Un viejo refrán austriaco dice:
«Si pasas por delante de un lugar 99 veces, párate para visitarlo la centésima vez».
Es un buen consejo, ya que nos están escapando tantos detalles por las prisas. En el caso de Belsué el refrán da en el clavo. Cerca de la bonita aldea se encuentra una pequeña ermita adornado de robles y una fuente. Como el ayuntamiento ha instalado un merendero en la sombra de los árboles que rodean el pequeño templo, invita para pasar unos momentos de tranquilidad allí.
Tiempo:
Desde el coche a la ermita: 15 min.
_______________
Total: irrelevante, 30min.
Aparcamiento:
Justo antes de Belsué hay una explanada a mano derecha donde se encuentran montones de escombro. Allí dejamos el coche.
Acceso:
Hay carteles que indican el camino. De hecho, podemos hacer una circular, como se ve en el croquis.
Ademas de la ermita debemos visitar la fuente, ya que está cerca y el perro se puede refrescar.
Otras atracciones son:
- Un gran chopo que está en un campo cerca a mitad del camino,
- Un pequeño bosquecillo de quejigos que está en el oeste del pueblo y
- El mismo pueblo
Retorno:
Volvemos al coche completando la circular.