
Vistas en el acceso.
En primer plano la peña donde se camufla la torre del Castillo de los Santos. En segundo plano (derecha a izquierda): las cumbres de Guara, la Ronera y el Fragineto, el triangular Pico de Mondinero y el Matapaños al fondo.
La vuelta por el Castillo de los Santos es un paseo fácil, entretenido y de poco desnivel. Nos ocupará una media jornada. Destaca en primer lugar con las muy buenas vistas sobre el Cañón del Balcez, pero también encontraremos un bonito carrascal que alberga las ruinas de la Ermita del Cementerio. La senda balizada se inicia en el Mesón de Sebil, al cual conduce una larga pista desde Alquezar o Radiquero. Las dos opciones de pista son aptas para los coches normales, aunque algunos tramos «duelen». Por todos modos, hay que conducir con mucha atención y despacio.
Ya en la pista hay varias atracciones que merecen una parada, como la aldea de San Pelegrín, los campos y casetas pastorales en el vallecito después o los abrigos, los que recuerdan a los de Quizans, encima de la pista durante el último tramo.
David Gómez describe esta ruta muy bien en el libro «Parque de los Cañones y la Sierra de Guara – Rutas, Descensos, Naturaleza». Guiados por este libro iremos bien.
Si planteamos la ruta como una circular, podemos visitar unos de los pocos tejos que se encuentran en la Sierra de Guara y aprovechar una balsa que suministra agua a nuestro perro, ya que la zona es árida.
Algunos autores inician la visita desde Alquézar o San Pelegrín. Una variante muy bonita, pero estaríamos expuestos al calor y lucharíamos con la falta de agua mucho tiempo. Por eso es preferible comenzar en el Mesón de Sebil.
Sobre el recorrido no me queda mucho de añadir, sólo lo siguiente.
Las vistas desde el Castillo de los Santos
Desde el Castillo podemos observar perfectamente todo el curso del Balcez inferior y los afluentes que caen de la Sierra de Rufás. Si hemos hecho alguno de estos barrancos es una gozada verles de esta perspectiva.
No debemos pasar de largo de la zona encima de las ruinas. Podemos subir la pendiente hasta que topamos con una cresta. Desde allí tenemos espectaculares vistas sobre el Balcez superior y la Sierra de Balcez. Si nos asomamos a la izquierda veremos mejor, además podemos observar la copa del tejo que se encuentra justo debajo de esta cresta (donde hay dos bloques más grandes).
Para volver elegimos el camino que sigue subiendo por la base de la cresta. Hay un cartel. También indica un cartel la ubicación del tejo.
El Tejo de los Santos
A pesar que hay pocos ejemplares en la Sierra de Guara es algo muy especial encontrar uno tan majo en este lugar. Cerca del tejo se encuentra una hiedra impresionante que trepa por las rocas. Y en la ladera hacia A Creu veremos alguna haya que destaca entre el boj y los quejigos. Sin embargo, el acceso a estos árboles es incomodo, ya que están rodeados por el Erizón.
Más arriba, cuando llegamos a una bifurcación debemos tomar el ramal derecho, aunque un hito nos manda en la otra dirección. Las dos pistas llevan al mismo sitio, pero la de la izquierda está repleta de Erizón. Cuando llegamos a la pista principal veremos una balsa. Si hemos elegido bien la fecha, habrá agua limpio para el perro. Si el perro está bien refrescado, podemos visitar el Pozo de Nieve cercano o incluso explorar la zona hacia el norte, la Mallata Iglesieta – otro mirador natural. Si no había agua es preferente que sigamos las indicaciones de los carteles para volver por la pista al Mesón de Sebil.