El Barrasil

El Barranco Barrasil

El Barranco Barrasil.
Robert en una de las pozas del Bozacal de los Gatos

El Barrasil es el tramo del Río Alcanadre que se encuentra entre las llanuras de Chasa y el Puente Pedruel y fue recorrido e, incluso, parcialmente cultivado desde siempre. Nosotros podemos aprovechar las sendas antiguas que llevaban a los campesinos, pescadores y cazadores a dentro del cañón y por las orillas para disfrutar de una composición de bellos paisajes: acantilados contra prados, pozas contra rápidos.

Recorte del Mapa Alpina

Recorte del Mapa Alpina.

En la primera parte de la circular podemos visitar la curiosa Cueva de Andrebod. Después llegamos al río en un lugar que refleja paz y vida – los Campos de Chasa, cruzamos un impresionante caos – el Bozacal de los Gatos, y salimos del cañón en su zona más bonita – la Caxigareta. En el retorno a Rodellar podemos pasar por el idílico y viejo Puente Coda, si nos quedan tiempo y ganas. Estos son los objetivos principales de la excursión, aunque tropezamos con más singularidades como la Fuente Mascún o los Ventanales.

Preparamos la mochila, llevamos una botella de agua, el almuerzo y la correa para explorar un lugar maravilloso que se ha convertido modernamente en terreno de los barranquistas y escaladores, pero que es igual de accesible para nosotros – los excursionistas – y merece, sin duda, nuestra visita.

Ficha Barrasil

Tiempo:

De Rodellar a los prados de Seral: 1h.

Bajada a Chasa: 45min.

Desde Chasa hasta la Caxigareta: Irrelevante.

Desde la Caxigareta al Puente Coda: 1h.

Del Puente Coda a Rodellar 30min.

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Total: irrelevante, 5h 30, jornada completa

Aparcamiento:

Rodellar

Acceso:

Bajamos de Rodellar a la Fuente Mascún. A escasa distancia río arriba desemboca la Garganta Baja por la cual sube el camino que debemos tomar.

Subimos por dicho camino, indicado con “Losa Mora” y nos introducimos en una canal de mucha vegetación. Después de apenas una media hora se abre la garganta un poco y el camino cruza una amplia pedrera que baja de la ladera a nuestra derecha donde vemos, unos 100m encima del camino, la boca de una cueva, grande y oscura.

La Cueva de Andrebot:

Aunque la subida es calurosa, incomoda y pendiente, vale la pena visitar esta cueva que carece de peligros en forma de agujeros o túneles por donde el perro se podría perder.

La Cueva de Andrebot

La Cueva de Andrebot.

Para subir a ella, nos situamos en el punto donde el camino sale de nuevo de la pedrera. Desde aquí adivinamos los rastros de una senda que sube en diagonal hacia la derecha hasta un bloque rodeado de boj donde suele haber un hito. A partir de dicho bloque hay una cuerda que nos ayuda subir el empinado canchal entre el boj y las zarzas. Guiado por esta llegaremos al llano delante de la boca. Ahora sólo queda seguir la tímida senda que nos llevará a dentro. La subida nos cuesta sólo 10min, pero mucho esfuerzo y sudor en verano.

En su interior encontraremos bonitas esculturas de toba cubiertas de una pátina verde y un poco de frescura que hará falta. Además se encuentran en la parte alta de la sala, detrás de un bloque, unos charcos de agua donde el perro puede beber.

De nuevo en el camino de la Garganta Baja seguimos subiendo hasta llegar a la Pardina de Seral. (‘Pardina’ porque se encontraba un edificio en este sitio. Hoy en día, sólo encontramos unas pocas piedras que quedan de los muros. Mira en la página: El Valle de Rodelar: La Caseta Seral).

En las Campas de Seral se encuentran varios caminos:

  • Hacia el norte, nuestra derecha, lleva una pista al Dolmen Losa Mora y los pueblos Otín y Nasarre.
  • Hacia el noreste una senda, tímida y bien camuflada, sube a un refugio pastoral ubicado en un covacho de los acantilados que bajan del Tozal de las Gleras. La subida a la misma cima es factible, pero la prolongación de la senda está perdida.
  • Hacia el suroeste arranca el camino que baja al Río Alcanadre (nuestra ruta). Al principio se junta con una pista que sube a la Plana Alta de la Peña Grau, pero se desvía de nuestro camino justo en el collado que nos separa de la cuenca del Alcanadre.

Cogemos el camino indicado como “Bco. Barasil” y bajamos al río sin perdida ganando primero un pequeño collado en el cual dejamos detrás la pista intransitable que sube hacia la Peña Grau. En un viejo cartel “Barasil”, ya cerca del río, seguimos mejor por el ramal a mano derecha que nos dejará más cerca de la Fuente San Cristóbal.

Los Campos de Casa:

Es un sitio precioso.

Los Campos de Chasa

Los Campos de Chasa.
Vista desde la Peña Castillazuala que se encuentra en la ladera opuesta del Alcanadre. Se distinguen los dos ramales del camino que baja desde Seral. Río arriba, debajo de los acantilados de las Cuás, se encuentran las Gorgas Negras. Se puede remontar el río a nado por bonitas pozas hasta una badina larga y fría nos introduciría en el mundo de los barranquistas que ya no es apto para el perro.

Nos encontramos en un llano donde el río pasa con tranquilidad formando bonitas pozas entre los campos antiguamente cultivados. La llanura está vigilada por los acantilados de la Peña Grau y del Puntal de la Rubiacha en el margen izquierdo y de la Peña Castillazuala en el lado opuesto. La importante Fuente de San Cristóbal encontraremos río arriba en la orilla derecha, después del último campo, entrando ya en la zona de los bloques. De vez en cuando baja el ganado de la Plana Alta a estos campos para abrevar y refrescarse. Nosotros deberíamos hacer lo mismo y sestear un rato en la sombra de los chopos para disfrutar de la paz que refleja este lugar.

Nos ponemos de nuevo en marcha siguiendo la corriente del río para enfrentarnos con el tramo más difícil y, al mismo tiempo, más espectacular de la excursión: el Barranco Barrasil.

Por casi todo el tramo del río que tenemos adelante, discurren viejas sendas por las orillas. Tenemos que cruzar el lecho del río varias veces donde nos mojamos hasta la cadera. Sólo en el Estrecho de la Ralleta tenemos que nadar un corto tramo. Las complicaciones se concentran en el caos que encontramos al principio y consisten en trepar y destrepar por los bloques que oprimen la orilla. En un punto clave tenemos que pasar a gatas por un agujero/túnel – por eso el nombre del caos: El Bozacal de los Gatos.

El Bozocal de los Gatos

El Bozocal de los Gatos.
Robert está un poco perdido por la inmensidad del caos.

Pero lo más importante es no perder la orientación y saber donde arranca el camino que nos lleva fuera del barranco.

Las llanuras de Chasa terminan en una bonita poza de bajo de una pared anaranjada, la Badina Abargüela. El otro ramal del camino que baja de Seral llega justo aquí. Ya se presentan acantilados y el cañón empieza a cerrarse y nos vemos enfrentados a los bloques del gran caos.

El Bozacal de los Gatos:

El Bozocal de los Gatos

El Bozocal de los Gatos.
La salida del agujero que hay que pasar a gatas.

Tenemos que empezar a avanzar por la orilla derecha para destrepar el caos. Aunque no hay camino visible vamos en buen camino, si buscamos los pasos más fáciles para superar los bloques.

Nunca estamos obligados a pisar o cruzar el agua, escalar o subir a las laderas cubiertas de vegetación. (Hay caminos de cabras que nos podrían engañar.) Además debemos prestar atención que nuestro perro no se acerca a las zonas peligrosas como los sifones o cascadas. Sin embargo, pasamos también por varias pozas, algunas semi-cubiertas, donde el agua no propone ningún peligro, pero durante todo el tramo del caos debemos controlar al perro atentamente.

Después de unos 200m llegamos a unos bloques que nos impiden el paso. Justo allí se encuentra un agujero a mano derecha por donde tenemos que pasar a gatas. En el otro lado vemos que la cantidad de bloques disminuya  y el río describe un giro a la izquierda. Ahora debemos cruzar el agua para evitar el ultimo resalte y llegar a una zona más tranquila y fácil de recorrer donde se va formando poco a poco una senda de nuevo.

El Estrecho de la Ralleta:

El Estrecho de la Rallata

El Estrecho de la Rallata.

Seguimos andando río abajo un buen rato pasando la Badina Lavaculos que nos obliga mojarnos hasta donde su nombre lo indica. La siguiente poza del Estrecho de la Ralleta nos obliga a nadar. El trayecto a nado es bastante corto si cruzamos la poza en diagonal de la derecha hacia la izquierda. Por todas maneras el agua en verano es de una agradable temperatura en este tramo del Alcanadre. Después de dicho estrecho el río describe una zeta para equivocar un bonito estrato cóncavo que baja de la izquierda. En esta bóveda hay vías de escalada y a veces se ven escaladores practicando este deporte allí. A escasa distancia más abajo nos topamos con un nuevo caos. Pero esta vez es de dimensiones modestas y consiste principalmente de sólo dos bloques gigantescos en el lecho del río.

La Caxigareta:

La Ollata

La Ollata.
La piscina natural más perfecta que conozco.

Este idílico lugar es fácil de identificar, pues hay, aparte de los bloques, una marmita grande como una piscina a lado del segundo bloque (foto, llamado Olleta), tres cuevas en una pared a la derecha que forman una cara tumbada y un antiguo campo cultivado en la orilla izquierda enfrente de dichas cuevas. En el medio del campo se encuentra un hito grande que marca el nacimiento de un camino que lleva a lo alto de los acantilados del margen izquierdo – el Camino de la Caxigareta, nuestra salida. Por eso es importante identificar este lugar.

Aquí podemos aguantar hasta que se vaya el calor del día y aprovechar las pozas de aguas cristalinas para un baño tranquilo y refrescante. Debajo de la Olleta hay una pequeña fuente en la orilla derecha que no se suele secar de todo en verano. Si queremos podemos seguir bajando opcionalmente para explorar el último tramo del Barrasil antes de la Badina Ajuntadero y volver después a la Caxigareta para salir del barranco por dicho camino. Ida y vuelta nos costará 40min.

El Barrasil

El Barrasil.
La zona de la Caxigareta desde los acantilados que bajan de la Peña Castillazuala y forman el margen derecho (!) del cañón. Se observa bien el camino que cruza el viejo campo, los bloques que forman los Bozos de la Caxigareta, la Olleta y la cantidad de las bellas pozas que se hallan en este lugar. Se adivina el Camino de la Caxigareta que arranca en la parte derecha del campo, pasa por el terreno de roca suelta entre el boj para encontrar la faja que sube en diagonal de la derecha a la izquierda y sale de la foto en el punto donde se convierte en una cornisa.

La Badina Ajuntadero:

El inicio de la Badina Ajuntadero

El inicio de la Badina Ajuntadero.

Más allá de la Caxigareta encontramos primero otra bonita boza debajo de una bóveda y después la poza del Paso Mairal. Este paso es complicado y no nos queda remedio que cruzar la poza nadando. Más abajo vemos la Cueva Cerbuna en los acantilados del margen derecho y a poca distancia de ella empieza el largo estrecho hundido de la Badina Ajuntadero. Este pasillo tiene una longitud de 150m y no es apto para el perro. Por eso nos vale contemplarlo desde su inicio y volver a lugar dond arranca el camino de salida.

Para los nadadores:

Se puede nadar la mitad del estrecho hasta donde se encuentra la desembocadura del Mascún. Girar (nadando) a la izquierda y remontar (nadando) este ultimo tramo hundido y muy estrecho del Mascún para llegar al Puente Coda. La distancia de nadar supera los 100m y es en su totalidad por unas gargantas estrechas. Aunque las personas pueden hacer pie en, quizás, dos puntos, el perro tiene que nadar por todo el trayecto.

El Camino de la Caxigareta:

El Camino de la Caxigareta

El Camino de la Caxigareta.
El paso delicado.

Guiados por los hitos vamos por la senda que arranca justo en el campo, traspasa un bosquecillo de bojes y empieza a subir pegada a la pared. En seguida nos sitúa en una cornisa, muy empinada, por la cual discurre hasta alcanza una amplia y pedregosa canal. Ascendemos recto contra la pendiente en zigzag hasta alcanzar un repecho rocoso donde encontraremos un paso obvio, asegurado con una vieja cuerda. Alzamos al perro y le seguimos ahora por un terreno menos empinado. Poco después llegamos a una loma en la cual hay un cruce de caminos bien marcados. Si cogemos él de la izquierda, llegaremos en 10min a una bifurcación donde el ramal de la derecha baja al Mascún en la zona de la Chopera. Desde allí podemos subir al pueblo por cualquiera de las sendas posibles. Un retorno bien factible y corto (1h hasta el pueblo).

Cogemos el camino que baja a mano derecha. Nos lleva por terreno karstico hacia el Puente Coda.

El Puente Coda

Debajo de este puente idílico encontramos agua sólo en primavera, pero esta vieja construcción armoniza con el entorno de una manera espectacular y nos vale la pena bajar al cauce (seco) para verlo desde otra perspectiva.

El Puente Coda

El Puente Coda.
El cauce seco emite muchos olores interesante (eso lo parece a Robert por lo menos).

Retorno:

En el otro lado del puente hay dos caminos, él de la izquierda llevaría al Puente de Pedruel y al camping. Él de la derecha nos sube por un bonito paisaje de fajas y cornisas a Rodellar. Este camino es confuso y tenemos que prestar mucha atención a los hitos. Me parece que la trocha original ha sido cambiada por la construcción de la depuradora. De hecho, si nos acercamos a ella (se anuncia por el olor), debemos controlar al perro, dado que él podría ponerse en contacto con el agua sucia y coger un olor muy fuerte y malo. Si hemos prestado atención y cogido el camino correcto, no nos acercamos  mucho a dicha instalación y volveremos al pueblo por la zona del refugio nuevo.

Robert sestea en la orilla rocosa de la Olleta

Robert sestea en la orilla rocosa de la Olleta.