valla eléctrica y no será la única a lo largo de la ruta. Más adelante podemos ver a la izquierda del campo un viejo camino lleno de zarzas que está debajo del muro que nos está guiando. Pronto este estará limpio y nos permitirá ir por la trocha original.

De este modo llegamos al bosque. El camino sigue entre muros. En este punto ancho, limpio y fácil de identificar por los rastros de una fuente temporal que tiñe a las losas del camino de un bonito amarillo.

Unos quejigos majos

Unos quejigos majos.
El escenario del camino que sube al collado.

El bosque es precioso y su belleza nos entretiene, pero debemos continuar de forma concentrada como antes: en los tramos donde no podemos avanzar por el camino pasamos al bosque o los campos colindantes sin perder de vista el camino autentico.

Más adelante el camino traspasa un denso bosque de boj. A partir de aquí no habrá más muros que nos guían y resulta más seguro quedarse en la trocha original, aunque no está del todo limpia. Llegamos a otra zona de campos donde cuesta identificar el camino de nuevo: tenemos que seguir en suave ascenso saltando otra valla eléctrica que nos guiará un rato marcando, más o menos, nuestra izquierda. Ahora empezamos a ganar altura. Después de pasar por un largo tramo de bosque en linea más bien recta, llegaremos finalmente a los campos alrededor de un collado que da acceso al Barranco del Cajical donde realizaremos la bajada hacia el Río Guatizalema.

En el camino al Barranco Cajical

En el camino al Barranco Cajical.
Robert se convierte en un ser mítico del bosque.

En los campos debemos avanzar en suave ascenso hasta que lleguemos al campo en el mismo collado donde se abren las vistas al otro valle. Por todo este tramo (y el siguiente) vamos sin rastro de camino obvio, debido a las formas estrechas y alargadas de los campos que camuflan el autentico camino a la perfección.

En la otra vertiente, todavía sin camino, podemos descender en zigzag por las terrazas que forman los campos por los pasos que resultan más fáciles. Después de unos 70m de descenso se forma un pequeño barranco en medio de los campos/terrazas. Debemos usarlo como guía y continuar bajando por estos escalones de hierba cerca de él. Finalmente llegaremos a un campo grande y llano en el fondo del valle donde parte una senda, bien marcada en el otro extremo a lado de los restos de un muro grande y ancho. Por allí salimos de este caxical mágico por una trocha bien visible.

El Barranco del Cajical

Uno de los quejigos descomunales en el Barranco del Cajical

Uno de los quejigos descomunales en el Barranco del Cajical.

Como toda la zona está casi abandonada, refleja un sentimiento de aislamiento muy intenso. En combinación con la incertidumbre provocada por la falta de un camino claro, el paseo se convierte por esta zona en una verdadera aventura – y no sólo la primera vez. La guarnición del paseo por este paraje proporcionan las vistas a la Ronera y el Tozal de Guara, algunos elementos de la vida antaño como el mismo camino o las ruinas de un refugio pastoral en el collado y unos quejigos excepcionales que están a la altura de los de Albás, San Úrbez o Naya.

Nota personal:

El itinerario descrito es una buena y rápida manera para traspasar el Barranco Cajical, pero podemos adentrarnos en el bosque mucho más. Por desgracia el camino es realmente difícil de identificar y la vuelta que describe relativamente larga. Por estas razones no es parte de la ruta escogida, pero debo mencionarlo. Es sencillamente un mundo de maravillas.

Recorte Fotografía Sigpac

Recorte Fotografía Sigpac.

Desde el collado debemos descender suavemente tirando hacia  el noroeste y encontrar la terraza correcta que tiene continuidad y que se convierte más adelante en senda. Esta se pierde en otro momento de nuevo, pero cerca del lecho del río se hace más visible y en la otra vertiente ya no resulta difícil de seguir. La senda es noble y tiene historia, ya que encontraremos como antes muchos elementos que  lo comprueban. Incluso vamos a pasar por un hito gigante. No voy a relevar más detalles, ya que tampoco conozco el bosque a fondo y cada vez que paso por allí encuentro nuevos desvíos y supuestas sendas.

Impresiones del ambiente y de los árboles se encuentran en un sector de la página «Arboles«.

El Barranco Cajical

El Barranco Cajical.

Continuamos por la senda que pasa por el muro. A nuestra derecha tenemos un barranco que suele llevar agua. Todavía debemos prestar atención a no equivocarnos y encontrar la Senda de los Carboneros en el Valle del Guatizalema.

IGNORAMOS un primer desvío, poco visible, que cruza el lecho del río y sube en la otra orilla. La senda correcta sigue recta y se aleja un poco del cauce. Pronto llegamos a otro desvío, poco visible, donde tomamos el ramal que desciende ortogonalmente a mano derecho. ¡AHORA NO SEGUIMOS RECTO! (La senda recta nos llevaría a las ruinas del Mesón de Nocito y a la pista de acceso mencionada en la introducción.) La nuestra baja, traspasa un campo, cruza el río y discurre después por la orilla derecha hasta que topa con la Senda de los Carboneros justo en una pasarela sobre el Barranco del Cajical.

Giramos a la derecha y seguimos por este sendero ancho sin ninguna complicación. En un primer cartel hacemos caso a las instrucciones para llegar al Dolmen de Palomar, continuamos recto.

El Dolmen de Palomar

El Dolmen de Palomar

El Dolmen de Palomar.

Recorte Fotografía Sigpac

Recorte Fotografía Sigpac

En ninguno de los mapas la ubicación del dolmen está bien definida. Por eso he preparado un croquis que facilitará la búsqueda. Se encuentra en el ultimo collado antes de llegar al Barranco Palomar.

La  construcción es curiosa  y se distingue de otros dolmenes por la falta de la losa que tapa la cámara mortuoria.

En primavera o después de lluvias fuertes debemos visitar también la cascada del Barranco Palomar y una visita del refugio sólo vale la peña, si buscamos setas en otoño.

Bajamos por la pista al Río Guatizalema. En un primer cartel giramos a mano derecha y bajamos por la Senda de los Carboneros casi al cauce del río. Por un barranco seco podemos llegar a una fabulosa poza que ya estuve a la vista desde lo alto antes de llegar al dolmen.

El Río Guatizalema

El Río Guatizalema.
Se hallan pozas divinas en su lecho. Este es el primero que encontraremos en la ruta.

El Río Guatizalema

Desde la poza podemos bajar por el lecho del río hasta topar con una pasarela y volver por la senda. De esta manera exploramos una bonita zona del río que no está tocado por la construcción de la pista forestal. Para avanzar cómodamente y rápido debemos prepararnos para mojarnos hasta las rodillas por lo menos.

Partimos de la poza volviendo por la Senda de los Carboneros hacia Nocito. Hacemos bien en coger la senda y no la pista, ya que es mucho más bonita y se trata de la autentica trocha.

Así llegamos al cruce donde parte la pista de la Pillera.

La Pillera

La Pillera.
Robert disfruta de un baño en aguas cristalinas y frescas.

El camino por la Pillera está bien señalizado y no encontraremos ninguna dificultad. Tenemos que subir hasta la Badina Estañonero que se identifica fácil, ya que es la única poza de grandes dimensiones situada en la desembocadura del Barranco Cuello el cual forma una bonita cascada en su final. El camino aprovecha una pista intransitable que cruza el río varias veces. Nos mojaremos los pies hasta los tobillos, pero sólo, si hay mucho caudal.

La Pillera

La Pillera.
Robert y la primera poza que encontraremos en el camino. Se llama Badina Rallabatán.

A parte de dicha badina hay singularidades que no nos debemos saltar aunque no están en el camino:

El Mirador de la Badina Estañonero:

La Badina Estañonero

La Badina Estañonero por la mañana desde el mirador.

Donde indica el cartel la ascensión al Tozal de Guara podemos subir unos 10 min para llegar a un punto de estupendas vistas a dicha poza.

El Brazo de Mar:

Se trata de una pequeña cueva con una poza interior que se encuentra en el final del PR un poco más arriba de la Badina Estañonero. No es peligrosa, ya que no es más que un pequeño pozo inclinado, pero se merece una visita sin duda ninguna.

La Fuen de Guaril:

Si continuamos por la senda que lleva al Brazo de Mar por unos 10min más, llegaremos al manantial donde brota el abundante agua que baja por el Barranco de la Pillera. La fuente, los pinos y tejos en conjunto crean un ambiente que tiene mucho encanto.

El paso de clavijas al Barranco Cuello

El paso de clavijas al Barranco Cuello.
Robert me espera en la cornisa. Cuando haya subido yo al mismo sitio, le ayudaré empujándole los 1,5m restantes hasta que el podrá trepar por si mismo.

Para seguir y remontar el Barranco Cuello tenemos que retroceder de la Badina Estañonero al último vado. Justo antes de volver a cruzar el río giramos a nuestra derecha y avanzamos por una senda casi invisible subiendo una pedrera que nos situará en el pie de un resalte rocoso de unos 4m de altura.

Con la ayuda de unos cables superamos este obstáculo y continuamos sin más complicaciones por la tímida senda que tuerce un poco más arriba hacia la derecha. En la bajada al cauce nos podemos asomar por el precipicio y contemplar la poza de antes debajo de nosotros.

Al principio remontamos el barranco por el mismo cauce. Si el caudal es normal, podemos evitar que nos mojemos. El lugar es mucho menos recorrido que la Pillera, el agua un poco más cliente y nos podemos relajar sin preocupaciones en alguna de las pozas. Especialmente la de la primera foto es una joya, por las vistas al Tozal y la rampa de piedra que nos puede servir de hamaca perfecta.

La Badina Estañonero

La Badina Estañonero.
Desde el acceso al Barranco Cuello podemos asomarnos a este mirador.

La fuente del Barranco Cuello

La fuente del Barranco Cuello.

Más arriba se forma una senda en la orilla derecha, nuestra izquierda, por la cual podemos avanzar más rápido. Tenemos que estar atentos a un sendero que se junta con el nuestro desde la izquierda. En este punto podemos cruzar el lecho del río para llegar a una bonita fuente.

Continuamos por la senda remontando el barranco. En una zona más suave de pinos de repoblación giramos a nuestra izquierda y nos alejamos del cauce del Barranco Cuello. Un hito grande y visible indica este desvío. No obstante, si le pasamos de alto podemos tomar más adelante la senda señalizado que baja desde el Collado a Nocito.

Nuestra senda se une con otra y empieza a bajar suavemente por un bosque sombrío a Nocito. Ya cerca del pueblo topamos con un PR. Si giramos a la derecha bajamos al pueblo. El camino de la izquierda nos llevará a la cima y la Ermita de San Andrés.

Robert encontró un parasol en la vuelta a Nocito

Robert encontró un parasol en la vuelta a Nocito.

San Andrés

Las vistas al Tozal de Guara desde la cima de San Andrés

Las vistas al Tozal de Guara desde la cima de San Andrés.

El sendero, recién limpiado, es claro y bonito, pero supera 200m de desnivel que, después de un día entero de caminar, depurará con nuestras reservas.

Sin embargo, las vistas de la cima son espectaculares y revelan una gran parte del recorrido de hoy. (Si somos capaces de orientarnos bien, podemos incluso divisar el olmo muerto de la Pardina Latorre.) Por esta simple razón debemos «coronar» la ruta con la ascensión a la cima de San Andrés.

De la ermita sólo quedan ruinas, pero nos quedaremos impresionados por la expuesta ubicación de la misma.

Nota personal:

Me parece que había un camino que conectaba la ermita con la fuente del Barranco Cuello. Tiene toda la lógica, ya que los ermitaños necesitan agua, aparte de la fe, para vivir y además sería una parte de la conexión más rápida con el Monasterio de San Úrbez.

De hecho, arranca un camino, majo y viejo, en dicho manantial que sube a unos campos abandonados, colgados encima del barranco. Y es justo allí donde siempre pierdo su rastro. Pero estoy convencido que tenia continuidad y subía hasta la ermita por fajas y crestas. Ya la existencia de los campos reafirma mi teoría, por que creo que pertenecían a la ermita.

También estoy convencido que alguna gente del lugar conoce la existencia de esta senda y los pasos, ya que he visto algún hito perdido.

Si en un futuro limpiasen esta senda (y la del Barranco Cajical), la ruta circular de hoy sería perfecta, fácil y se convertiría en mi favorita.

Retorno:

Desde la ermita bajamos por el PR al pueblo.

Nocito

Nocito en otoño.

La Ermita de la Virgen de Arraro

La Peña Canal

La Peña Canal. (Por falta de información, no estoy de todo seguro, si la peña se llama así.)
Las Chorroteras son un mundo bonito y desconocido.

Los caminos que llevan a la escondida Ermita de Arraro son en gran parte por pista, y por esta misma razón un objetivo popular para la practica de la BTT. Como las ruinas y su ubicación son curiosas y privilegiadas, he decidido visitarlas por caminos menos conocidos, evitando una gran parte de las pistas y buscando las aguas del Río Formiga. Así la excursión empieza y termina en el aparcamiento del Barranco Formiga, donde tenemos el agua del río a lado.

El planteamiento es una circular que nos trae también a los paisajes espectaculares de las Chorroteras y la zona del joven Formiga, donde la Peña Canal, el Tozal de Verdolo y el mismo Formiga superior son las atracciones principales.

Ficha Arraro

Recorte Mapa Alpina

Recorte Mapa Alpina.

Las desventajas de este planteamiento circular son los campos cultivados. Tenemos que cruzar dos zonas amplias de cultivos que se pueden convertir en unos verdaderos obstáculos en verano. Por eso es muy recomendable elegir invierno o primavera para realizar la excursión, ya que encontraremos agua en los barranquillos que cruzamos a lo largo del camino, ni mucho menos en las cascadas de las Chorroteras, que convierten este valle en un paraíso. Agua asegurada tenemos en los dos puntos donde cruzamos el Río Formiga, es decir cerca del aparcamiento y en la zona de Upiesa. En el fondo del Barranco de las Chorroteras suelen haber por lo menos charcos debajo de las cascadas.

Los amplios campos de Sasamper

Los amplios campos de Sasamper.
Al fondo resalta la Peña Canal del fondo.

Pues, preparamos la mochila, abundante agua, el almuerzo y la correa para explorar una zona abandonada, insólita y aislada alrededor del barranco más recorrido de la Sierra: el Formiga.

Tiempo:

Del coche  a Sasamper: 30min

Cruzar los campos de Sansamper: entre 15 y 30min

De Sansamper a las Chorroteras: 45min

De las Chorroteras a la Ermita de Arraro: 1h30

De la Ermita de Arraro al Formiga superior: 1h

Del Formiga superior al Tozal de Verdolo: 1h

Del Tozal de Verdolo a la poza del Flumen: 1h

De la poza al aparcamiento: 20min

Aparcamiento:

En la Carretera A-1227 entre Panzano y Bastarás hay una explanada justo en el puente sobre el Formiga.

Acceso:

50m desde el aparcamiento en dirección a Bastarás arranca una pista a mano izquierda. Esta nos lleva a los campos de Sasamper.

Para evitar este tramo de carretera podemos cruzar el Río Formiga por el camino que usan los barranquistas y meternos justo después en el campo a mano derecha. Cruzamos el campo siguiendo unos rastros de senda para encontrar más adelante la carretera justo donde arranca la pista.

Los Campos de Sasamper

Esquema sobre un recorte del Sigpac

Esquema sobre un recorte del Sigpac

Tenemos que cruzar estos inmensos campos. En el otro extremo encontraremos un cartel que indica el inicio de la senda que sube a la ermita.

Para facilitar el avance por los campos, he preparado este croquis. Se ve, que resulta más largo, si los tenemos que bordear. Por todos modos ¡no debemos pisar las semillas, los brotes o la cosecha!

Continuamos por la senda hasta que encontramos la bajada a la Cueva de los Cambros (cartel). En esta zona se hallan cuevas y simas y debemos controlar al perro, especialmente si es joven. Descendemos a estos covachos para introducirnos al valle de las Chorroteras y explorar aquella joya paisajista.

La Chorroteras y la Peña Canal

Las Chorroteras con la Peña Canal en medio

Las Chorroteras con la Peña Canal en medio.
Vistas desde el acceso a las Cuevas de las Cambas.
Se divisan bien las cornisas que recorren las paredes. Por ejemplo,podemos subir a la que esta a lado del gran bloque delante de la Peña Cantal.

Desde los Covachos de los Cambros tenemos buenas vistas sobre la vaguada debajo de nosotros. En el medio se configura el Barranco de las Chorroteras que nos corta el paso hacia abajo. Desde el inicio de la grieta que forma hasta los pies de la Peña Canal a nuestra izquierda se extiende un bosquecillo de boj que podemos traspasar sin grandes dificultades.

Para acceder tenemos que bajar por una placa de roca en diagonal y traspasar los primeros metros de vegetación densa. Una vez dentro de esta jungla de boj avanzamos más o menos fácilmente. Nos podemos acercar y subir a algunas cornisas que discurren por las paredes que rodean el valle par tener buenas vistas con distintas perspectivas.

De nuevo en el camino principal seguimos hacia el norte. El pequeño Puntal de Arraro a cuyos pies se ubica la ermita tenemos ya a la vista. Más adelante topamos con una pista y seguimos por ella como indicado. Después de cruzar la cabecera del Barranco Yara, donde encontramos agua sólo en primavera o por lluvias fuertes, tomamos una senda a mano izquierda. En otra bifurcación empieza la ascensión final hacia la ermita. Todo el recorrido desde las Chorroteras hasta allí está indicado y resulta fácil aunque es por terreno seco y soleado.

La Ermita de Arraro

La Ermita de Arraro

La Ermita de Arraro.
Se ven las piedras de distintos colores.

El lugar es bonito por las vistas y la presencia del Puntal de Arraro – un pequeño monolito, ancho y chafado, en medio de los campos abandonados. Se puede llegar a su cima por una trepada obvia (paso de III) cerca de la ermita, pero resulta bastante difícil y el perro no podrá acompañarnos. (De hecho, nunca he subido.)

Las ruinas de la ermita cuentan de otros tiempos: Parece que se trataba de una construcción bien acabada y de cierta importancia. Sobre todo me parece que fue un conjunto muy bonito y elegante, ya que se puede distinguir tres tipos de piedras de distintos colores que se encuentran en los muros marcando diferentes partes de los edificios.

Para saber más detalles sobre la construcción y su arte recomiendo la pagina de Antonio García Omedes: “La Guía digital del Arte Románico“.

Volvemos a la última bifurcación y continuamos por la senda hacia el oeste. Topamos de nuevo con la pista donde giramos de nuevo a la izquierda y subimos suavemente al Collado de Upiesa. Por este paso entramos en el cauce de drenaje del Río Formiga. Por la presencia de los acantilados que tenemos a mano izquierda y el bosque salvaje que nos rodea, la bajada hasta el cauce del Formiga resulta bastante entretenida.

El Formiga superior

El Barranco del Formiga superior

El Barranco del Formiga superior.
Hasta la última cascada nos podemos asomar.

La pista cruza el río cerca de la toma de agua para el Embalse de Guara. Si permitimos que nos mojamos hasta las rodillas, podemos bajar al lecho del río y remontarlo unos cinco minutos hasta la ultima cascada del Barranco del Formiga superior. Así nos aseguramos que el perro se refresque bien y se quite la sed.

Volvemos a la pista que asciende ahora a un collado para pasar al valle del Río Calcón. Justo en el collado tenemos que coger una pista a mano izquierda que se convierte en seguida en una senda. Al principio hay mucha vegetación que da la impresión que la senda no tendrá continuación, pero unos pocos metros más adelante se establece y la podemos seguir sin problemas. Llegamos a un punto que nos da una primera y buena vista al Embalse de Guara y más adelante la senda se une con una pista que baja por una amplia loma.

El Tozal de Verdolo

El Tozal de Verdolo

El Tozal de Verdolo.
Las vistas al Embalse de Guara. Al fondo se ve desde la izquierda a la derecha el Matapaños, el Borón, el Mondinero con la Predicadera y el Fragineto.

Después del mirador al embalse hay un desvió hacia la derecha que sube por la contrafuerte hasta la cima. Desde la cima tenemos muy buenas vistas sobre toda la zona. Para volver a nuestra ruta principal podemos seguir la cresta hacia el sur donde encontraremos en breve la pista mencionada.

¡Cuidado con la grieta!

El Tozal de Verdolo está partido en dos piezas por una impresionante grieta de una anchura media de un metro. Con un buen brinco la podemos cruzar, nosotros como el perro. Su «inicio» podemos haber visto escondido detrás la vegetación en el mirador que hemos pasado antes de la bifurcación de las sendas. En la cara oeste se pierde en el acantilado que cae al embalse. Tenemos que controlar al perro, especialmente si es joven y/o impetuoso.

Desafortunadamente no puedo contar nada más, dado que no he encontrado ninguna referencia en las mapas y libros. Tampoco he visto chapas que indicarían que fue explorado por su interior, pero estoy seguro que tenga un nombre y la gente del lugar recuerde alguna anécdota o leyenda sobre ella. Sea como fuere, por la presencia de la grieta y las buenas vistas el Tozal de Verdolo es una de las mejores atracciones de la excursión.

El Tozal de Verdolo

El Tozal de Verdolo.
La grieta impresiona a Robert igual que a mi.

Los campos de la Ártica Salas

Los campos de la Ártica Salas.
Esquema sobre un recorte del Sigpac

En la pista iniciamos una larga y soleada bajada por una suave loma. Cogemos la pista a mano izquierda en una primera bifurcación. Así llegamos a la Ártica Salas donde tenemos que cruzar de nuevo un campo cultivado. En el otro extremo del campo baja una vieja pista a una pasarela sobre el Formiga. En la otra orilla del Barranco topamos con el camino de acceso del cañón que usamos para volver al coche. Más información sobre esta zona se encuentra en la entrada «Visita al Cañón del Formiga«.

Retorno:

Desde la «poza base» volvemos al coche.

El Río Formiga

El Río Formiga.
En esta poza podemos quitarnos el calor acumulado durante la larga y fatigosa bajada por la pista.

De Lusera a Ibirque

El Barranco de Orlato

El Barranco de Orlato.
La toba forma cascadas y pozas, fabulosas y salvajes como si fueran del caribe.

Esta excursión triangular que conecta por dos caminos distintos Ibirque y Lusera destaca con las típicas atracciones que se encuentran en la cara sur de la Sierra de Belarra: pozas vírgenes, elegantes cascadas con coladas de toba, bosques y pueblos abandonados.

Ficha IbirqueHe encontrado dos descripciones buenas entre las guías excursionistas que conozco. La que me parece mejor es la de Oscar Bailarín por la simple razón de haber elegido el sentido del recorrido más fácil.

Las Planas de Ibirque

Las Planas de Ibirque.
Al fondo se divisa la torre de la iglesia de Ibirque.

La zona más complicada para perseguir la senda correcta son las Planas de Ibirque – un terreno llano de matorral bajo con muchas sendas de ganado que desconciertan al caminante bastante, aunque nuestra senda fue limpiada hace poco. En la dirección que escogió Oscar Bailarín, en sentido horario, tenemos al Tozal de Guara como hito gigantesco enfrente y nos facilita a encontrar al final la torre de la iglesia de Ibirque. En sentido antihorario tendríamos que encontrar la vaguada correcta que forma más abajo el Barranco de la Tosca lo que resulta mucho mas difícil.

Pues, seguimos los pasos de Oscar, sabiendo que en el presente (2013) las sendas están más limpias que antes y no habrá problemas en perseguir las, salvo en dicha zona cerca de Ibirque.

La ruta se divide en tres partes: la senda por el Barranco de la Tosca, la por el Barranco de Orlato y el GR 1 por el Barranco de Lusera.

La primera poza en el Barranco de la Tosca

La primera poza en el Barranco de la Tosca.
Robert no está de todo seguro ¿Es una toma de agua para el riego o es una culebra?

1. Atracciones en el Barranco de la Tosca

En algunos mapas figura como Barranco de Laña. No se que es lo correcto, pero debido a la cantidad de bloques, caos y cascadas de toba que se encuentran a lo largo del camino, me parece acertado el nombre escogido.

Antes de las primeras lazadas de la senda podemos bajar a una bonita poza que representa lo que vamos a encontrar durante toda  la excursión de hoy. Sin duda vale la pena  bajar hacia ella.

En la cabecera del Barranco de la Tosca

En la cabecera del Barranco de la Tosca.
Robert explora la pequeña gruta que forma la tosca en la cabecera de un circo.

Mas arriba, en una zona de fuentes y tierra húmeda encontraremos una pequeña gruta con una poza y un gran circo debajo a mano derecha. Nos podemos acercar a la gruta con mucha precaución. Unos 30m debajo de nosotros, en el cauce principal, hay un pequeño, pero curioso caos. Su visita no es fácil. Más arriba tendríamos que buscar una manera de bajar al cauce (normalmente seco) que requiere por lo menos una pequeña trepada por un paso de II – depende del sitio elegido. Una vez en el cauce podríamos bajar por él sin dificultades contemplando curiosos covachos que forman las cornisas en la pared a mano derecha. Un inmenso bloque y un resalte de unos 5m nos cierran el paso finalmente.

Después de estas aventuras seguimos por la senda principal y salimos en seguida a una zona más llana, las Planas y la senda nos llevará hacia el pueblo abandonado de Ibirque.

2. Ibirque

La iglesia de Ibirque

La iglesia de Ibirque.

Ya la silueta del pueblo con los esqueletos de olmos muertos impresiona durante la llegada. Debemos explorar las casas, bordas, la iglesia, las eras y los campos que lo rodean. Dado que es el pueblo más elevado de la Sierra hay buenas vistas sobre la zona y seguro que encontraremos un idílico rincón para almorzar.

Nota personal:

Hace muchos años he encontrado en un campo detrás de la iglesia unos bejines gigantes. La única vez que he visto esta seta espectacular aquí en España.

Bajamos directamente por el GR a la vaguada que se forma debajo del pueblo. Más adelante se convierte en un barranco parecido al que acabamos de conocer en la subida. La senda discurre por los campos en la orilla derecha.

3. Atracciones en el el Barranco de Orlato

Cuando la senda empieza a dibujar lazadas tenemos que estar atentos para no pasar de largo del último campo antes de las cascadas. En dicho campo se halla una curiosa cueva que debemos visitar.

El Barranco de Orlato

El Barranco de Orlato.
Robert no se sienta de todo cómodo en la cueva que se encuentra en el último campo antes de las cascadas.

En la ultima lazada parte una senda que baja a una fabulosa poza, grande, verde y cristalina, que hemos tenido a la vista en los últimos metros desde la senda. Más adelante hay más pozas con características parecidas, pero de una espectacularidad menor.

Ya fuera del barranco en una zona abierta topamos con el GR 1 que nos llevará de nuevo a Lusera.

4. Atracciones a lo largo del GR 1 por el Barranco de Lusera

El sendero es claro y fácil de perseguir. Salvaremos dos collados antes de un largo descenso a las cercanías de Lusera. En la zona de la Fuente de la Tosca podemos contemplar algún quejigo viejo, aunque resulta relativamente difícil acercarse, debido a la fuerte pendiente.

El Barranco de la Tosca

El Barranco de la Tosca.
La bonita cascada antes de subir a Lusera.

Cerca de Lusera cruzamos de nuevo el Barranco de la Tosca. Justo donde un cartel indica el cruce del cauce podemos subir a un campo a mano derecha. Al final de dicho campo se forma una senda que discurre paralelo al barranco por varios campos y nos llevará a una bonita cascada. Debemos aprovechar este sito para un último baño antes de subir a Lusera y el coche.

5. Lusera

Si no conocemos el pueblo debemos dar nos un paseo por sus calles. Encontraremos casas rehabilitadas y otras en ruinas. La iglesia fue renovada hace unos años y debido a su ubicación privilegiada hay muy buenas vista sobre el Valle de Belsué , el pantano y Gabardiella.

El Barranco de Orlato

El Barranco de Orlato.
Robert contempla otra poza paradisíaca.