Por las pozas de la Pardina de Ascaso

Pozas del Río Flumen

Pozas del Río Flumen.

Este paseo es el marco para pasar unas horas de relax en la orilla de un río maravilloso. El Flumen forma en este tramo, cerca de la Pardina de Ascaso, una cadena de pozas verdes y fabulosas. La temperatura del agua es sorprendentemente agradable y su color verde transparente invita a bañarse. Se puede minimizar toda la ruta a un paseo de por el mismo lecho del río, remontandole sin dificultades.

Preparamos la mochila según la duración del paseo que nos apetezca, cogemos la correa y disfrutamos de un día sin prisas, ni estrés.

Ficha Ascaso

Tiempo:

Irrelevante

Desde las primeras pozas al aparcamiento: 15min.

Desde el aparcamiento a la desembocadura del Barranco Barón por la orilla derecha: 45min

Desde la desembocadura del Barranco Barón al aparcamiento: 45min.

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Total: irrelevante, 2h 30, media jornada

Aparcamiento:

En la carretera de Belsué a Nocito cruzando la primera vez el Río Flumen, aparcamos en la chopera, justo después del puente a mano izquierda.

Acceso:

Desde la chopera cogemos la pista que arranca del aparcamiento y cruza el río en seguida. Subimos al pueblo abandonado de Santa María de Belsué. Allí empieza la excursión.

Santa María de Belsué:

La aldea está situada en el centro de un meandro del Río Flumen. Entre las ruinas encontramos una curiosa iglesia parroquial del siglo XI. 

Andamos por el GR que se dirige hacia el oeste y cruza en seguida el río. (En este punto podríamos seguir ya por el lecho. Mas adelante encontraremos otras posibilidades para bajar al río.) El sendero nos lleva en lo alto a unos edificios en ruinas.

La Pardina de Ascaso:

La Pardina de Ascaso

La Pardina de Ascaso y la bonita poza debajo.

La poza más grande se encuentra debajo de las ruinas de la Pardina de Ascaso. Los edificios de la misma pardina sirvieron de campamento juvenil hace décadas. Hoy en día quedan sólo ruinas. Alrededor de las ruinas encontramos los viejos campos de cultivo, viejos árboles frutales y corrales para el ganado.

Para seguir nuestro camino debemos estar atentos en este punto. El GR se va alejando del río, pero nosotros vamos en búsqueda de un sendero que discurre por los viejos campos paralelo al Flumen. Lo más fácil es, fijarse en una glera de margas que tenemos más delante. Justo encima de dicha glera pasa el camino que buscamos y nos podemos acercar a el por los viejos campos que bordean la zona de margas. De nuevo en un sendero, le seguimos hasta que nos sitúa en la orilla del río, cerca de la confluencia.

El Barranco Barón:

En la desembocadura del Barranco Barón, se encuentran dos pozas, una en cada río: la que lleva el agua calentita del Flumen y la que lleva el agua fría del Barón. ¡Un spa natural!

Confluencia del Barranco Barón con el Río Flumen

Confluencia del Barranco Barón con el Río Flumen.
El de la izquierda es el Flumen y baja calentito; a la derecha se ve la última poza del Barranco Barón – más bonita, pero más fría.

Además se encuentran varios caminos en este punto, aunque no es obvio donde arrancan los caminos, pues no hay carteles, ni hitos:

Por la orilla izquierda del Río Flumen sube una senda hacia el Monrepós (Más información en la entrada «El tramo olvidado del Flumen«). Por la orilla izquierda del Barranco Barón sube una a la Pardina de Ubsieto (Más información en la entrada «Vuelta por el Tozal de Lusera«) y en la orilla izquierda debajo de la desembocadura encontraremos otra que conduce a Santa María de Belsué. Esta última nos podría servirá de retorno.

La traza no se pierde de todo, pero está ya invadida por las zarzas y el matorral, especialmente al principio y al final. Por eso, aconsejo recorrerla solamente con pantalones largos y zapatos, que protegen los pies. Otra molestia de la senda se manifiesta en el calor, que pasaremos, pues discurre por el valle del Flumen en lo alto, donde no encontraremos agua y La bajada al río es factible en algunos puntos, pero nada fácil. Nos lleva en unos 30min a Santa María de Belsué, pasando por buenos miradores de la zona, que hemos remontado antes

Vistas al Flumen y la Pardina de Ascaso

Vistas al Flumen y la Pardina de Ascaso desde la senda de retorno.

No es obvio donde arrancan los caminos, pues no hay carteles, ni hitos. El camino, que conduce a Santa María de Belsué, le encontramos fácilmente en la orilla izquierda de la última poza del Barranco Barón. (Es justo la poza fría del mencionado spa.)

No se olvida que todo el retorno se puede efectuar opcionalmente por el lecho del río.

Retorno:

Volvemos desde Santa María de Belsué al coche por el mismo camino.

Variantes:

En la carretera del Mesón Nuevo a Belsué aparcamos en la primera curva cerrada hacia la derecha.

Hay sitio para dos coches. A mano izquierda nace en la curva una pista en muy mal estado. Pronto se convierte en una senda que nos lleva hasta las ruinas de la Pardina de Ascaso, que vemos ya desde lejos. Nos costará un poco más de una media hora.

¡Cuidado en la vuelta! Por la Pardina pasa el GR 1 hacia Belsué. Nos podríamos equivocar y tomar el GR como retorno.

El camino correcto arranca a mano derecha, mirando desde el río, no está balizado y discurre por media ladera. El GR, al contrario, discurre por un barranquillo.

Si hay tiempo, vale la pena visitar la población abandonada de Lúsera. Hay rincones recién arreglados, como la iglesia, debajo de Lúsera, el otro lado de la carretera se encuentra la bonita poza final del Barranco Caruaca. Bonito, recomendable y acceso inmediato.

Nota personal:

Mi pareja de entonces y dos amigos austriacos visitábamos hace años el pueblo Lúsera. Paseando por las casas abandonadas escuché un grito de la novia, que estaba por el otro lado de la casa:

Robert se cayó en un pozo de unos 4m de profundidad. Olfateaba el agua y saltó por el murillo del pozo. Allí abajo estuvo llorando y nadando por el agua oscura.

El tenía 1 año y por el calor que pasábamos todos tenía mucha sed.

Menos mal que uno de los austriacos es guía de montaña, llevaba (como siempre) unas cuerdas en el coche y pudo instalar un rápel. Mientras él estaba instalando, hubo un momento, en cual ya no escuchamos más los chillidos de Robert. Yo, pensando lo peor, empecé a perder la calma. Pero la novia bajó heroicamente al pozo para salvar al pobre perro. Lo encontró agarrándose en una cornisa dentro del pozo temblando de miedo. Después de este susto, nos fuimos a las pozas del Flumen para relajarnos.

En situaciones como esta, nos damos cuenta de la importancia del manejo de los nudos y las cuerdas. Yo, por lo menos, me aficioné a los nudos aquel día.

Como están rehabilitando el pueblo, el pozo está tapado hoy en día, pero hay otro, que la gente usa y está abierto. ¡Cuidado!

Pozo en Lusera

Uno de los pozo en Lusera.

El Torreón de Santa Eulalia la Mayor

Vistas desde el Torreón

Vistas desde el Torreón.
En primer plano en la esquina derecha: La Peña del Pipre y el Mallo Loco.
En segundo plano: La Peña San Cosme (debajo estos paredes se esconde de nuestros ojos la ermita del mismo nombre).
Detrás: el Pico de Mondinero con la Predicadera (las paredes blancas)
Al fondo: Fragineto y, el más alto en las nubes, el Tozal de Guara

Se trata de un pequeño paseo, sin complicaciones pero con muchas atracciones: la atalaya, el aljibe, la Ermita de la Virgen de Sescún, el merendero, el lavadero, el pueblo y, sin duda, las vistas.

Ficha Eulalia

Tiempo:

Desde la ermita a la atalaya: 10min

Desde la ermita al lavadero: 10min

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Total: 40min.

Aparcamiento:

En lo alto del pueblo a lado de la ermita.

Acceso:

La excursión empieza saliendo del coche.

Una variante más larga sería aparcar el coche en la carretera a Vadiello cerca del km 9 o del km 12. Desde estos puntos suben sendas señalizadas al pueblo de Santa Eulalia (cada uno 45min de ascensión).

No hay ninguna complicación en encontrar dichos objetivos, ya que todos están señalizados y los caminos acondicionados. Así, nos podemos concentrar en las esplendidas vistas sobre la zona de Vadiello, las cumbres de Guara y la Hoya de Huesca o, con un poco de suerte, observar los vuelos de los buitres.

La Ermita de la Virgen de Sescún y la atalaya desde el camino al lavadero

La Ermita de la Virgen de Sescún y la atalaya.
Visto desde el camino al lavadero.

 

El Gorgonchón

El Gorgonchón

El Gorgonchón

Esta grieta, ubicada en el Somontano ya fuera de las sierras, es un tramo muy corto (150m), pero espectacular y singular. En nuestro paseo corto vamos a ver el cambio del Formiga de un río, que refleja paz y vida, a un río que se cae furiosamente por la entrada a Hades, el submundo – expresándolo por imágenes estereotípicas. No hace falta que llevamos más que agua y la correa para explorar este paraje de contrastes.

Ficha Gorgonchón

Tiempo:

Hasta el río: 20min.

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Total: 1h

Aparcamiento:

En la carretera A-1227 nace una pista a mano derecha 200m después de Bastarás. Hay carteles informativos y sitio para dejar el coche.

Acceso:

Bajamos por la pista y sus atajos hasta que llegamos al río y el camino que le recorre por su orilla izquierda.

Primero vamos río abajo, donde encontramos en seguida unas cascadas y pozas someras. El perro puede disfrutar en esta zona. Más adelante se abre la grieta, y hacemos bien en controlar al perro.

El Gorgonchón:

El inicio del Gorgonchón

El inicio del Gorgonchón.

El agua se cae vehemente en escalones 15m a dentro de la grieta que llega a tener en su final más profundidad. En la cabecera vemos los saltos de agua y por el ruido nos podemos hacer una idea del recorrido sucesivo, ya que sólo podemos intuir donde esta el fondo de la grieta.

El camino sigue paralelo a la grieta por una distancia prudencial. Si nos acercamos al borde tenemos que tener mucho cuidado que no se caen piedras por nuestra culpa o la del perro. Por eso aconsejo no salir del camino y atar al perro en esta zona. Podemos avanzar hasta llegamos a un espolón aéreo que nos revela las vistas a la salida de los estrechos a la zona abierta de las Huertas de Yaso. Se puede bajar por una cornisa evidente en apenas 15min y ver el espectáculo desde abajo, pero recomiendo pantalones largas.

Volvemos por el mismo camino, pero en vez de subir por los atajos de la pista, le seguimos río arriba. Nos lleva en seguida a un bosquecillo y, atravesando este, a un vado que da paso a un campo.

El vado:

El Vado

El Vado.
Un lugar idilico y tranquilo

Este lugar es idílico e invita a sestear bajo un árbol. El perro puede correr y jugar sin pasar miedo o peligro. Sólo tenemos que asegurarnos de que, si hay ganado cerca, no le espante. Curioso: solo estamos a unas pocas centenas de metros del Gorgonchón, pero aquí no se nota nada de la furia y la ferozidad que tomará el agua que está pasando a nuestros pies ahora con tanta paz.

Nota personal:

El Gogonchón – Un barranco negro:

En la segunda cascada – la que ya no vemos – hay una morfología peligrosa: el agua se cae a una cavidad que sólo tiene la salida por un agujero al fondo y todo el agua pasa por allí. Pero es tan estrecho, que una persona no puede penetrarlo. Un fenómeno de este tipo se llama sifón aspirante. Si se acerca una persona a un sifón aspirante, bloquea la corriente del agua y se queda atrapado por la presión de la misma.

En este caso se han muerto ya 4 personas por bajar a esta trampa.

Hoy en día, hay un pasamano instalado que permite el descenso salvando el sifón, y los numerosos carteles avisan a los barranquistas del peligro.

El descenso de barrancos es un deporte serio, que requiere cierta experiencia y mucha preparación o las habilidades de un guía.

Retorno:

Volvemos por la pista que llega al vado.

El Río Formiga

El Río Formiga.
La zona encima del Gorgonchón donde llegamos al río.

La Carrasca de Becha

La Carrasca de Becha

La Carrasca de Becha.
Robert, en la izquierda, parece a un pequeño peluche.

La Carrasca de Becha es un árbol monumental. Está solitaria en un campo cultivado. Por un corto paseo nos podemos acercar y admirar este árbol gigantesco, cuales ramas podrían ser ya encinas por su mismo.

Ficha Carrasca de Becha

Tiempo:

30min

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Total: 1h

Aparcamiento:

En la carretera HUV-3141 entre Bastanás y Lierta vemos carteles, que indican un campamiento militar a mano derecha. Justo enfrente de la pista, que lleva al campamiento, tomamos la pista, que arranca a mano izquierda. Siguiendo la pista por casi 1km llegamos a un cruce de pistas, donde hay sitio para dejar el coche. Ya antes, en la pista hay varios ensanchamientos para aparcar bien.

Acceso:

Tomamos un sendero, que arranca justo en el cruce de pistas a mano derecha.

Durante todo el camino tenemos que estar atentos y controlar al perro por las bicis, que pasan. Esta zona es popular para recorrerla en bici y por la cercanía de Huesca nos encontraremos con varias.

Pronto llegamos a una pista, donde giramos a la derecha. A poca distancia está el árbol en un campo a nuestra izquierda.

La Carrasca de Becha:

Cerca de la Carrasca se esconde un viejo pozo seco (¡Cuidado! tiene una profundidad de unos 18m y no está protegido con una reja) y al final del campo se encuentran las ruinas del Castillo de Becha.  Hay que anda con responsibilidad: ni el perro, ni nosotros debemos pisar el campo, si está recién sembrado o antes de la cosecha. Por eso, invierno es una buena fecha para este paseo.

Retorno:

Por el mismo camino.

Si seguiriamos por la pista , nos llevaría en 10min a la carretera. Es decir que se trata de otro acceso más corto.

La Carrasca de Becha

La Carrasca de Becha.
Detrás del árbol se encuentra el pozo, y al fondo la Peña Gratal.

El Salto de Tosca

El Salto de Tosca

El Salto de Tosca.

El objetivo de esta excursión es una idílica poza debajo de un bonito salto. Un paseo sin dificultades a un rincón muy especial y de fácil acceso.

Ficha ToscaTiempo:

Desde la carretera hasta el salto: 15min

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Total: 30min.

Aparcamiento:

Seguir la carretea de Nocito hacia Bara. Pasar Used y el puente sobre el río Used.  Parar unos 2km antes de Bara justo después de cruzar un barranquillo y antes de llegar a un collado. Un poco antes del puente o en el collado hay sitio al lado de la carretera.

Acceso:

El GR 1 va en el tramo entre el puente y el colladito paralelo a la carretera en el lado izquierdo viniendo de Used. Cerca del colladito encontramos enseguida el GR y cerca del puente tenemos que cruzar el puente y unos campos para enlazar con él.

Siguiendo el GR 1, nos acercamos al Barranco del Cardito que forma a poca distancia el Salto de Tosca.

El Salto de Tosca:

El Salto de Tosca

El Salto de Tosca.
El agua se ve turbia por la tormenta de aquella noche.

Superando los estratos horizontales el agua se cae unos 4m a una poza redonda. El agua es de color verde, calentita e invita a bañarse. Es aconsejable subir a la cabecera, donde los más valientes pueden saltar al agua, comprobando primero la profundidad. El cauce está salpicado de pinos, y se encuentran varios rincones umbríos para sestear.

Retorno:

Volvemos por el mismo camino.

 

 

Los Estaños de Labata

Los Estaños de Labata

Los Estaños de Labata.
Robert se toma un baño en la poza.

Labata es un pueblo bonito a los pies de la Sierra digno de visitar. El camino que nos lleva a los Estaños, un salto con una poza, es salvaje, idílico y siempre está cerca del río. Ya son razones suficientes para visitar este lugar con nuestro perro.

Ficha LabataTiempo:

Irrelevante

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Total: irrelevante, 1h

Aparcamiento:

En el pueblo de Labata

Acceso:

Bajamos por una pista desde el pueblo al Río Calcón. Hay carteles que nos indican la pista.

Justo donde la pista cruza el río, nace el camino que nos lleva en 15min a la cascada. Hay un cartel, no hay pérdida.

La hiedra:

¿Hiedra o árbol?

¿Hiedra o árbol?

Este barranco salvaje parece invadido por la hiedra. Quizá es justo esta planta la que despierta la impresión de jungla. Andando por el camino vale la pena fijarse en los árboles: ¿Que parte del conjunto es el árbol y cual es la hiedra?

Los Estaños:

Una poza bonita, salvaje y entretenida. Los más valientes pueden subir por la orilla derecha a la plataforma de la cabecera de la cascada y saltar los 5m al agua. El agua es siempre fresquita, pues procede del Embalse de Guara.

Retorno:

Volvemos por el mismo camino hasta el pueblo.

Labata:

Vale la pena visitar la iglesia y las ruinas del castillo árabe que han convertido en una aérea de recreo con paneles informativos, miradores y merendero.

Vistas a la Sierra desde Labata

Vistas a la Sierra desde Labata.
Las cumbres están nevadas.

El Molino de Pedro Buil

El puente del molino sobre el Vero joven

El puente del molino sobre el joven Vero.

En el Molino de Pedro Buil podemos estudiar bien el funcionamiento de un típico molino de estas zonas, pues está bien conservado y hay paneles explicativos interesantes. Encima se encuentra en un entorno pintoresco: un pequeño puente sobre el Río Vero lleva a él. Por lo tanto se trata de un agradable y informativo paseo sobre la arquitectura de agua.

Ficha Pedro Buil

Tiempo:

 Al molino: 10min.

Hasta la presa: 30min.

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Total: irrelevante, 1h

Aparcamiento:

Antes de llegar a Sarsa de Surta vemos a mano izquierda el puente y los paneles. Hay mucho sitio para aparcar.

Acceso:

Inmediatamente

Cruzamos el puente, subimos un poco para cruzar un barranco seco. Bajamos en el otro lado por una pista que lleva directamente al arenal. Río arriba vemos al molino.

El Molino:

El interior del molino

El interior del molino.

Con las informaciones del panel todavía en mente podemos explorar el molino. La planta principal está cerrada, pero nos podemos meter por la boca del desagüe y contemplar los mecanismos que actuaban como un motor para las muelas en la planta superior. Para ver todo eso en condiciones debemos llevar una linterna o un frontal.

Para ver las ruinas de la presa, la toma y el conducto del agua, tenemos que subir unos 400m por el bonito cauce del joven Vero mojándonos los pies hasta los tobillos en caso de que lleva agua.

Robert me espera fuera del molino, porque le dan miedo las cuevas.

Robert me espera fuera del molino, porque le dan miedo las cuevas.

Retorno:

Volvemos por el mismo camino.

 

La Poza O Bullutero

Robert en el túnel de la tubería

Robert, en el túnel de la tubería.

Vale la pena visitar estas bonitas pozas justo debajo del pueblo La Almunia del Romeral, ya que es una excursión que no exige grandes esfuerzos. En su cercanía se hallan también un minibarranco y una pequeña, pero curiosa cueva – un corto paseo entretenido.

Ficha O Bullutero

Tiempo:

Desde el pueblo a la poza O Bullutero: 15 min.

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Total: irrelevante, 45min.

Aparcamiento:

En La Almunia del Romeral

Hay una posibilidad para bajar al Bullutero desde la carretera de Vadiello. En el km9 desciende una pista al río. Está cortada para el tráfico pero hay sitio para dos coches en un pequeño ensanche de la carretera. Desde allí andamos por dicha pista unos 20min hasta la pasarela.

Acceso:

Bajamos desde el pueblo por una pista donde un cartel indica “Pasarela del Guatizalema, Sipán”. Pasamos la pasarela y remontamos el río por el sendero.

O Bullutero:

O Bullutero

O Bullutero.
La poza, el mini-barranco y la presa

Se trata de una poza de considerables dimensiones a la cual cae el agua por un tobogán. Este, a su vez, es la salida de un barranco diminuido. Un poco más arriba hay una vieja presa.

El agua procede desde el Embalse de Vadiello y es, por eso, siempre fresca y – si sueltan agua desde el pantano – a veces abundante. Bajo circunstancias normales todos estos “juguetes”, el tobogán, el barranco y la poza, son fácilmente accesibles.

En la orilla derecha de la vieja presa podemos seguir por una senda a las tuberías de agua que bajan paralelo al río y atraviesen las paredes del estrecho siguiente por túneles. Nos lleva a un extraordinario paisaje parecido a los grandes cañones de Guara.

La Cueva:

Dentro de la cueva

Dentro de la cueva.

En el otro lado del río vemos la alargada boca de una cueva. Podemos remontar la pendiente e introducirnos. Si seguimos por la senda unos 2min más, llegamos a otra bonita poza debajo de una vieja presa y con una playa de grava. ¡Cuidado con la caseta de la tubería de agua: le falta una puerta por donde el perro se podría caer! A partir de aquí la senda se hace pesada por las zarzas. Por eso, aconsejo no explorar más y darse la vuelta en esta poza.

También podemos cruzar los estrechos a nado para volver a la Poza O Bullutero.

Retorno:

En la orilla izquierda de la Poza O Bullutero arranca una pequeña senda que nos lleva directamente al bonito pueblo de La Almunia del Romeral.

Por las Clusas a los Oscuros del Vero

Robert “buscando setas” en los Oscuros del Vero

Robert “buscando setas” en los Oscuros del Vero.

Mapa Oscuros

Recorte del Mapa Sigpac.

Los Oscuros son un caos de bloques enormes, que transforma el lecho del río en una cueva por la cual pasa el agua. Las Clusas es el tramo del cañón del Vero más encajonado. Su visita es una excursión difícil y larga. Hay varias formas de planearla pero, volviendo a la misma canción, la más bonita es la más exigente. Para disfrutar de ella sin miedo, se han de valorar los riesgos de los pasos difíciles y considerar si ambos, el perro y el amo, son capaces de superarlos usando las medidas de seguridad adecuadas.

Por caminos calurosos vamos por la mañana desde Alquézar hasta la Gran Visera, un desplome de tamaño gigantesco por lo cual pasa el río debajo formando un caos, y volvemos por la tarde desde los Covachos de Quizáns a Alquézar. Mientras tanto, remontamos, incluso nadando, el Río Vero por una de las zonas más encajonadas: las Clusas, visitamos su corazón: los Oscuros y volvemos por una senda colgada, que cruza todo el tramo de las Clusas por lo alto: La Senda de Paso Lén. Allí nos enfrentamos a los tramos difíciles. Ver las paredes de las Clusas desde distintos ángulos y perspectivas hasta meternos casi bajo tierra en los Oscuros serán nuestros objetivos principales en la excursión.

Hacemos bien en arrancar con los primeros y volver con los últimos rayos de sol, pues tanto el acceso como el retorno llevan por terrenos secos que carecen de árboles donde el perro pudiera sestear en las sombras. Nos llevamos agua, mapa, almuerzo y material de seguridad y disfrutamos de un día en uno de los paisajes más espectaculares de la Sierra de Guara.

Ficha Oscuros

Tiempo:

Alquézar – Gran Visera: 1h 30 bajando, 2h subiendo

La Gran Visera – los Oscuros: irrelevante, 1 a 2h

Los Oscuros – Quizans: 2h bajando, 2h 30 subiendo

Quizans – Alquézar: 1h bajando, 1h 15 subiendo

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Total: irrelevante, 7-8h, jornada completa

Aparcamiento:

 Alquézar

Acceso:

Salimos del pueblo por el PR, que conduce al Collado de San Lucas. En el collado tomamos el PR, que nos lleva a las Balsas de Basacol. (Se puede llegar a Basacol por una pista en mal estado, pero transitable. Esta arranca 400m antes del gran parking de Alquézar a mano izquierda. Pasa por el pueblo San Pelegrín y nos deja después de una amplia vuelta en las Balsas de Basacol. Nos ahorraríamos unos 45min, pero nos perderíamos un camino con muy buenas vistas.) Pasando por las balsas ya en la pista, estamos atentos a una senda que solo está balizada con un pequeño hito y arranca a mano derecha al final de la balsa superior. La senda baja suavemente a media ladera por un bosquecillo hacia el cañón del Vero que estamos viendo ya desde el collado a nuestra derecha. Saliendo del bosque la senda se une con otra, que viene de la pista que lleva a Basacol desde San Pelegrín. Seguimos bajando introduciéndonos en el cañón hasta llegar cerca del cauce, justo enfrente de la Gran Visera. Seguimos por la vestida senda, que remonta el caos de la Gran Visera en una altura de unos 30m por la orilla derecha. En cuanto se acaba el caos debajo de nosotros y vemos la boca de una cueva a mano izquierda justo encima de nosotros, podemos bajar por varios ramales del camino al lecho del río.

La Gran Visera:

Vistas a la Gran Visera

Vistas a la Gran Visera.

Este desplome descomunal es el más grande en la Sierra y merece una visita. Si estamos dispuestos a mojarnos ya hasta la tripa podemos bajar por el río sin problemas hasta el bloque central. Desde allí podemos contemplar al caos y al techo anaranjado en su totalidad. En la orilla derecha vemos ahora la mencionada cueva que podemos visitar por una pequeña senda que se desvía desde nuestra senda de acceso y lleva a la plataforma de la boca donde se encuentran también dos pequeños refugios de pastores. Nos ofrece buenas vistas de la vertical cara oeste de la Peña Bobín, de la Gran Visera y del caos debajo. Además tiene un curioso techo extraordinariamente simétrico que recuerda a una bóveda gótica. Por la faja que ubica la cueva discurre una senda, perdida en muchos tramos, que sube a los Corrales de Quizans.

Empezamos a remontar el río, ahora por su lecho, mojándonos hasta la cintura. Enseguida vemos que el cañón se cierra más y altas paredes empiezan a oprimir las orillas: estamos entrando en las Clusas. Siguiendo, prestamos atención a nuestra izquierda, donde aparece una gran boca de una cueva. Vale la pena introducirse.

La Cocineta:

La Cocineta

La Cocineta.

Observando la fisura en el techo, nos damos cuenta de que no se trata de una cueva. Estamos dentro de una impresionante sala que forma el último salto del Barranco Chimiachas antes de entregar sus aguas al Río Vero.

Seguimos por el lecho río arriba y llegamos a la parte más acuática de nuestra ruta: La Badina Esparraguera. Es el momento para ponerse el neopreno, si sentimos frío, porque vamos a pasar nadando por debajo de las paredes verticales que dominan este tramo del río. Se trata de un pasillo inundado que está interrumpido por un pequeño caos y nos obliga a nadar en tres intervalos. El segundo intervalo se puede evitar en la orilla derecha tras superar un resalte de sólo 1,5m que, por desgracia, no es nada fácil de subir. Si no somos capaces de escalarlo, podríamos – si queremos – subir al perro para que él podrá salvar este tramo estrecho y acuático de unos 15m en seco mientras nosotros seguimos nadando hacia el caos.

Finalmente llegamos a un pequeño salto donde el cañón se abre de nuevo y podemos salir del agua por una marmita unos pocos metros antes de la cascada. Después de este bonito estrecho seguimos, otra vez andando, por varias pozas mojándonos hasta la cintura.

Antes de meternos de nuevo en el agua para cruzar una poza ancha que nos obliga a nadar, nos fijamos en la orilla derecha. Hay una rampa que se convierte en una faja que sube por las paredes hacia el sur. En la rampa nace una senda que discurre por toda la faja, y nos llevará fuera del cañón. Al final de la rampa encontramos un cartel escondido entre los arbustos indicando el inicio de la senda del Paso Lén. ¡Cuidado en este punto de la excursión! Hay una faja muy parecida río abajo. Por aquella faja llega un camino a unos campos antiguos pero, la faja no tiene continuación. Si no encontramos el cartel, estamos en el sitio equivocado y tenemos que subir por el río un poco más.

Una vez identificado este sitio, podemos dejar la mochila allí, dado que volveremos obligatoriamente, y seguir más ligero río arriba, cruzando esta última poza para llegar a los Oscuros inmediatamente.

Aviso personal – El uso del neopreno:

Como se trata de la excursión más acuática del blog, quiero informar sobre el uso del neopreno.

El frío que notamos en el barranco es un estado que se manifiesta despacio. Además, si una vez tenemos frío, es bastante difícil entrar en calor de nuevo. Por eso, tenemos que estar atentos y ponernos el neopreno antes de sentir el frío. El traje completo consiste de unos escarpines (calcetines de neopreno), un pantalón (también llamado peto), la chaqueta (también se venden monos) y los guantes. En nuestro caso (verano, sol y el Río Vero), tenemos suficiente protección contra el frío con el peto solo, pero no debemos ir sin él. Si cambia el tiempo o si se levanta viento, necesitamos su protección. Llevarlo y no ponérselo es tolerable, pasar frío y no tener el neopreno nos fastilla toda la excursión.

Si llegamos a pasar frío en una excursión acuática deberíamos parar, quitarnos toda la ropa mojada y tumbarnos en una roca plana y seca hasta que nos encontramos bien de nuevo. Las rocas se calientan bastante durante el día por el sol y las podemos aprovechar como radiadores naturales para entrar en calor más rápidamente. ¡Cuidado – este truco sólo funciona en días soleados!

Los Oscuros del Vero:

El Pozo Verde de los Oscuros

El Pozo Verde de los Oscuros.

Los Oscuros son un caos con un bloque enorme y característico que cubre el río como un gigantesco techo. Subiendo por el río se llega primero a un tramo plano y amplio salpicado por bloques los cuales están soldados al lecho por la cal del agua. Setas de roca – un rincón singular e idílico, que refleja paz.

A continuación, un pasillo se introduce directamente al centro de los Oscuros. Allí, el conjunto de rocas de bajo del bloque enorme reduce la iluminación creando un mundo fantástico y umbrío. Como las pozas no son profundas, el paso por esta zona no resulta difícil hasta llegar a la Gorga Verde, la única poza profunda debajo del bloque. Podemos pasar a nado por un arco natural para salir de este mundo umbrío o trepar por la orilla izquierda. 

Río arriba, después de la Gorga Verde, varios bloques oprimen al lecho de tal manera que se forman marmitas (algunas profundas) y saltos de agua (incluso un tobogán). El paso resulta más difícil ahora, especialmente para el perro. Antes de llegar otra vez a un cauce abierto hay que pasar nadando por una poza estrecha, alargada y profunda: la Gorga Negra.

La senda de los Oscuros:

El Techo de los Oscuros

El techo de los Oscuros.
Inmenso bloque que cubre al caos de los Oscuros. Este contiene por si mismo ya bloques del tamaño de una casa ¡!

Hay rastros de un camino, ya perdido, que discurrió por la boscosa ladera de la orilla izquierda encima de los Oscuros. Hoy en día resulta muy difícil averiguar el camino en muchos de los tramos, además hay pasos aéreos y otros de trepada. La senda daba acceso al río en tres puntos.

Río arriba, justo en el salto de la Gorga Negra, hay en la orilla izquierda una rampa que da acceso a una cornisa aérea por la cual discurre la senda. Esta nos lleva a una plataforma que está a unos 70m encima del río y revela buenas vistas al bloque gigante que forma el tejado de los Oscuros y a la ladera boscosa que rodea todo este tramo del río. A unos 200m vemos en la misma altura otra plataforma rocosa sobresaliendo del bosque. A esta hay que llegar. Travesando todo el espeso bosque por los rastros de la senda nos acercamos a dicha plataforma. Pero ¡cuidado! en el bosque perdemos las plataformas de vista Detrás de la segunda plataforma baja la senda en zigzag a la poza donde arranca en el otro lado la senda del Paso Lén.

Otra vez en la primera plataforma. Bajando de ella al bosque, la senda cruza en seguida una pequeña glera por la cual se puede bajar, sin camino pero guiado por la vaguada y las piedras, hasta una zona menos pendiente, donde aparecen los primeros bloques debajo de los árboles. Por una trepada (paso de II) podemos bajar entre dos bloques grandes al río en la zona de las marmitas y saltos.

Nosotros exploramos los Oscuros hasta donde nuestra prudencia y el perro nos permiten y volvemos al inicio de la senda del Paso Lén, donde podemos descansar y esperar hasta el calor del día disminuya y nos permite una ascensión más agradable.

Por la senda del Paso Lén no hay pérdida. En los tramos de trepada el perro no tiene problemas y nosotros nos aprovechamos de unas cadenas que nos facilitan el paso. Principalmente, subimos y con cada paso se mejoran las vistas. Detrás de nosotros vemos el bloque característico de los Oscuros. Cuando pasamos debajo de una pequeña aguja, tenemos que controlar al perro y preparar las medidas de seguridad, porque nos acercamos al Paso de los Articazos.

Paso de los Articazos:

Paso de los Articazos:

Paso de los Articazos.

En este tramo horizontal de unos 30m se pasa por una cornisa de unos 40cm de anchura.  De esta manera, salvamos una pared para después cruzar el cauce seco del barranco Chimiachas. Un pasamano que nos da seguridad está instalado en la cornisa. Aunque se pisa bien y la cornisa es plana tenemos una pared, casi vertical, de mucha caída debajo de nosotros. (Practicando el deporte de descenso de barrancos se baja del Paso de los Articazos en tres rápeles de 6, 23 y 45m al techo de la Cocineta y de allí con uno de 45m a dentro de la Cocineta, suma 119m. En la orilla derecha del barranco nos podemos asomar hasta un punto, donde vemos el fondo de la Cocineta, justo donde hemos estado unas pocas horas antes.)  ¡No se debe pisar el Paso de los Articazos cuando la roca está mojada!

Nota Enero 2021

Descendiendo el Barranco Chimiachas me he topado con el Paso de Articazos. He observado que la sirga se encuentra en estado precario.

La parte hacia el fondo del barranco está suelto y todo el cable de acero se está pelando. Además hay muchas zonas donde los alambres están rotos y los cabos afilados y oxidados sobresalen del conjunto pinchan en las manos. Se parece a un alambre de púas.

Hasta que se arregle no se podrá utilizar en gran parte de este paso expuesto. ¡Cuidado!

La Sirga delPaso de los Articazos Enero 2021

La Sirga del Paso de los Articazos Enero 2021.
El cable está roto.

Seguimos por la senda otra vez subiendo una pendiente fuerte. Cuando salimos de la vegetación y se abre una vista sobre una gran parte del Cañón del Vero, nos estamos acercando al segundo paso serio: El Paso Lén. Si hemos quitado las medidas de seguridad, hay que prepararlas una última vez y, por supuesto, controlar al perro.

Paso Lén:

El Paso Lén

Vista al Paso Lén desde el otro lado del cañón.
Es la línea clara justo debajo del desplome de la roca naranja.

Como en el Paso de los Articazos, se trata de una cornisa estrecha y aérea. Esta es un poco más ancha, igual de plana y larga, pero la verticalidad debajo de ella es más impresionante. Dado que las características son muy parecidas a la primera cornisa, nuestras medidas de seguridad y el comportamiento serán igual a los de antes. Pero antes de cruzar la cornisa, debemos parar y contemplar las vistas. Estamos en el mejor mirador del Cañón del Vero: vemos detrás de nosotros como el Tozal de la Mallata se desploma sobre el río. Una canal empinada baja como una lengua verde de la boca de la Cueva de Lucien Briet y los pirineos se ofrecen como un marco estéticamente perfecto a este escenario.

Vemos enfrente la Corona del Tozal formando con sus acantilados las paredes izquierdas de las Clusas. Observando las cuevas y covachos, las fajas y cornisas que poseen estas paredes, nos damos cuenta que nosotros estamos en el acantilado gemelo en una de sus cornisas que discurren por unas paredes iguales como en el otro lado. ¿Cómo podía abrir la gente de la zona esta senda por un terreno tan vertical? Vemos debajo de nosotros el Cañón del Vero y como baja el agua descansando de vez en cuando en una de las pozas verdes y brillantes hasta que se pierde de vista en el Somontano. Estas son las vistas habituales, pero maravillosas, que tienen los buitres y águilas que están rodeándonos en este momento. A mi me dan mucha envidia.

Vistas desde el Paso Lén

Vistas desde el Paso Lén.

Seguimos todavía subiendo por la senda que nos conduce finalmente a una pista, ya fuera del cañón, por cual seguimos en la misma dirección para llegar a un cruce de caminos donde encontramos un poste de carteles indicativos. Hemos superado unos 500m de desnivel y al fin podemos bajar guiados por dichos indicadores hacia Quizans.

Los Abrigos de Quizans:

Una de las pinturas rupestres de Quizans

Una de las pinturas rupestres de Quizans.
A mi me parece a una ardilla !?

En Quizans encontramos corrales antiguos pegados a un resalte rocoso que alberga en sus covachos unas pinturas rupestres. Hay también un panel informativo que nos indica entre otras cosas, que hemos vuelto a la civilización.

Retorno:

Bajamos por un PR a las Balsas de Basacol donde encontramos agua para el perro y enlazamos con el camino de acceso. Podemos volver por este mismo, o mejor, coger en el otro lado de las balsas un camino que está indicado como “Alquézar por el barranco” y nos lleva por el Barranco Payuala siguiendo la tubería de agua hasta las piscinas de Alquézar.

La galería de los Oscuros del Vero.

La galería de los Oscuros del Vero.

El Santuario de Treviño

Los tres cipres de Treviño

Los tres ciprés de Treviño

Recorte del Mapa Alpina

Recorte del Mapa Alpina

Este paseo esta lleno de simbolismo en el cual domina la trinidad. El numero mágico, tres, está tan presente en Treviño, nuestro primer objetivo donde empezamos el recorrido triangular visitando una carrasca monumental y la fuente de Adahuesca. La iglesia, el árbol y el agua.

Como la excursión es corta y nos lleva principalmente por pistas y terreno, donde no hace falta prestar mucha atención a la orientación, podemos elegir el anochecer como buen momento para realizarla.

Ficha Treviño

Tiempo:

Total 1h.

Aparcamiento:

Cogemos la pista que se desvía del pueblo Adahuesca hacia el Santuario de Treviño. Detrás de la iglesia hay una explanada donde podemos dejar el coche.

Acceso:

Bajar del coche.

El Santuario de Treviño:

El sitio es místico y se siente la energía que emiten aquellos lugares que visitaba la gente desde cientos de años en búsqueda de paz y fe. En realidad estamos pisando las ruinas de un viejo monasterio que tenia importancia en su tiempo, pero del cual sólo nos queda la iglesia para contemplar. Pero usando las informaciones del panel y la imaginación se puede adivinar donde estaban algunas partes de las edificaciones.

Empezamos nuestro paseo por la pista al pueblo de donde hemos venido. A poca distancia tomamos otra a mano izquierda, donde un cartel indica un camino a las fuentes. Seguimos las balizas que nos mandan por otra pista a mano derecha que se convierte en seguida en camino y baja a una bonita zona húmeda y llena de vegetación. Nos acercamos a una borda rehabilitada que se utiliza en verano de campamento juvenil. Pues, si vemos o escuchamos a una multitud de niños debemos controlar al perro, ya que el camino pasa directamente por el prado de las instalaciones. Después tropezamos con una pista la cual seguimos bajando hacia la izquierda, y nos lleva a la pequeña Fuente de la Alcantoriella y sus huertas. Seguimos por la principal ahora en suave ascenso hasta llegamos a una loma, donde encontramos a nuestra derecha el gran árbol.

La Carrasca de Roque:

La Carrasca de Roque

La Carrasca de Roque.

Es uno del los árboles monumentales de la zona que son digno de visitar, cómo sus hermanas más famosas de Lecina o de Becha. Después de este cambio brusco del catolicismo al paganismo, podemos sestear un rato en su sombra y reflejar sobre la vida. (En sitios como este siempre ocurren las mejores ideas.)

Volvemos por el mismo camino y pasamos esta vez por el campamento sin salir de la pista. Esta nos lleva por corales y edificios abandonados hasta las instalaciones de una fuente importante a mano derecha.

La Fuente de Adahuesca:

La Fuente de Adahuesca

La Fuente de Adahuesca.

Encontramos todas las instalaciones típicas de una fuente del pueblo tradicional: fuente, caseta, lavadero y merendero. Aunque la gran mayoría de los elementos están restaurados, una escritura tallada revela la fecha de la construcción de la misma fuente en el año 1322. Supongo que ella es la razón, porque existe el pueblo de Adahuesca.

Retorno:

Un cartel nos manda desde la fuente a la ermita donde está el coche. Vamos primero por un camino que enlace con la pista por la cual hemos venido con el coche.

El Santuario de Treviño

El Santuario de Treviño.